
El pasado 1 de enero se han cumplido 40 años desde la liquidación de la línea de ferrocarril Ruta de la Plata, vía que enlazaba Astorga con Plasencia, es decir, el Oeste peninsular, especialmente el castellano. Las razones aducidas en 1985 para su cierre se basaban en que era económicamente deficitario. La presión de las compañías privadas de autobuses también fue importantes en esta cuestión; actualmente no hay ni transporte ferroviario ni tampoco líneas de autobús. Si hoy se aplicara ese criterio habría que cerrar la mayoría de las rutas de AVE en el Estado español, pues, aunque no se informe a menudo ni con rigor sobre ello, la mayoría son deficitarias. Ciertamente aplicar en exclusiva el criterio de rentabilidad económica a una línea ferroviaria es una deformación absolutamente neoliberal en la evaluación de lo que tiene que ser un servicio, y donde deben primar las razones sociales, aunque obviamente haya que tener también en cuenta los criterios económicos.
El cierre de esta línea fue impulsado por el Gobierno de Felipe González y seguido a pie juntillas por el Gobierno del PSOE en Castilla y León, encabezado por Demetrio Madrid, lo que le costó, junto con el intento de construir un cementerio nuclear en Aldeadávila (Salamanca), el pasar a la oposición en la Comunidad, algo que se mantiene hasta el día de hoy. En las elecciones de 2019 Luis Tudanca consiguió por primera vez desde aquel entonces que el PSOE ganase unas Autonómicas, pero Pedro Sánchez lo ha defenestrado para poner en su lugar a un candidato de su gusto que no parece que tenga expectativa alguna de conseguir ganar las próximas elecciones.
Actualmente el Gobierno del PSOE, con el ministro de origen vallisoletano a la cabeza, Óscar Puente, ha decidido suprimir algunas de las paradas en la Comunidad de Castilla y León de las líneas del AVE que enlazan Madrid con la ciudad de Vigo, especialmente en Puebla de Sanabria y Medina del Campo, y en alguna medida en Segovia. De nuevo recurren a argumentos estrictamente economicistas para justificarlo. Después nos hablan de la despoblación como si fuera un fenómeno meteorológico. La supresión de diferentes paradas en las líneas de alta velocidad no hará sino intensificar ese proceso en algunos territorios de Castilla y León; similares consecuencias tiene el abandono de todos los servicios en el medio rural, como el caso de la Atención Primaria, centros educativos, etc.
Desde Comuner@s apoyamos en la medida de nuestras posibilidades las movilizaciones que denuncian esta política liquidadora de nuestra población y que pretenden impedir o revertir esta agresión contra nuestra tierra. Cuando se suprimió la línea de la Ruta de la Plata se llevaron a cabo movilizaciones en casi todos los pueblos afectados por el cierre. La UPR, organización que precedió a la UPC, estuvo presente en todas ellas. Para la construcción de este proyecto político esa experiencia supuso un importantísimo aprendizaje y un mayor conocimiento de nuestro pueblo.
El pasado sábado hubo una gran movilización en Sanabria denunciando esta decisión y para el próximo jueves 29 de mayo se celebrará una concentración en Medina del Campo.
Izquierda Castellana, 26 de mayo de 2025
