
Varios cientos de personas se han concentrado en la mañana del miércoles 22 de junio ante las puertas de las Cortes de Castilla y León, en Valladolid, para denunciar la precaria situación a la que se enfrentan los trabajadores de las brigadas forestales y el peligro que corren los campos, parajes naturales y montes de la Comunidad Autónoma ante la inacción y desidia de la Junta. La convocatoria coincidía con el debate de una moción sobre incendios
Durante la concentración, combativa y ruidosa gracias a la presencia de bengalas, petardos, silbatos, palas de extinción, motosierras y otros equipamientos, se ha exigido la profesionalización del sector. Además de exigir derechos laborales para los trabajadores y un dispositivo público, bien formado y de carácter permanente, las protestas se han dirigido contra el Presidente de la Junta, clamándose por la dimisión del Consejero de Medio Ambiente, Suárez-Quiñones, quien expresó en su día que las dotaciones permanentes constituían un despilfarro económico.
Después del gravísimo incendio que afectó a la Sierra de la Culebra en Zamora, con 30.000 hectáreas calcinadas, y con la reciente experiencia en Navalacruz (Ávila) durante el verano pasado, la Junta sigue sin hacer ningún ápice de autocrítica ni ningún movimiento que mejore la situación de los trabajadores.