Von der Leyen acusa de «extremistas» a los promotores de la moción de censura y llama a la unidad proeuropea entre las críticas de la izquierda

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La iniciativa no prosperará al necesitar del respaldo de dos tercios de la Eurocámara, con los grandes grupos votando en contra

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha acusado de promover “conspiraciones” haciendo uso del “libro de jugadas de los extremistas”, a los promotores de una moción de censura contra su gobierno que no cuenta con el respaldo suficiente para prosperar, pero que se ha debatido este lunes, sirviendo de escaparate del malestar en el centro-izquierda con su gestión.

El eurodiputado rumano Gheorghe Piperea, del grupo de los Conservadores y Reformistas que lidera Fratelli d’Italia de Georgia Meloni, puso en marcha hace semanas una moción de censura contra Von der Leyen. Acusa al Ejecutivo de la alemana de falta de transparencia y responsabilidad por el Pfizergate, de supuestas interferencias en elecciones nacionales, y de abuso de poder. Tras lograr el respaldo de setenta y seis eurodiputados, se ha debatido este lunes.

La mayoría parlamentaria no quiere esta moción de censura -ni siquiera entre los propios conservadores- pero la iniciativa ha servido a todos para retratarse. Von der Leyen rechaza las críticas y acusa de “extremistas” a quienes la promueven. Los populares han aprovechado para mostrar su rechazo a la agenda verde que tratan de socavar desde el inicio de la legislatura. La extrema derecha crítica el cordón sanitario. Y la izquierda a los populares -incluida la presidenta de la Comisión- por romperlo.

Balones fuera

En un discurso marcado por las constantes interrupciones y los gritos de fondo, Von der Leyen ha acusado a los autores de la moción de censura de tratar de “polarizar a la sociedad” y “erosionar la confianza en la democracia con falsas afirmaciones sobre la intromisión en las elecciones”. También les ha acusado de promover “conspiraciones” sobre mensajes de texto.

La alemana se refiere a una investigación de The New York Times. Esta apuntaba a que los contratos para la compra de vacunas en pleno pico de la pandemia de COVID-19 se cerraron tras un intercambio de mensajes entre la presidenta y el CEO de Pfizer. En una sentencia el pasado mes de mayo, la justicia europea criticó duramente la Comisión por no hacer públicos esos SMS.

En sus primeras declaraciones tras esa decisión, Von der Leyen defendió su gestión. “La Comisión y los estados miembros negociaron conjuntamente los contratos”, ha dicho la alemana, “no hubo secretos, ni cláusulas ocultas, ni obligaciones de compra para los Estados miembros”. Respecto a las críticas por el excesivo uso de las decisiones de emergencia saltando al Parlamento, Von der Leyen ha dicho que ha escuchado a los eurodiputados “alto y claro”. Se ha comprometido a mantener un diálogo abierto con la Eurocámara “para mantener nuestra democracia activa”.

Para la presidenta de la Comisión, la moción es un “burdo intento” de dividir a las fuerzas proeuropeas. “No podemos permitirlo”, ha dicho, pidiendo unidad a las fuerzas proeuropeas. “No puedo prometer que en el futuro estaremos siempre de acuerdo en todo. Pero lo que sí puedo prometer es que siempre estaremos dispuestos a trabajar por el compromiso y la unidad”, ha dicho.

Socialistas y PP, en contra

Manfred Weber, el líder del Grupo Popular Europeo, ha calificado de “pérdida de tiempo” la moción de censura, asegurando que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, “estará feliz viendo lo que hacen sus amigos”. Weber ha anunciado, en una decisión sin sorpresas, que los populares votarán unánimemente en contra. Tras lo cual, ha aprovechado para defender el desmantelamiento del pacto verde y endurecer las políticas migratorias.

Tampoco los socialdemócratas respaldarán la iniciativa. “No porque defendamos todo el curso de la Comisión”, ha dicho Iratxe García, líder del grupo, “sino porque no vamos a regalar ni un voto a quienes Orbán, Le Pen y Abascal, quieren destruir la Unión Europea”. García ha acusado a Weber de ser responsable de esta moción de censura por colaborar con la extrema derecha.

La izquierda, crítica

La socialdemócrata ha interpelado a Von der Leyen recordando que es a la mayoría de centro a quien debe su puesto. También lo ha hecho la líder de los liberales, Valérie Hayer. “¿Quiénes son sus verdaderos aliados en este Parlamento?”, le ha espetado la francesa, tras ceder ante las pensiones de populares y conservadores para retirar varias propuestas de la agenda verde. “¿Quiénes son sus verdaderos aliados?”, ha insistido, “Lo siento mucho, pero no dé nada por sentado.”

“Esto es un show político de la extrema derecha para socavar la democracia”, ha espetado el co-líder de los Verdes, Bas Eickhout. El holandés ha criticado a populares y extrema derecha por hablar de transparencia al tiempo que bloquean el establecimiento de un comité ético en el seno del Parlamento. También ha recordado que en el Pfizergate fueron los Verdes quienes llevaron a la Comisión ante los tribunales.

Eickhout ha echado en cara a Von der Leyen que hable de “extremistas” y “teorías de la conspiración”, cuando su partido establece alianzas con esos mismos grupos. “No hay una mayoría de izquierdas en esta Cámara, pero tampoco hay una mayoría de derechas”, sin el apoyo de los populares, ha dicho el eurodiputado. “Está alimentando a esa bestia y en un momento dado la bestia se la comerá”, ha advertido.

Von der Leyen acusa de «extremistas» a los promotores de la moción de censura y llama a la unidad proeuropea entre las críticas de la izquierda

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