
NO TENEMOS ESTADO, TENEMOS UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL. ESO SÍ, CON UN POTENTE APARATO MEDIÁTICO DE MANIPULACIÓN
El debate entre reforma y ruptura no era pues un debate formal. La ruptura suponía y supone el no reconocimiento legal del franquismo y, por tanto, no partir de esa base para construir las normas jurídico-políticas en las que se enmarcan nuestras vidas. La reforma, base política y doctrinal sobre la que se hizo la Transición, si reconoció esa legalidad como referencia.