Madrid en Pie

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Madrid en Pie

El 25 de julio de 2020 la Asamblea de Colectivos, Barrios y Pueblos de Madrid, hace solo 11 meses, aunque parezca que han pasado varios años, convocaba su primera manifestación bajo el lema: “Frente a la monarquía corrupta y las miserias del sistema, República Popular”. Teniendo en cuenta las circunstancias en relación con la pandemia, fue un éxito de participación -alrededor de 1.500 personas- y muy especialmente de organización.

El 25 de octubre del propio 2020 se convocó una nueva manifestación, en esta ocasión centrada en la defensa de lo público y en contra de los recortes y las privatizaciones con el lema “En defensa de los servicios públicos”, que fue de nuevo un éxito. Aumentó la asistencia y se mejoró en la organización.

El 30 de enero de este año se hizo una nueva convocatoria: «Nos están matando», en la que las expectativas eran las de superar la asistencia de las dos anteriores. La Asamblea de Colectivos, Barrios y Pueblos de Madrid se estaba convirtiendo de hecho en una referencia que rompía con la falsa dicotomía de “o estás a favor del Gobierno Central y contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid o viceversa”.

El discurso socio-político de la Asamblea de Colectivos, Barrios y Pueblos de Madrid fue, desde el inicio, que estábamos por supuesto en contra de las políticas de la derechona del Régimen en el Gobierno de la Comunidad de Madrid, pero que también nos oponíamos a las políticas del Gobierno Central, que eran y siguen siendo en demasiadas ocasiones contrarias a los intereses de las clases trabajadoras. Ello nos llevó a concluir que había que construir una herramienta de forma horizontal y desde la base: barrios, pueblos, sindicalismo de lucha, juventud rebelde y antifascista, feminismo combativo, colectivos de resistencia social (como el de la vivienda o el de la distribución comunitaria de alimentos), etc., que respondiera a esa necesaria línea de trabajo de construir un movimiento popular crítico con todas las políticas antiobreras que se hacen desde el entramado institucional en Madrid, incluyendo el Gobierno Central.

El anterior Delegado del Gobierno en Madrid (el Sr. Franco) fue el que precisamente intentó frenar ese proceso, prohibiendo reiteradamente las convocatorias que se hicieron desde ese espacio en los meses de enero, febrero y marzo de este año con la indisimulada intención de romperlo. Por supuesto no lo consiguió, en primer lugar porque a pesar de la prohibiciones salimos a las calles en forma de paseos, acosados/as por las fuerzas policiales bajo el mando político del Gobierno de España, pero salimos. Igualmente, el feminismo combativo también salió a la calle el 8 de marzo a pesar de las prohibiciones. Y lo que es más importante, avanzamos en la reflexión colectiva y en el conocimiento de la auténtica naturaleza de la gobernanza que hoy padecemos, al margen de siglas concretas.

La realidad que significa la Asamblea de Colectivos, Barrios y Pueblos de Madrid y el movimiento que se articula a su alrededor ha madurado significativamente en estos meses. Entre los aspectos de este proceso de maduración está la toma de conciencia de que Madrid es un sujeto político de primer orden sin cuyo concurso es absolutamente imposible un proceso de cambio profundo en el conjunto del Estado o en cualquiera de sus partes actuales. Madrid, por su importancia demográfica, económica, social…, esto es una realidad simplemente objetiva, es elemento clave en la configuración de cualquier proceso de cambio. Pero además, también hemos interiorizado y colectivizado -lo cual tiene aún mayor interés- que Madrid tiene una historia de lucha simplemente impresionante de la que estamos orgullosos/as, de la que han querido y siguen queriendo hacer un borrado o simplemente una apropiación ilícita, especialmente la derechona, como ocurre con los episodios de la resistencia popular, finalmente victoriosa, contra la invasión imperial napoleónica francesa.

  • Madrid participó en la Revolución Comunera, de la que se cumplen ahora quinientos años, y el movimiento comunero alcanzó y mantuvo el poder en la ciudad durante varios meses.
  • Madrid se levantó con un gran coste humano, como decíamos, contra la invasión imperial napoleónica.
  • Madrid fue un puntal en la lucha contra el absolutismo borbónico; la Vicalvarada, entre otros muchos episodios, es una buena muestra de lo que decimos.
  • Madrid fue la punta de lanza en la lucha contra el levantamiento militar/fascista de julio de 1936, además derrotándolo; la heroicidad del Pueblo, en buena medida sin armas, asaltando el Cuartel de la Montaña ocupado por el fascismo bien armado y asesino, hasta conquistarlo, es todo un ejemplo para la historia de la lucha popular.

La resistencia popular, la organización popular en Madrid, viene dando pasos en los últimos años en la buena dirección. En el último año esos pasos se han hecho más sólidos cualitativa y cuantitativamente; y la Asamblea de Colectivos, Barrios y Pueblos de Madrid se perfila como una herramienta esencial para tal cuestión.

La jornada de lucha de los días 25 y 26 y muy especialmente la manifestación del día 26, que sale a las 19h de la Plaza de Atocha para finalizar en Sol, no es una movilización más; es algo mucho mas importante, es la ocasión para contribuir a la construcción de una forma consciente y organizada, del movimiento popular que Madrid necesita: autónomo, combativo, plural, feminista, asambleario y de base; y por supuesto, con una agenda propia que continuará en los próximos meses.

Nos vemos en la lucha, nos vemos en las calles.

Izquierda Castellana, 25 de junio de 2021

 

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