
Cuatro activistas que trataron de interrumpir la contrarreloj denuncian a la Policía «porque la actuación no responde a los estándares democráticos», mientras que el delegado del Gobierno, Nicanor Sen, defiende la proporcionalidad de la intervención
Cuatro activistas que trataron de interrumpir la contrarreloj del pasado jueves de la Vuelta a España en Valladolid, por la presencia del equipo Israel Premier Tech, presentaron hoy una denuncia ante los juzgados de la ciudad al entender que la actuación policial «no responde a los estándares democráticos» y «se recurrió a una violencia inusitada frente a una acción pacífica», informa Ical.
Tres de los denunciantes, Jorge Lebrero y Javier Lázaro, que fueron los dos detenidos ese día por saltar a la calzada en la zona de la Plaza de la Universidad, junto a Eva Valentín, acudieron hoy a los juzgados para presentar esta denuncia que va encaminada a «investigar a los agentes que participaron en esta detención», si bien aprovecharon para afear la posición de la Subdelegación del Gobierno en los días precedentes, «en la que estuvo calentando de una manera totalmente irresponsable el ambiente» y anunciar un despliegue de un millar de policías porque «iban a llegar grupos radicales a reventar La Vuelta».
«Todos los detenidos y las personas golpeadas somos de Valladolid, y nos preguntamos dónde están esos grupos radicales que iban a venir de fuera. No se puede jugar con esto. Es una cuestión muy seria», apuntó Jorge Lebrero, uno de los denunciantes, quien cargó contra la «hipocresía» del Gobierno central, que «amenaza con sanciones muy importante, de hasta 600.000 euros, y luego el domingo en Madrid dice que está orgulloso de la respuesta de la sociedad». «Para que eso suceda, hay cuatro que tienen que saltar primero la valla; y luego a lo mejor lo hacen 40 y después saltan 400», dijo, para criticar que el Ejecutivo «se apropie» ahora de estas reclamaciones.
Recordaron que tal y como se ve en los videos que circulan por internet, y que han adjuntado en la denuncia, dos de las personas fueron detenidas y otras dos «fueron lanzadas detrás de las vallas». Según indicaron, una de ellas «se golpeó contra el suelo y quedó inconsciente durante unos breves momentos y se desvaneció». «Lo que denunciamos es que se esclarezca todo esto», incidió Lebrero.
En la misma línea se posicionó Eva Valentín, quien se quejó del «trato recibido, la desproporción de la Policía al utilizar su fuerza», pero también de que los agentes «no actuaran contra las personas espectadoras que estaban alrededor y que se unieron al linchamiento». «A mí, por ejemplo, me empujaron varias veces, me dieron algún que otro golpe y la Policía tampoco actuó», manifestó. Valentín anunció que «lo volvería a hacer una y mil veces, porque para parar un genocidio no se puede andar jugando a las casitas ni a nada de eso, hay que poner cuerpo y mente». «En eso estamos y en eso seguiremos», pronosticó.
Al respecto, tomó la palabra Jorge Lebrero, quien señaló al delegado del Gobierno, Nicanor Sen, y al subdelegado, Jacinto Canales, quienes aseguraron que la fuerza policial fue la adecuada. «Por lo general es lo que tienen que decir. En las imágenes de Madrid se ve también a la Policía Nacional lanzando vallas a los manifestantes. Por supuesto hubo de todo, pero se ve eso ¿Y qué van a decir? Que si hay algún agente que se excedió lo investigarán, pero sabemos como acaba», sostuvo, para reiterar que era una «protesta pacífica» y que saltaron al al recorrido «en un punto de máxima visibilidad, con unas banderas». «No ejercimos resistencia, fuimos lanzados contra las vallas, pero se nos podía haber apartado perfectamente sin recurrir a ello. Nosotros somos activistas y militantes sociales, no somos delincuentes. Este tipo de fuerza y de formas no son coherentes con lo que estábamos haciendo», detalló.
Aislamiento económico a Israel
Jorge Lebrero profundizó también en que «no es normal que los equipos deportivos israelíes puedan competir en las competiciones europeas y globales» y apostó por acciones «más allá de las más o menos simbólicas», entre las que mencionó la posibilidad de no participar en el Festival de Eurovisión o la expulsión del país de. «Hay que aislarlos económica y diplomáticamente. Eso es lo que hace falta hacer. En ese sentido se enmarcan todas las protestas que han tenido lugar durante La Vuelta Ciclista a España, en el cual todos los territorios han salido, algunos con mayor o menor intensidad, con el colofón de lo que sucedió en Madrid», expresó.
El activista, quien recordó que hoy mismo el ejército israelí están entrando en Gaza y se ha conocido que la comisión investigadora de la ONU, «por primera vez», reconoce que es un «genocidio», cree que es «fundamental aportar todo lo que se pueda para detener lo que está ocurriendo». También hizo un llamamiento a la «sociedad colonial israelí», para que «tome conciencia de lo que está haciendo el Gobierno de Netanyahu, con quien no todo el mundo comparte lo que hace, y que defendían que la solución militar no era una solución real».
Además, se refirió al «movimiento de solidaridad internacional, la retaguardia en este conflicto», donde se ubica, dijo Lebrero, su «papel y el que se pueda aportar». «Es fundamental que no simplemente sea un apoyo moral. No está suficientemente bien el decir que nos parece mal lo que sucediendo, sino que hay que ir más allá. Y lo que nos pide el Movimiento de Liberación Palestino es que se aísle lo posible al Estado genocida israelí», deseó.
Para conseguir eso, añadió, apuntó a la «mayor presión contra Israel». «Nos preguntamos si en Valladolid, en vez de haber salido cuatro personas a intentar manifestar que la contrarreloj debía suspenderse, hubieran saltado 400 y se hubiera tenido que suspender», intuyó.
Insistió en que en Gaza «están muriendo decenas de miles de personas, no se sabe exactamente cuánta gente hay», porque mientras las cifras oficiales hablan de 65.000 fallecidos, otros estudios manejan «varios cientos de miles y no hay capacidad de hacer ningún censo ahora mismo para saber qué es lo que ha sucedido realmente». En todo caso, vaticinó que «cuando se sepa la verdad, algunos no van a tener dónde esconderse debido a su patetismo moral y a la posición que está teniendo».
Igualmente, criticó que «teniendo en cuenta lo que está sucediendo en Gaza, haya gente que quiera llevar el debate a si el hecho de mover cuatro vallas o de que se tenga que suspender una competición deportiva es violencia», algo que calificó de «banalidad del mal» y de «ser totalmente insolvente, desde el punto de vista intelectual y de la más mínima ética». En ese sentido, también se dirigió «a la derecha de este país», que durante todo el siglo XX «se caracterizó por su antijudaísmo». «Habría que recordar de dónde vienen ciertos partidos políticos y lo que decían de los judíos. Ahora parece que vienen de defensores de la comunidad judía. Esto no es una cuestión religiosa como nos han explicado en innumerables ocasiones; sino que existe un estado colonial que es Israel: ni antisemitismo ni antijudaísmo ni ninguna vaina de esta que pretenden contar», subrayó.
Y al respecto, puso un ejemplo y remarcó que lo que ha pasado con La Vuelta «es como si en los años 40 hubiera un equipo ciclista de la Alemania nazi compitiendo, solo que después de haberse grabado ya los campos de exterminio»; y recordó que en los años 30, cuando se celebraron los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, la comunidad judía solicitó hacer un «boicot» al evento, y fue el Estado español «el que tomó el testigo y se hizo partícipe para recoger esta petición, organizando las olimpiadas populares en Barcelona en ese año, que no pudieron tener lugar por el golpe de estado». Con este ejemplo, puso en valor los «movimientos progresistas» españoles, que «siempre han sido solidarios y han estado a favor de la libertad religiosa y, por supuesto, no han tenido nada ni de antisemitas ni de antijudíos como quieren contar ahora». «Esto es una cuestión de dignidad, de defensa de los derechos humanos y de estar con los pueblos que quieren descolonizarse, que es a lo que estamos asistiendo ahora mismo», sentenció.
Respuesta del delegado del Gobierno
Por su parte, el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, aseguró que la Policía Nacional y la Guardia Civil «no emplearon un uso desproporcionado de la fuerza» en el dispositivo de seguridad en la contrarreloj de La Vuelta que acogió la capital vallisoletana, donde se produjeron «aislados altercados» con dos detenciones. Aun así, Sen reconoció que dicha situación «se podría haber evitado», ya que el deporte «no puede vivir a espaldas» del «genocidio» que se produce en Gaza, dijo.
Durante la presentación del informe de los medios del Gobierno de España que han participado en la extinción de los incendios durante el pasado mes de agosto en Castilla y León, Sen respondió a los medios de comunicación, quien señaló que lo ocurrido en Valladolid y en otra etapas de La Vuelta se podría haber evitado con soluciones similares a las adoptadas en el caso de la invasión rusa de Ucrania, apuntó.
En relación a la presentación de una denuncia en los juzgados por las cargas policiales durante la etapa celebrada en Valladolid, Nicanor Sen afirmó que cada persona puede adoptar las acciones que entienda mejor para defender sus «derechos legítimos», pero remarcó que la jornada, dentro de la dificultad que presentaba, se desarrolló con «plena normalidad».
Además, dejó claro que el dispositivo «protegió a los ciudadanos», que se centró también en lograr la conciliación de los derechos fundamentales de manifestación, pero siempre desde el respeto, al posicionarse en contra de «cualquier violencia».
No obstante, el delegado de Gobierno remarcó que «no se puede obviar que la sociedad está en contra del genocidio que está en marcha», de ahí las movilizaciones llevadas a cabo para defender a los «más vulnerables», apostilló.