
La asociación ADAVAS, dedicada a ayudar a mujeres víctimas de violencia sexual y de género, ha denunciado la «actitud intimidatoria» de la Policía Nacional en una manifestación celebrada en Valladolid el pasado 25 septiembre. En un comunicado enviado a los medios, explican que la conducta de la autoridad «asemejaba más bien a la del trato que se le da a un grupo delincuencial».
Según han explicado en el escrito remitido este lunes a la prensa, el colectivo se concentra los días 25 de cada mes en la plaza de Fuente Dorada «para denunciar la violencia contra las mujeres» y en el último acto «varios miembros de la Policía Nacional» se acercaron «para exigir la documentación» a algunas de las mujeres que habían sostenido la pancarta de protesta.
Aunque ADAVAS ha reconocido que quizá no solicitaron la autorización necesaria, alegan que se trata de un acto que llevan desarrollando durante tres lustros. «Es posible que en esta ocasión hubiera algún problema técnico en la comunicación de la concentración, pero teniendo en cuenta la reiteración de estas concentraciones durante tantos años, su sentido y legitimidad parece evidente», han considerado tras recordar que desarrollan las concentraciones «de forma sistemática desde hace quince años» en la misma fecha como «recuerdo para las víctimas mortales» y con el objetivo de reivindicar «medidas concretas para su protección».
Por eso, consideran que «lo normal» era que si la Policía Nacional «necesitaba aclarar algún aspecto sobre la concentración», un agente se hubiera acercado a título individual a comprobar el desarrollo de la protesta. Sin embargo, «la dotación al completo se dirigió a las personas responsables de la concentración en una actitud intimidatoria, exigiendo su identificación», sostienen en la nota de prensa.
«La imagen que se dio de una movilización a favor de las mujeres víctimas de violencia, no sabemos si intencionadamente o no, asemejaba más bien a la del trato que se le da a un grupo delincuencial», han añadido.

Agentes identificando a los manifestantes.
En su escrito cuestionan, además, que mientras «el Gobierno exhibe hasta la saciedad su compromiso contra la violencia sobre las mujeres», los colectivos que se dedican a defender a las mujeres agredidas no gozan «del respeto suficiente por parte de la Delegación del Gobierno y sus fuerzas policiales».