Carta abierta a la ciudadanía

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El próximo 15 de mayo a las 09:30 en los Juzgados de la C/ San José n.º 8 se celebrará un juicio contra mi persona en aplicación de la Ley Mordaza en una movilización en defensa de la Sanidad Pública. En los últimos 40 años he tenido que pasar en múltiples ocasiones por los Juzgados, siempre por denuncias de funcionarios policiales.

Antes de proseguir, quiero aclarar que no tengo personalmente animadversión alguna hacia los cuerpos policiales; comparto en sus términos generales la necesidad de que cualquier sociedad disponga de fuerzas de orden público, pero éstas deben estar al servicio de la ciudadanía y orientadas a la lucha contra el crimen. A lo largo de mi vida he tenido la actitud de denunciar cómo las autoridades políticas instrumentalizaban -y siguen instrumentalizando- a las fuerzas policiales para que jueguen un papel activo en el recorte de derechos y libertades, es decir, para que actúen como cuerpos represivos contra las clases populares. Por desgracia, es cierto que algunos sectores policiales están encantados con ese estatus represivo contra la población; actuando de tal modo, las fuerzas policiales pierden su dignidad y el sentido auténtico de lo que realmente deberían de ser. En los años de lucha del movimiento contra el narcotráfico en Pajarillos pudimos comprobar en numerosas ocasiones cómo desde la Subdelegación del Gobierno se instaba a las fuerzas policiales desplegadas en el barrio, especialmente en los primeros tiempos, a dificultar el pacífico discurrir de las movilizaciones, en vez de confrontar con las bandas de narcotraficantes. Aquella no era la voluntad de la policía, sino de los que políticamente la dirigían, y siguen haciéndolo.

Como decía, he tenido que pasar reiteradamente por los juzgados por denuncias que, aunque formalmente las hacían determinados miembros de las fuerzas policiales, estaban, no me cabe duda, inspiradas por las autoridades políticas de uno u otro de los partidos que han gobernado el Régimen en que vivimos. Desde denuncias en relación con la celebración de Villalar, pasando por otras relacionadas con movilizaciones en la calle contra el fascismo, en defensa de los derechos sociales y civiles o, como fue el último caso ante la Audiencia Provincial de Madrid, por un teórico “atentado contra la autoridad”.

En todos ellos fui absuelto porque el juez o tribunal, dependiendo del caso, consideró que mi versión tenía más credibilidad que la aportada por los policías denunciantes instigados por las autoridades políticas, planteamiento que se recoge explícitamente en la sentencia absolutoria del juicio de la Audiencia Provincial de Madrid del 11-02-2021.

En la Atenas posterior a la gobernanza de Pericles, en el siglo V a. C., con la degradación intensa de la democracia ateniense, se popularizó mucho la figura del “sicofante”. Este término, según la Wikipedia, hace referencia a “un denunciante profesional, que generalmente cobraba del interesado en denunciar cuando éste no deseaba hacerlo por sí mismo”. La Ley Mordaza, que en teoría iba a ser derogada por el actual Presidente del Gobierno nada más llegase a ejercer tal función, crea un clima extraordinariamente propicio para el surgimiento de “sicofantes”. Obviamente la denuncia contra alguien conocido por su actividad militante a favor de un auténtico sistema democrático (y además sin ninguna pretensión política partidaria, es decir, de alcanzar puestos institucionales en este Régimen) es un mérito para quienes detentan el poder con total desprecio hacia la verdad y la dignidad.

El jueves 15 de mayo a las 09:30, se celebrará en la Calle San José n.º 8, frente a los Juzgados de lo Contencioso Administrativo de Valladolid, y en coincidencia con el citado juicio, una concentración en contra de la Ley Mordaza y en apoyo a mi persona en tanto que activista social.

Luis Ocampo, médico y militante comunero

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