Declaración de IzCa ante la Cumbre de la OTAN del 29 y 30 de junio en Madrid
La Cumbre de la OTAN en Madrid durante los días 29 y 30 de junio se celebra finalmente en unas circunstancias no previstas en su momento por el propio imperialismo: la profunda crisis del capitalismo, sin expectativa alguna de resolverse por vías ordinarias, y la crisis significativa del imperialismo que les ralentiza la puesta en marcha de una guerra global con la que solucionar sus problemas, aunque a ello están plenamente entregados.
Estas circunstancias no previstas se están poniendo de manifiesto en las dificultades y contradicciones del Sistema ante la respuesta social de rechazo a la Cumbre de la OTAN y la Guerra, expresándose muy particularmente en lo referente a la gestión del asunto por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid, así como en la campaña de criminalización de la respuesta popular ante la Cumbre por parte de los medios de comunicación, que son de una zafiedad y simpleza que solo puede explicarse en base a la ausencia total de capacidad interpretativa e intelectual que les afecta en estos momentos.
Todos los medios del Régimen se han ido implicando en tal campaña. En primer lugar, aquellos más serios, como El País y La Vanguardia, informando de las características del despliegue policial-militar alrededor de la Cumbre, sin el menor atisbo de crítica a pesar de que ello supone de facto imponer un Estado de Excepción en Madrid. Ya posteriormente, el mercenario-periodista Alejandro Requeijo, actualmente fichado por El Confidencial -anteriormente por Voz Pópuli-, publicó un libelo al dictado de las cloacas del Estado con burdos errores de redacción (confundiendo el concepto de convocar con el de comunicar a la Administración), en el que manejaba información que debería ser confidencial y reservada a la Delegación del Gobierno en Madrid. En pocas horas se apuntaron el resto: El Periódico, Público, La Razón, HuffPost, Vozpópuli, El Confidencial, ABC, OK Diario…, cada uno en su estilo. En el caso de Público y HuffPost, deformando los hechos con la evidente intencionalidad política de generar confusión en sus lectores.
Pero el caso que nos parece más emblemático, por la expresión de la estupidez, es el de La Razón. Trascribimos literalmente el titular que encabeza su información: “CDR, radicales y abertzales quieren boicotear la marcha anti OTAN de Podemos”. Obviamente esta gente se ha quedado anclada en las herramientas de manipulación del pasado. Ese discurso era el que utilizaban hace una década para criminalizar a IzCa o al movimiento antifascista, pero actualmente suena ridículo. ¿Dónde está esa izquierda abertzale o esos CDR con voluntad o capacidad para boicotear una manifestación anti OTAN en Madrid, convocada por decenas de colectivos sindicales, barriales y políticos, entre los que no está por cierto Podemos? Esa versión fantástica y manipuladora de La Razón -cuya procedencia de fuentes policiales es reconocida por ellos mismos- tiene todos los visos de estar orientada a acumular argumentos para organizar alguna provocación policial en la manifestación, si así finalmente lo consideraran oportuno. Recordamos perfectamente lo que ocurrió durante la Marcha de la Dignidad en 2014 y la provocación policial a la que fue sometida.
Las herramientas de manipulación y persuasión del Sistema están bajo mínimos. Cada vez son más rutinarias y burdas, cada vez menos convincentes. Recurren de forma cada vez más intensa y extensa a la represión. Esa es su estrategia principal.
En el texto remitido por la Delegación del Gobierno en Madrid, en el que se prohíbe la manifestación comunicada para el día 29 de junio, se dice literalmente:
En relación al calendario de actos de los participantes en la Cumbre de la OTAN que se celebra en Madrid, la manifestación coincide en horario con la celebración de una cena en el Museo del Prado a la que concurrirán los principales Jefes de Estado y Gobierno, encontrándose la zona de inicio de la manifestación comunicada muy próxima al lugar del evento.
Tanto el horario de finalización, como el lugar en el que pretenden dar por concluida la manifestación, la Plaza de Jacinto Benavente, próxima a la plaza de Tirso de Molina y al barrio de Lavapiés, zonas caracterizadas por tener calles estrechas, pueden dificultar la actuación policial en caso de que se produzcan desórdenes.
La Delegación del Gobierno y la Jefatura de Policía, que parece ser que es quien toma las decisiones a la hora de autorizar o no las manifestaciones, consideran que es un problema para la cena en la que van a concurrir tan altos dignatarios internacionales que a estos les pueda llegar el rumor de una manifestación de plebeyos. Es todo un ejemplo de la subjetividad de los miembros del aparato del Estado español, lacayos del imperialismo. Estamos absolutamente en contra de la prohibición de esa manifestación, y en los próximos días tomaremos la decisión correspondiente sobre qué hacer ante esta.
Para hacer un mínimo balance de la situación en su globalidad, es imprescindible realizar algunas reflexiones sobre la situación de aquellos sectores que dicen situarse del lado del movimiento popular, el anticapitalismo y el antiimperialismo.
El proceso de construcción de la respuesta a la Cumbre de la OTAN en Madrid es un buen observatorio de las fortalezas y limitaciones del propio movimiento popular. Para l@s comuner@s del siglo XXI, lo más importante de este proceso es que sea de la mayor utilidad para reforzar organizativa, política e ideológicamente al movimiento popular en Madrid y, por extensión, en el conjunto de Castilla, de tal manera que este se conforme como una herramienta más capacitada para avanzar en la lucha contra la guerra global y la precarización económica y social en general. En lo inmediato, desgraciadamente, ni vamos a conseguir que se disuelva la OTAN ni tan siquiera parar la guerra; para ello será necesario dar muchas más batallas y acumular muchas más fuerzas, pero sí hemos de conseguir -y esas son nuestras metas- salir de este proceso mucho más capacitad@s para lograr tales objetivos.
Percibimos que hay sectores participantes en el movimiento abducidos por el puro narcisismo político y escénico, en el que interesa más el protagonismo propio que el avance real del movimiento popular. Esto se ve tanto en sectores formalmente de izquierdas como en los del reformismo, que sigue considerando, a pesar de las evidencias empíricas reiteradas, que el campo electoral es el escenario en el que se van a sustanciar los avances del movimiento popular. Los escenarios electorales en ocasiones pueden tener interés para los avances o retrocesos del pueblo trabajador, pero estos esencialmente se sustancian en la eficacia y la orientación ideológica y política correcta de estos movimientos populares. Esto es algo que la historia nos enseña de forma reiterada. El movimiento popular se va fortaleciendo, pero aún tiene muchas debilidades que hay que resolver para alcanzar la victoria.
Izquierda Castellana, 24 de junio de 2022
