El incendio de León y Zamora, camino de convertirse en el peor de la historia de España

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Las primeras estimaciones de la superficie quemada se cifran en 37.000 hectáreas calcinadas en un fuego que se inició el domingo en Molezuelas y saltó el lunes a la comarca de la Valdería

La provincia de León está viviendo en este mes de agosto una de las mayores catástrofes que se recuerdan. Montes arrasados, animales, viviendas y vehículos calcinados, miles de personas evacuadas, varios heridos e, incluso, una persona fallecida son los principales afectados del incendio que va camino de situarse como el peor en la historia del país desde que se llevan a cabo registros.

El fuego se originó el pasado domingo en Zamora, concretamente en la localidad de Molezuelas de la Carballeda, pero, el crecimiento progresivo de las llamas, sostenido a su paso por la adversa climatología que imposibilitó cualquier conato de extinción, provocó su salto a la provincia leonesa, donde ya ha asolado algunos de sus pueblos, además de mantener otros amenzados en su quinto día de actividad, informa Leonoticias.

Una magnitud trágica

El paso del tiempo ha dado pie a la posibilidad de empezar a desarrollar los primeros estudios en torno al alcance del incendio. Así, el Sistema Europeo de información sobre Incendios Forestales (EFFIS) ha hecho pública la primera estimación, basándose en imágenes de satélites, de la cuantía de territorio arrasado por el fuego.

Actualizado en la noche del miércoles, el dato marca un perímetro de 37.906 hectáreas calcinadas unicamente en el incendio iniciado en Zamora. Cabe resaltar, en todo caso, que estas primeras estimaciones se refieren al perímetro del territorio calcinado y no a la superficie completa, pues, en estos casos, es muy posible que dentro del territorio perimetrado existan zonas que se hayan mantenido a salvo de las llamas.

A expensas de la posible variación posterior de las estimaciones hasta conocer las cifras oficiales tras la extinción del incendio, lo que no deja un ápice de duda con los números que manejan a día de hoy es que este siniestro pasará a la historia como uno de los peores de la historia de este país, al menos desde 1968, cuando se creó la base de datos de incendios forestales.

En los documentos manejados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el fuego más extenso registrado hasta el momento es el de Minas de Riotinto -Huelva-, con una superficie calcinada de 29.867 hectáreas.

Cerca se mantienen también los dos incendios que arrasaron la sierra de la Culebra -Zamora- en 2022, quizás el precedente más recordado hasta el momento, llegando a sumar entre ambos alrededor de 60.000 hectáreas. Sin embargo, aunque coincidieron en tiempo y llegaron a conectarse, se cuantifican como separados, quedándose ambos por debajo de la cifra marcada hasta el momento en el último incendio.

Las cifras que marcan la realidad

Hasta el momento, el fuego, más allá del incontable daño material que está produciendo en la provincia, también está generando situaciones de extrema dificultad en los vecinos de la zona afectada. Son ya 34 las localidades desalojadas, que acaparan cifra cercana a las 8.000 personas que se mantendrán fuera de su vivienda.

En este contexto, se prolongan como principales destinos de acogida los diferentes espacios proporcionados por el Ayuntamiento de La Bañeza y Astorga, además de la colaboración de Cruz Roja y Protección Civil, en lo que supone gestos de solidaridad que denotan que no todo está perdido.

Los daños humanos del incendio

A este cúmulo de sucesos se suma también la presencia de cuatro heridos de gravedad tras sufrir quemaduras en la lucha contra el fuego de León y Zamora, además de otros ocho heridos leves. Dos de ellos fueron trasladado al Hospital Río Ortega de Valladolid, mientras que los otros dos se mantienen en el Complejo Asistencia Clínico Universitario de León.

Entre los daños humanos, resalta con firmeza la que ha sido la noticia más trágica hasta el momento, el fallecimiento del bañezano Abel Ramos, joven de 35 años que perdió su vida tras ofrecerse voluntario para combatir el incendio y quedar atrapado «entre dos lenguas de fuego que se juntaron de forma sorpresiva».

Además del incendio originado en Molezuelas de la Carballeda, la provincia sigue inmersa a día de hoy en labores de extinción de catorce incendios activos, entre los que resalta también el de Yeres -alrededor de 1.800 hectáreas quemadas-, que arrasó por completo con Las Médulas y se mantiene en IGR 2.

La imagen de este monumento, corazón patrimonial del Bierzo y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, envuelta en cenizas, bien podría servir para reflejar a través de la fotografía el sentimiento que supone todo lo que se está viviendo en estos días con incendios que están convirtiendo una comarca admirada por su belleza en simples rescoldos.

Llamada a la prudencia

Por otro lado, Llamas de la Cabrera está viviendo también su particular infierno en la lucha contra un fuego que ya suma cerca de 1.500 hectáreas calcinadas y que, además, según ha confirmado la Junta de Castilla y León, acabará «uniéndose» con el de Yeres, siendo uno de los que «más preocupa».

Llegados a esta situación, el subdelegado del Gobierno, Héctor Alaiz, quiso llamar a la prudencia en la comparecencia desarrollada este miércoles por la noche, esperando que poco a poco se vaya reduciendo el número de desalojos y mejore la situación en una provincia que sigue atravesando algunos de los días más aciagos de su historia.

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