El porqué de un genocidio

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El gobierno de Israel considera que los palestinos son un mal irreparable. Nunca podrán convivir con él. El primer ministro opina que nunca deben tener un estado. Los ha comparado con Amalek, un enemigo bíblico de los judíos al que Dios exige exterminar.

En 1975, la ONU dictaminó en una resolución que “el sionismo es una forma de racismo”. Siete años más tarde el ejército israelí rodeó Sabra y Chatila, dos campos de refugiados palestinos en Líbano, donde milicias cristianas bajo su vigilancia, masacraron a la población. Una investigación de la ONU concluyó que esta matanza, en la que murieron miles de personas, fue un genocidio. Ahora, otra investigación de Naciones Unidas acusa a Israel de cometer otro genocidio en Gaza.

Morge del hospital Mártires de Al Aqsa,  Deir al-Balah, 13 août 2024. © Saher Alghorra / Zuma Press Lauréat 2025 du Visa d’or humanitaire du Comité International de la Croix-Rouge (CICR)

El dolor por la muerte de un ser querido en Gaza ha ganado el premio Visa de Oro Humanitario de la Cruz Roja en el festival de fotoperiodismo Visa pour l’image en Perpignan, Francia  Saher Alghorra / Zuma Press

Israel logró en 1991 que la ONU revocara la resolución que equipara el sionismo con racismo y colonialismo. Fue su condición para participar en la conferencia de paz de Madrid, primer encuentro directo con los palestinos.

Israel se define como un estado judío, fundado en 1948 sobre los principios sionistas que Theodor Herzl redactó en 1897. La declaración de independencia así lo recoge y en 2018 el Parlamento aprobó la ley básica del Estado Nación del Pueblo Judío. Esta “ley de leyes” establece que todo el mundo tiene derechos humanos, pero que en Israel solo los judíos tienen “derechos nacionales”. Dos millones de palestinos israelíes se convirtieron entonces en ciudadanos de segunda clase.

Los israelíes se refieren a sus conciudadanos palestinos como árabes. De este modo evitan reconocer su identidad nacional. Apenas hay judíos que hayan tenido una educación bilingüe. Las dos comunidades no se han mezclado y los escasos matrimonios mixtos sufren una gran discriminación. Desde el 2003, además, no pueden vivir juntos en Israel.

La deshumanización de los palestinos es mucho más grave en los territorios ocupados. Lo era ya antes de la masacre de Hamas del 7 de octubre y desde entonces se ha generalizado.

El porqué de un genocidio

Una comisión de la ONU afirma que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza

La gran mayoría de los israelíes quiere expulsar a los palestinos de Gaza

El 82% de los israelíes apoya la expulsión de los palestinos de Gaza, según una encuesta de la Universidad de Pensilvania publicada en marzo. El 47% está, asimismo, a favor de matarlos a todos, como hizo Josué al conquistar el Jericó bíblico.

El mesianismo sionista y la ansiedad existencial dominan ahora la opinión pública. La furia divina aplasta a la compasión. Un sondeo del Instituto Democrático de Israel de finales de julio aseguraba que al 79% de los judíos israelíes no les preocupa nada la suerte de los palestinos en Gaza. Sólo el 6% pide la paz por “el alto coste en vidas humanas” que ha tenido la guerra. El 74%, según una encuesta del Canal 12, quiere un alto el fuego no como vía hacia la paz con los palestinos sino para liberar a los rehenes en poder de Hamas.

La guerra y el dinero han reemplazado a la política como gestores del mundo, y es así como Trump y Netanyahu erradican Gaza, a su gente y a su historia. Creen que solo la destrucción absoluta de corazón de Palestina librará a Israel de un peligro existencial. La guerra les permite vivir en una barbarie como si fuera una civilización, y así es como llevan a cabo el genocidio de un pueblo indefenso.

El porqué de un genocidio, por Xavier Mas de Xaxàs

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