
El músico y compositor falleció este domingo, 25 de mayo, a los 72 años en el Hospital de Santiago de Compostela.
El pasado domingo falleció en Compostela Emilio Cao , compositor, cantautor y músico pionero. Figura esencial en la renovación de la música gallega a través de la recuperación del arpa celta. Con una trayectoria marcada por la experimentación y el compromiso con la tradición, Cao, miembro del colectivo Voces Ceibes, deja un legado artístico y cultural que ha transformado el panorama musical gallego desde la década de 1970 hasta la actualidad.
Su fallecimiento, a los 72 años, en el Hospital Clínico de la capital gallega causó un fuerte impacto este lunes -al conocerse la noticia- entre músicos, intelectuales y otras muchas personas vinculadas a la cultura del país. El artista acababa de recibir el año pasado el galardón honorífico de los Premios Martín Códax por la apertura que tuvo la música gallega en el ámbito internacional gracias a su figura. Un reconocimiento de la Asociación de Música Viva que se entregará en 2025 al grupo Leilía.
Un comienzo marcado por el inconformismo
Nacido en Compostela en 1953, Emilio Cao se formó en un ambiente culturalmente inquieto. Desde muy joven comenzó a tocar instrumentos populares y a unirse a movimientos musicales emergentes como el grupo Brétema y, posteriormente, NHU , formación de rock progresivo en la que también formaban parte Antón Seoane y Xoán Piñón.
Estando en Europa, fue durante un viaje a A Coruña donde se encontró con un arpa celta de segunda mano, que compró y se llevó consigo. Sin referentes ni maestros locales, fue autodidacta, estudiando los sonidos, técnicas y posibilidades expresivas del instrumento. Comenzó a adaptar el arpa a la lengua gallega y a los registros de la música tradicional, abriendo un camino hasta entonces inédito y del que se inspiraron grupos como Milladoiro.
Con tan solo 24 años, en 1977, publicó su primer disco en solitario, Fonte do Araño , considerado uno de los pilares de la música gallega moderna y en el que colaboraron músicos que luego se convertirían en nombres de referencia como Bernardo Martínez, Xosé Ferreiros o los citados Seoane y Piñón. La producción de Nonito Pereira, periodista musical fallecido en 2019, fue clave para el éxito del álbum. El éxito de Fonte do Araño no se limitó al ámbito local. Gracias a la sensibilidad celta de su propuesta, Emilio Cao conectó con músicos de Irlanda, Bretaña, Escocia o Portugal, situando nuestra música en el panorama internacional.
Un artista en constante evolución
En los años siguientes, Cao publicó obras fundamentales como La leyenda de la piedra (1979), En el Manto da Auga (1981), Amiga Alba e Delgada (1986), Cartas Mariñas (1992) o Sinbad en Galicia (1996). En cada uno de estos álbumes exploró diferentes fórmulas para mezclar la tradición con su influencia en el rock y el pop.
Musicó poemas de Rosalía de Castro, Álvaro Cunqueiro o Manuel Antonio y, fuera de su labor discográfica, también participó en proyectos teatrales, colaborando con figuras como Roberto Vidal Bolaño, Eduardo Alonso o Xulia. Compartió escenario y grabaciones con artistas como Alan Stivell, Carlos Paredes o incluso Siniestro Total, demostrando su versatilidad y apertura. En los últimos años ha participado en iniciativas culturales, encuentros musicales y actos conmemorativos.
La huella dejada por un pionero de la música gallega
Músicos de distintas generaciones reconocen la influencia directa o indirecta de Emilio Cao y lamentan su fallecimiento. Para muchos, fue el primer contacto con el arpa celta; Para otros, una prueba de las posibilidades de la fusión entre tradición y contemporaneidad. César Morán , músico fundador del grupo folk jazz-rock Agra y colaborador de este periódico, explica que Fonte do Araño tuvo «una gran importancia» para todos los grupos que mezclaron de alguna manera el rock con la música de raíz.
Cao no sólo introdujo un nuevo instrumento en el imaginario sonoro gallego. También me inspiró a mirar la tradición como punto de partida. Su prolífica obra sigue sirviendo de inspiración para nuevas generaciones de artistas gallegos en contacto con nuestra tradición musical.