
Tal como se comentaba en nuestro editorial del pasado martes 15, en cuanto las fuerzas de orden público han hecho un despliegue ajustado a la situación que se vivía en Torre-Pacheco, las convocatorias de la extrema derecha se han venido abajo como se desinfla un suflé.
La conclusión política más clara que se puede sacar de ello es que a los partidos que apoyan el Gobierno les interesaba que la cosa estuviera caliente durante unos días por los beneficios que potencialmente podrían obtener de la situación.