
Estamos asistiendo a un proceso cada día más agudizado y brutal de atentado a los tan cacareados Derechos Humanos, especialmente en Gaza, auspiciado y puesto en práctica por la coalición nazi-sionista de EEUU e Israel. Para lo que está ocurriendo es difícil encontrar adjetivos, y la única comparación posible, por la gravedad de los hechos, remite a los genocidios impulsados por el III Reich, especialmente contra la población eslava de la Unión Soviética y contra una parte de la comunidad judía. Es curiosamente el Estado judío el que está teniendo el peso principal, al menos en su implementación práctica, en el actual genocidio. Como en aquel entonces, el Estado sionista pretende despojar a l@s palestin@s de su cualidad de seres humanos.
Esto es el Sionismo:
«Cada bebé en Gaza crecerá bajo la misma educación, no debemos dejarlos vivos y que crezcan hasta los 14 o 15 años. Hay que matar a todos los niños de Gaza, es una realidad».
Moshe Feiglin – Parlamentario y Líder del partido israelí “Zehut”. pic.twitter.com/ohXrDf3Sq4
— Rubén Gisbert (@gisbert_ruben) June 10, 2025
A primera vista puede parecer paradójico y difícilmente creíble, pero en epidemiología son bien conocidos y estudiados los casos en que los hijos de padres maltratadores reproducen con frecuencia esa actitud contra sus propios hijos. En cualquier caso, la cuestión fundamental es que el actual genocidio sirve a un proyecto imperialista, nazisionista, que se está implementando en diversos frentes y que está liderado por Trump y Netanyahu, pero que tiene muchas colaboraciones por activa o pasiva en diversas partes del mundo, incluyendo el conjunto de los Estados que forman la Unión Europea.
La Declaración de Nueva York del 30 de julio, impulsada principalmente por Francia y Arabia Saudí y apoyada por países árabes y europeos, entre ellos España, con la teórica pretensión de articular un arreglo al conflicto palestino, es una auténtica desvergüenza. Pretender que la solución a la cuestión palestina, un claro ejemplo de atroz colonialismo en el siglo XXI, se ha de resolver a través del desarme de Hamás y unas elecciones en la que esta organización no podría participar es una auténtica afrenta a los derechos democráticos y al sentido común, además de una majadería. Hamás es la organización dentro de la resistencia antisionista que tiene un mayor apoyo social, prestigio y capacidad de autodefensa. Si hay que desarmar a alguien, es al Ejército sionista; ya sabemos que este planteamiento no tiene viabilidad alguna en la actual coyuntura, pero desde luego desde el punto de vista práctico sería mucho más eficiente para conseguir la paz en los territorios ocupados que el desarme de Hamás y su veto a participar en unas teóricas elecciones en los próximos tiempos, cosa que por otra parte las circunstancias hacen difícilmente previsible.
Los valores éticos y morales del mundo occidental están por los suelos, completamente entremezclados con los elementos más degradantes de la historia. La humanidad en su conjunto, especialmente los países que se consideran a sí mismos “civilizados”, no pueden permitir que esta situación perdure. No es legítimo ni aceptable mirar hacia otro lado. La única actitud que se puede adoptar desde una perspectiva humana y civilizatoria es la denuncia y la acción, según las posibilidades de cada quien, para que este horror termine.
El Estado español, con el Gobierno de Pedro Sánchez a la cabeza, está haciendo un uso electoralista de esta cuestión. El Estado español sigue siendo uno de los Estados de Europa occidental que más compras de material militar o asimilable realiza al Estado genocida de Israel. Como hemos denunciado en reiteradas ocasiones, la política del Gobierno de Pedro Sánchez y sus aliados se basa esencialmente en la propaganda, ni tan siquiera en el cumplimiento de las cosas que publicitan. Esto es una constante que abarca desde Palestina hasta la ejecución de los Presupuestos Generales, prorrogados en los últimos dos años dada su incapacidad para elaborar y aprobar unos nuevos. Entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030, también tan cacareados, aparecen como primer y segundo objetivos acabar con la pobreza y el hambre. Los miembros del actual Gobierno, que han defendido con tanto entusiasmo la Agenda 2030 cuando les tenía alguna utilidad, parecen haberse olvidado de ella; quizás, porque de forma similar al nazisionismo, al fin y al cabo no consideran a Palestina una parte de la humanidad.
El domingo se celebró una movilización extraordinaria por su amplitud en Sidney, Australia, a favor de un alto el fuego inmediato en Palestina que posibilite la solución de los problemas humanitarios que allí están ocurriendo. Esa nos parece una línea muy adecuada de trabajo.
El mundo civilizado está con Palestina.
Nuestros gobiernos están comprados por los sionazis.Esto es Sidney (Australia), más de 100.000 personas en una histórica manifestación para exigir el final del exterminio del pueblo palestino.
Palestina lliure 🇵🇸 pic.twitter.com/wkeXEmH5jc— José Vico 🔻🇵🇸🇿🇦 (@josevico4) August 3, 2025
También se ha conocido en las últimas horas, aunque no aparece en los medios de comunicación españoles, que Michael Higgins, Presidente de la República de Irlanda, ha planteado que se ponga en marcha el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, para que éstas puedan intervenir militarmente en Palestina para garantizar la articulación de corredores humanitarios eficientes en la distribución de alimentos y productos de primera necesidad. Desconfiamos, por la historia de tales iniciativas, de que una intervención militar auspiciada por la ONU pueda ser eficiente y realmente neutral, pero una situación tan extraordinaria necesita intervenciones igualmente extraordinarias. La posibilidad apuntada por el Presidente de Irlanda, aun con todos sus problemas, podría ser una hipótesis a estudiar y poner en práctica. Desde luego es mucho mejor que estar de brazos cruzados o proponer alternativas como la apuntada en la Declaración de Nueva York.
NEW:
🇮🇪🇮🇱 Irish president calls for potential MILITARY ACTION in Gaza
He wants the UN to invoke ‘Chapter 7’ – which allows an international force to defend aid corridors
«Are we to watch children starving? Something MUST happen» pic.twitter.com/9kRqG7rEuS
— Megatron (@Megatron_ron) August 3, 2025
Michael Higgins: «No puedo estar en un lugar público, pronunciar un discurso y hablar mal de nuestro idioma cuando veo una destrucción tan increíble de todo un pueblo. ¿Vamos a ver cómo mueren de hambre los niños? ¿Y cómo mueren las mujeres deshidratadas intentando alimentar a sus hijos? ¡Así que algo debe suceder!». Personalmente, estoy a favor de que el secretario general de las Naciones Unidas utilice los procedimientos de la Carta de la ONU para aplicar el Capítulo 7. Me refiero a que, independientemente de si el Consejo de Seguridad está de acuerdo o no, e incluso si hay un bloqueo, el secretario general tiene derecho a intentar organizar una defensa internacional de un corredor. Hay 6.000 camiones con alimentos suficientes para tres meses y están bloqueados, lo cual es indignante»
La teoría política, la elaboración de pensamiento progresista, es una cuestión de primera necesidad. El mundo capitalista occidental está enfrascado en el impulso al desarrollo de ese IV Reich, en levantar un proyecto nazisionista, y no lo decimos en un sentido propagandístico, sino plenamente real, con todas las connotaciones -y más- desde el punto de vista del antihumanismo de lo que fue el proyecto nazifascista de los años 30 y 40 del pasado siglo. Ese proyecto está basado en el pensamiento irracional, que viene avanzando en las últimas décadas en Occidente también entre los sectores progresistas, en un pensamiento neohegeliano que es sumamente peligroso para la lucha de ideas y para la construcción de teoría progresista. En los últimos tiempos venimos insistiendo en la necesidad de construir de pensamiento racional y científico, y no nos cansaremos de reclamarlo e intentar llevarlo hacia adelante en la práctica. Sin ello es imposible avanzar en un proyecto antiimperialista y antifascista.
Hay que ponerse en pie de verdad, en correspondencia con los peligros que amenazan al conjunto de la humanidad. Los entretenimientos florales y sectarios organizados por el Régimen del 78 en sus versiones de izquierdas y derechas lo único que hacen es tratar de despistarnos sobre los auténticos problemas que vivimos en el Estado y a nivel global. Seguir cayendo en esa trampa es un error, pero es sobre todo un suicidio desde el punto de vista político e ideológico.
Izquierda Castellana, 4 de agosto de 2025