
Desde el Gobierno aseguran que su inclusión en la clasificación empresarial del INE se debe a la guía interpretativa de Eurostat.
El Ministerio de Igualdad presiona a Economía para que el Instituto Nacional de Estadística (INE) elimine los servicios sexuales (la prostitución) como una actividad económica homologada.
Una categoría que figura desde principios de este año en la guía interpretativa de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) del organismo estadístico.
¿Y qué es el CNAE? La herramienta que sirve para identificar los diferentes sectores económicos en España.
Sorprendentemente, la guía interpretativa del Instituto apunta a que los servicios sexuales se encuentran entre ellos -dentro de la categoría de ‘Otros servicios personales’, pese a la posición que tiene el PSOE (que detenta las competencias de Economía, y por tanto del INE, en el Gobierno) respecto a esta cuestión.
Según indica Igualdad en un comunicado, la inclusión de los servicios sexuales entre las actividades identificadas en los CNAE se debe a un «automatismo que proviene de la práctica europea y estamos trabajando en su exclusión«.
La guía interpretativa del INE «es la traducción literal de la guía interpretativa que publica Eurostat» y que acompaña a la Nomenclatura estadística de Actividades económicas de la Comunidad Europea (NACE). Dicho documento es la base de las CNAE de los Estados.
Igualdad argumenta que la guía de Eurostat no atiende a las diferencias legales y sociales entre los países. Esto es lo que lleva a que la guía del INE incluya como ejemplo ‘la prestación o concertación de servicios sexuales’ dentro de la categoría de ‘Otros servicios personales’.
Con todo, aseguran, no tiene ningún tipo de eficacia jurídica. Pese a que el INE recoja la clasificación, los servicios sexuales no se incluyeron en el real decreto que actualizó la clasificación empresarial para este año.
Por ello, en un comunicado, insisten: “Su mención es un automatismo que proviene de la práctica europea y estamos trabajando en su exclusión”.
El departamento indica que trabaja con Economía, junto al propio INE, para «adaptar la guía interpretativa a la realidad española, de forma que no contemple actividades relacionadas con la prostitución».
El departamento ha asegurado que se va a enviar una carta a la comisaria europea de Igualdad para que se adapte el listado de actividades económicas al ordenamiento jurídico propio de cada país.
Esta polémica sacude al Ejecutivo, de nuevo, en uno de los perfiles en los que más golpes ha sufrido en los últimos tiempos. Unos meses en los que se han revelado comportamientos machistas de determinados líderes del PSOE y se han puesto en entredicho los principios feministas de su cúpula.
La respuesta de Pedro Sánchez a estos escándalos (incluidos los relacionados con el caso Koldo) ha sido anunciar un anteproyecto de ley para abolir la prostitución para septiembre. La iniciativa se tendrá que enfrentar a su tramitación en el Congreso, donde el PSOE ya fracasó el año pasado ante la falta de apoyo de sus socios.
El proyecto legislativo para prohibir la prostitución fue tumbado por 184 votos en contra, incluido el de Sumar.
El socio de la coalición criticaba que el PSOE no proporcionaba alternativas o garantías para las mujeres afectadas por la prohibición, cuyas condiciones de vida podían empeorar.
También ERC, PNV y EH Bildu, aliados habituales del PSOE, votaron en contra. Paradójicamente, José Luis Ábalos (relacionado con escándalos de prostitución), ya en el grupo mixto tras ser expulsado del PSOE, sí que apoyó la norma.
¿Y qué piensan las trabajadoras sexuales sobre la posible ley? Uno de los sindicatos más representativos de prostitutas, Otras, la rechaza. De hecho, piden la legalización completa de su actividad.
«Queremos que se pueda incorporar en el estatuto de los trabajadores el epígrafe de esta actividad. Es muy factible y ya está ocurriendo en países como Nueva Zelanda», indicaba Mónica Martín, secretaria general de Otras, en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL, la semana pasada.
«Pedimos regulación, igual que en cualquier trabajo: que puedas tener una jubilación, paro, derecho a descansar por enfermedad laboral… Que cotices a la Seguridad Social y tengas los mismos derechos que un camarero o el dueño de este bar«, añadía.
Sin embargo, esta no parece ser la intención del PSOE. ¿Y cuál es la postura del PP? Los populares piden tomar acciones contra la trata de personas y contra el proxenetismo. Pero sin llegar a proponer, de manera explícita, el abolicionismo.
De hecho, las últimas intervenciones de Alberto Núñez Feijóo sobre este asunto han sido para atacar a Pedro Sánchez. Concretamente, por los anuncios del presidente del Gobierno sobre abolir la prostitución cuando su suegro, Sabiniano López, está vinculado a no menos de 10 puticlubs.
Concretamente, le acusó de dar «lecciones de moralidad desde la inmoralidad». «No puede ser un adalid y decir que va a abolir la prostitución, cuando participó en el abominable negocio de la prostitución», acusaba, el presidente del PP hace sólo unas semanas.
De hecho, cabe recordar que en el último Pleno del Congreso antes de agosto fue más allá, y espetó a Sánchez que «lo mínimo que tiene que hacer es tener la humildad de reconocer que durante una época de su vida esa prostitución le vino bien en el ámbito personal y patrimonial.»
Unas palabras que resonaron en el hemiciclo y que generaron una guerra entre los dos grandes partidos por lo que los socialistas consideraban un ‘ataque personal’ contra el Presidente del Gobierno.