“Diálogo sin cortapisas”. Es la oferta del Gobierno para la cita que el próximo lunes reunirá en la Moncloa a Pedro Sánchez y Quim Torra, de la que la Generalitat espera salir con un “acuerdo político” que trascienda las cuestiones meramente sectoriales. El Govern abriga la esperanza de que en este encuentro se pueda “hablar con naturalidad de todo”, incluido el derecho a la autodeterminación.
El ofrecimiento de este diálogo franco llegó en la comparecencia de la vicepresidenta española, Carmen Calvo, en el Congreso para desgranar las prioridades de su gestión. El mensaje no sólo intenta allanar la reunión tras diversos desencuentros sino que también puede decantar el aval de ERC y el PDECat a la renovación de la cúpula de RTVE que se vota hoy.
Calvo instó a Torra a asumir “un esfuerzo”, para el que ofreció y reclamó respeto. La propuesta de “diálogo sin cortapisas” fue bien recibida por los portavoces de ERC y el PDECat en la comisión, Joan Tardà y Jordi Xuclà. Aunque puso también de inmediato en alerta a los portavoces del PP y Ciudadanos, Francisco Martínez y Juan Carlos Girauta. “No hay ninguna legalidad que impida que un diálogo se pueda entablar sin condiciones y sin renuncias. Entiendo sus reservas cuando se habla de negociar, pero nosotros no hablamos de negociar, sino de dialogar”, insistió Tardà. El portavoz de ERC exigió concreciones: “¿Sin cortapisas es sinónimo de sin condiciones? Entiendo que sí, pero necesito que lo diga así”. Y Calvo le respondió: “Sin cortapisas significa que tenemos que tener libertad para hablar”.
Calvo advierte que la autodeterminación “no existe en democracia”, y Artadi la defiende
Torra, por tanto, le podrá plantear a Sánchez su demanda del derecho de autodeterminación de Catalunya. “¡Faltaría más que no pudiera hablar de lo que considere opor-tuno! Si no, nos colocaría en una posición muy poco democrática”, admitió la vicepresidenta. Aunque el presidente del Gobierno lo rechazará, ya que, según subrayó Calvo, “el derecho de autodeterminación no existe” en el ordenamiento jurídico y constitucional español ni más allá. “No, la autodeterminación no existe reconocida en ninguna democracia del mundo”, zanjó la vicepresidenta.
Pese a todo, la disposición del Gobierno a poder hablar de todo ya fue recibida por Tardà como “una gran victoria”. Así pues, y “con la misma naturalidad” con que Sánchez defenderá la solución de la reforma constitucional y Torra lo rechazará, el presidente de la Generalitat podrá apostar por el derecho de autodeterminación y el presidente del Gobierno lo rechazará. “Hace falta dialogar muchísimo, porque partimos de escenarios muy alejados”, celebró Tardà. El portavoz de ERC, no obstante, confió en que hoy se manifieste en el Congreso en el mismo sentido que Calvo la ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, que está perfilando con Elsa Artadi, consellera de Presidència, el orden del día de la reunión entre Sánchez y Torra. Y si así es, ERC apoyará al PSOE para renovar la cúpula de RTVE.
El Govern, por su parte, recogió también el guante del “diálogo abierto, franco y sin cortapisas” ofrecido por Calvo, y lo hizo con la esperanza de que efectivamente signifique “poder hablar con naturalidad de todo”, incluido el derecho a la autodeterminación, que Artadi insistió en situar como el punto principal del encuentro. “El bloqueo institucional no se ha producido por las cercanías, sino por el derecho de autodeterminación de los catalanes, y por esta razón los presidentes tienen que hablar del tema central, lo cual no quiere decir que renunciemos a los otros”, argumentó la también portavoz del Govern, consciente –“no queremos creer lo que sabemos que no puede ser”– de que la reunión entre Sánchez y Torra “no acabará con grandes acuerdos”, pero esperanzada de que sí concluya al menos con un “acuerdo político” de fondo que permita que “después de la primera reunión pueda haber más”.
ERC supedita el apoyo a la renovación de la cúpula de RTVE al diálogo con Catalunya
La pretensión del Govern no es, pues, salir el lunes de la Moncloa con un gran acuerdo de medidas sectoriales, sino con un “acuerdo político”, por inconcreto que sea, que sirva para visualizar la voluntad de todas las partes no sólo de mantener vivo el diálogo, sino incluso de profundizarlo. Dicho de otro modo, el presidente de la Generalitat no piensa plantear al presidente del Gobierno español ni los 45 puntos que en su día Carles Puigdemont llevó a Mariano Rajoy –y que la parte catalana considera incumplimientos de la parte española– ni cuestiones sectoriales como, por ejemplo, la de la financiación autonómica, sino una discusión “abierta y franca” sobre “el momento político en que nos encontramos”, que incluye “el derecho de autodeterminación, los presos, la regresión en el ejercicio de los derechos civiles o la presencia del franquismo en el espacio político y social”. Y de estos apartados es de los que confía que pueda salir el “acuerdo político”, que, en todo caso, sí sería el que permitiría desencallar todos los asuntos sectoriales que llevan años y años pendientes.
Es decir, el Govern tiene en mente un escenario en el que el diálogo sobre los 45 puntos avance en paralelo al “diálogo político”. O esta es, cuando menos, la intención con la que Artadi sigue preparando la reunión con Batet, con quien hoy tiene previsto un nuevo contacto vía telemática para intentar cerrar el orden del día de la entrevista. Y de acuerdo con el mismo criterio, el Govern aprovechó su reunión de ayer para reactivar las cuatro comisiones bilaterales que la Generalitat tiene con el Estado, a fin de tenerlas listas para después de la entrevista entre Sánchez y Torra, en la medida en que aspira a vehicular, a través de ellas precisamente, la negociación de los 45 puntos y de todas las materias de carácter sectorial. Lo que hizo el Govern, en concreto, fue nombrar a los representantes de la parte catalana en las comisiones bilateral, de transferencias, de asuntos económicos y fiscales y de infraestructuras.
La comisión bilateral es la más política y la parte catalana la presidirá el conseller de Acció Exterior, Relacions Institucionals i Transparència, Ernest Maragall, y formarán parte de ella el vicepresidente Pere Aragonès, la consellera Artadi y el restituido delegado de la Generalitat en Madrid, Ferran Mascarell. La comisión de transferencias estará presidida por la titular de Presidència y contará con la presencia, entre otros, de Aragonès y el comisionado para el desarrollo del autogobierno, Pau Villòria. La comisión de Asuntos Económicos y Fiscales la encabezará el vicepresidente y conseller de Economia. Y la de infraestructuras la dirigirá el titular de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet.
Además de todo ello, el Govern acordó, por otro lado, retirarse de la demanda ante el Tribunal de Cuentas contra los encausados por el 9-N a la que el gobierno español le obligó a presentarse cuando la Generalitat estaba intervenida por la aplicación del artículo 155 de la Constitución.