El «Ancien Régime» imperialista y sus carnavaladas criminales

Comparte este artículo:
La Cumbre del G-20 como indicador de la decadencia del imperialismo

En la reciente Cumbre del G-20 celebrada en Bali los días 15 y 16 de noviembre hemos podido ver al menos dos claros ejemplos de la puerilidad extrema en la actitud política de los gobernantes de los países capitalistas occidentales.

Una de ellas fue «el desfile de modelos» de Pedro Sánchez y Begoña Gómez, cuestión que generó una intensa vergüenza ajena en amplios sectores de la población. Que hubieran desfilado vestidos con la bandera monárquica de España hubiera sido francamente ridículo, pero que lo hayan hecho con la bandera de Ucrania además de ridículo es tenebroso.

Pedro Sánchez y Begoña Gómez: sus looks conjuntados en la cumbre del G20
Pedro Sánchez y Begoña Gómez en Bali
Es necesario señalar de nuevo que el actual Régimen ucranio condensa un conjunto de todo lo malo que un Sistema pueda tener. Desde el punto de vista social, Ucrania es un desastre (tasas de drogadicción, prostitución y trata, prevalencia de enfermedades infecciosas…); desde el punto de vista de los derechos y libertades, Ucrania es un país auténticamente protofascista, que ha ilegalizado la inmensa mayoría de los partidos políticos. Hace unos días la Universidad Politécnica de Cataluña suspendió una exposición fotográfica porque se comprobó que el promotor era un naziCuando Rusia planteó la incorporación a su ejército de 300.000 reclutas, pudimos ver en los medios, o al menos eso es lo que nos contaban, que miles de jóvenes se iban a países vecinos para intentar impedir ser reclutados. Esta cuestión en Ucrania hubiera sido imposible porque la salida de varones en edad militar está absolutamente prohibida desde principios de año. Por otra parte, es bien sabido que Ucrania mantiene abierta desde el año 2014 una guerra en la parte oriental -el Donbás- contra la población lingüística y culturalmente rusa, con miles de personas asesinadas, en lo que se podría denominar un auténtico genocidio. Nos gustaría saber qué es lo que realmente el «Gobierno de Progreso» español y los gobiernos de otros países de la UE y del mundo capitalista occidental encuentran digno de reivindicar en ese país, excepto sus propios intereses estratégicos (lo que es cada día más evidente).

Otro ejemplo significativo de la puerilidad y banalidad vistas en el G20 ha sido la falta de autocontrol del Primer Ministro canadiense en relación con su conversación privada con el Presidente chino. Cuestión por la que recibió una severa corrección de Xi Jinping. Justin Trudeau parece que no ha aprendido que las conversaciones reservadas son confidenciales, igual en la Cumbre del G-20 que en cualquier otro escenario. Pero de nuevo pretenden utilizar el carácter reservado de una conversación como un elemento contrario a la libertad de expresión. Es bien sabido que las reuniones de los consejos de ministros de los gobiernos occidentales o de las estructuras de la OTAN son reservadas y solo se divulga aquello que interesa. ¿Por qué no aplican esa demanda de transparencia total a esas reuniones? El planteamiento sostenido por Trudeau es pura demagogia.

G20: Reaction to China's Xi confronting Trudeau | CTV News
Justin Trudeau y Xi Jinping en la Cumbre del G-20

El Partido Demócrata de los EEUU es la principal referencia y la estructura orgánica que hoy defiende los intereses del imperialismo a nivel global. Es curioso comprobar cómo los medios de comunicación afines y plenamente incorporados a ese proyecto, tal como son los casos del Grupo PRISA y otros en el Estado español, no se salen ni un milímetro de lo establecido por los voceros de ese lobby de poder político, económico e ideológico. Por ejemplo, en cuanto a los resultados electorales en los EEUU, es paradójico cómo tratan la victoria del Partido Republicano en las elecciones de la Cámara de Representantes, retorciendo la cuestión hasta el punto que parezca que se ha producido una victoria abrumadora del Partido Demócrata, mientras en el caso del Senado, donde estos partidos empatan en número de escaños (50 cada uno), parecería que los Demócratas hayan obtenido una victoria espectacular. Siempre hemos dicho -y seguimos sosteniéndolo- que Trump es un auténtico fascista, pero Biden no es mejor que Trump. Además de ser el representante de los intereses del capitalismo globalista a nivel internacional, es un guerrerista extremo, tal como estamos comprobando.

El capitalismo imperialista está en una crisis brutal que no hace más que acentuarse con el paso del tiempo. Entre otros, el sector tecnológico del capitalismo globalista está en una caída a plomo, lo que incluye a Twitter, Facebook y a sus intentos de impulsar el Metaverso. Las criptomonedas están igualmente afectadas por esa crisis, con caídas que superan el 75% de su valor en el caso del Bitcoin, y en otras aún peor. En paralelo, y en buena medida gracias a los apoyos institucionales, las entidades financieras están teniendo unos beneficios históricos: en el caso del Estado español, el Banco Santander despunta con 9.070 millones de euros y el BBVA con 6.150 millones. Simultáneamente, el incremento de la deuda del Estado español es absolutamente insostenible, pues desde el año 2019 se ha elevado en 122.000 millones de euros, estando ya en un 116,1% del PIB. El pago de intereses por esta deuda, como era previsible y así está ocurriendo, ha subido de una forma significativa (31.275 millones para el 2023). El incremento de los gastos militares alcanzará una cifra real en los presupuestos de 2023 de 50.000 millones de euros según algunos investigadores, una auténtica bestialidad que impacta de forma plena en el abandono y la precarización de los servicios públicos en el Estado español.

El movimiento popular avanza y madura, al contrario que los defensores de la guerra y del imperialismo

El pasado domingo asistimos a una movilización impresionante en Madrid en defensa del Sistema Sanitario Público. Nos reafirmamos en lo que expusimos en el anterior editorial: echar a Ayuso del Gobierno autonómico es una condición necesaria pero no suficiente para revertir el deterioro del Sistema. Cada vez más voces apuntan en la misma dirección. ¿O alguien se cree que poniendo a un Gobierno del PSOE-Más Madrid-Unidas Podemos en esa Comunidad Autónoma se resolverían los problemas del Sistema Sanitario Público? Ya no quedan muchas personas con tal grado de ingenuidad, más allá de los directamente beneficiados por ese posible cambio. Los problemas del Sistema Sanitario Público en Madrid y en el conjunto del Estado son mucho más complejos y su solución pasa por impulsar un potente movimiento en su defensa y, en general, en la defensa de los servicios públicos. Este movimiento tiene que tener la suficiente «capacidad intelectual colectiva» para analizar lo que está ocurriendo y cuáles son las alternativas para superarlo. Eso implica comprender algunas cosas de primerísima importancia: que la UE es un auténtico corsé para impulsar la construcción en el Estado español de un auténtico Sistema Sanitario Público universal y de calidad; que los presupuestos de guerra son un impedimento práctico de primer orden por la desviación de fondos que conllevan; que para la construcción de un auténtico Sistema Sanitario Público hay que profundizar en el conocimiento de los problemas de salud actuales, que son parcialmente diferentes a los que había hace 15 o 20 años: salud mental, suicidio como primera causa de muerte entre los jóvenes, aparición de nuevas enfermedades infecciosas en forma epidémica y reaparición de otras viejas, toda la patología emergente en relación con la crisis económica alrededor del deterioro de los hábitos alimentarios así como la precarización general de la vida, todo lo relacionado con el impacto del calentamiento global en los problemas de salud, etc.

Manifestación en defensa de la Sanidad Pública en Madrid el pasado 13 de noviembre

En este país un sector de la población tiende a simplificar los problemas sociales y políticos, así como sus soluciones, asociando estas a posiciones partidistas sin fundamento alguno. Esta maniobra les interesa mucho a los partidos institucionales porque les permite sostener a su alrededor como electores a una fracción de la sociedad. Es muy excepcional encontrar análisis de un cierto rigor sobre los diversos problemas en los medios de comunicación vinculados a cualquiera de las opciones partidistas. En lo relativo a la Sanidad, esto ocurre de forma extraordinariamente burda.

Cuando la casta es, además, secta

Han empezado a conocerse ya revisiones de condenas relacionadas con violencia de género basadas en la Ley conocida como “Solo sí es sí”. Desde antes de que esta ley fuera aprobada, se previno sobre las consecuencias en ese sentido desde varios foros feministas y profesionales, pero estas advertencias fueron desdeñadas. Irene Montero y su coro (quienes, por supuesto, nunca cometen errores) no han hecho ningún mínimo gesto de autocrítica y han recurrido a tildar de fascistas a los jueces. No tenemos ninguna duda de que el fascismo y el machismo impregnan en buena medida al Sistema judicial y a parte de los jueces, pero eso ya ocurría antes de la promulgación de la Ley del “Solo sí es sí”. Ese no es el problema fundamental que permite revisar penas a la baja; el problema es que se ha aprobado una ley deficitaria y que en su estricta aplicación dichos jueces tienen la oportunidad de rebajar penas en relación con los delitos de violencia de género.

Otra expresión de la irracionalidad de la titular del Ministerio de Igualdad tiene que ver con el manejo de todo el asunto relacionado con la denominada Ley Trans. Las presentaciones del libro “Nadie nace en un cuerpo equivocado” están siendo objeto de una persecución propia de los nazis en Alemania o de los falangistas en España. Es la expresión del odio a la inteligencia y a las ideas racionales y argumentadas por parte de quienes se alejan cada vez más del pensamiento científico. Hay que recordar que en la Alemania prefascista hubo un asalto al pensamiento racional, como expuso el filósofo húngaro G. Lukács en su libro “El asalto a la razón”; en él se describe cómo se retiró del escenario intelectual de Alemania la filosofía racionalista para sustituirla por la filosofía irracional. Obviamente el «pensamiento queer» entra de lleno en esa filosofía irracional y acientífica y constituye una herramienta clave en manos de la expansión del imperialismo angloamericano y de los neofascismos asociados.

El Estado, encabezado por el Gobierno de Progreso, recurre al incremento de la represión ante la falta de alternativas
Antidisturbios en un portal durante un desahucio

En los últimos días hemos visto cómo se ha iniciado el trámite parlamentario de una reforma del Código Penal tendente a rebajar de forma muy significativa las penas por el llamado «delito de sedición», que iría destinado esencialmente a beneficiar a los dirigentes de ERC. Cataluña tiene pleno derecho a ejercer su autodeterminación y a decidir libremente su futuro. La represión sufrida por este pueblo cuando intentó poner en práctica ese derecho no se resuelve por la vía de la rebaja en las condenas del delito de sedición que solo va a beneficiar a unos pocos «dirigentes de lujo» de ese proceso. Simultáneamente, en esa misma reforma se prevé el aumento de forma significativa de las condenas dirigidas hacia los/as activistas sociales, es decir, contra quienes luchan para impedir los desahucios, contra la violencia de género, contra la represión del Estado, por el Sistema sanitario público, por los derechos laborales, etc. Todo ello se encuadra en un delito establecido ad hoc, llamado de «desórdenes públicos agravados», que dispone penas de cárcel de hasta 5 años. Rechazamos ese cambalache. A sabiendas de que el movimiento social en contra de la precarización de la vida de la mayoría de la gente va a ir inevitablemente en aumento, el Gobierno y sus apoyos parlamentarios preparan las herramientas jurídicas para confrontarlo. No solo no derogaron la Ley Mordaza, sino que reforman el Código Penal como complemento con el que cerrar el cerco de criminalización y represión sobre el movimiento popular. No lo vamos a tolerar.

Izquierda Castellana, 18 de noviembre de 2022

Comparte este artículo: