
Marruecos vive días de máxima agitación. Un movimiento de protesta liderado por jóvenes que exigen mejoras en la sanidad y la educación está alterando la calma social del país norteafricano desde el pasado sábado, y ya ha derivado en disturbios en varias ciudades. Los incidentes más graves se registraron anoche, cuando dos personas murieron y otras resultaron heridas en la localidad sureña de Lqliaa, después de que las fuerzas de seguridad abrieran fuego para impedir –según el relato de las autoridades locales– que un grupo de manifestantes les robara sus armas.
De acuerdo con la versión oficial, los alborotadores irrumpieron en una sede de la Gendarmería Real armados con cuchillos y prendieron fuego a parte las instalaciones y a un vehículo, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a disparar.
Anoche, la violencia también se extendió a la ciudad de Salé, cerca de Rabat, donde grupos de jóvenes lanzaron piedras contra la policía, saquearon tiendas y prendieron fuego a bancos y vehículos policiales, según testigos. Asimismo, en Tánger, varios manifestantes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad, mientras que en Marrakech se registró un incendio en una comisaría.
Colectivo anónimo
Los organizadores de las protestas utilizan plataformas como TikTok, Instagram y Discord para movilizarse
La actual ola de protestas no tiene precedentes en el país. Detrás de este movimiento está un grupo de jóvenes anónimo y poco estructurado que se hace llamar GenZ 212 –en alusión a la generación z, que abarca a quienes nacieron entre 1997 y el 2012; y al código telefónico del país–, y que utiliza plataformas digitales como TikTok, Instagram y la aplicación de juegos Discord para movilizar apoyos.
El detonante de las manifestaciones fue la muerte, según medios locales, de ocho mujeres en un solo mes en el hospital Hassan II de Agadir, en el sur de Marruecos, un suceso que generó sospechas sobre el deterioro de los servicios sanitarios. Esas muertes llevaron a la destitución de altos responsables de salud locales, la apertura de una investigación judicial y protestas ciudadanas que denunciaban el empeoramiento de la atención médica y lo que consideraban un aumento de casos de negligencia.
En este escenario y en el contexto de las protestas juveniles en países como Nepal, Madagascar y Perú, nació el colectivo GenZ 212 en Discord, donde los participantes publicaron un documento que recogía sus demandas básicas, entre las que figuran la universalidad de la cobertura sanitaria, la modernización de los centros hospitalarios y el acceso a medicamentos a precios asequibles, así como la mejora del sistema educativo.
Las manifestaciones para exigir el cumplimiento de estos puntos comenzaron el pasado sábado de forma pacífica, pero, ante la pasividad del Gobierno y la política represiva de las autoridades, el martes se empezaron a registrar episodios violentos y choques con la policía, que han causado un número indeterminado de heridos y detenidos.
Las dos muertes de anoche suponen una escalada en un conflicto que evidencia el malestar de una juventud que tiene motivos de peso para salir a las calles: en Marruecos, la tasa de desempleo juvenil (15-24 años de edad) alcanzó el 47 % en el segundo trimestre de este año. Los jóvenes representan hoy una cuarta parte de la población total del país, que ronda los 37 millones.
Dos muertos durante las protestas juveniles en Marruecos