
El Tribunal Administrativo de Berlín ha dictaminado que está prohibido exhibir banderas de la Unión Soviética durante las ceremonias de conmemoración del Día de la Victoria, que se celebran los días 8 y 9 de mayo en la capital alemana. Esta decisión, tomada en el contexto del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa, ha generado controversia debido al significado histórico de estos símbolos en la contribución decisiva de la URSS en la victoria sobre el nazismo.
La sentencia se aplica específicamente a los actos conmemorativos que tendrán lugar en los monumentos soviéticos de Berlín, como el emblemático Ehrenmal del Treptower Park, el mayor memorial de este tipo en Alemania, donde están enterrados 7.000 soldados soviéticos. Según la información publicada por el diario Berliner Zeitung, la prohibición no solo abarca las banderas soviéticas, sino también otros símbolos relacionados, así como uniformes militares, medallas, canciones de marcha y cualquier emblema que pueda interpretarse como apoyo a Rusia en el actual conflicto con Ucrania.
La medida, que repite restricciones similares impuestas en años anteriores, responde a la sensibilidad generada por la guerra en Ucrania y busca evitar cualquier interpretación de los símbolos soviéticos como respaldo a las acciones actuales de Rusia. La policía berlinesa ha anunciado un importante despliegue de seguridad para garantizar el cumplimiento de estas normas durante los eventos, que tradicionalmente atraen a miles de visitantes, incluidos veteranos y representantes de los países postsoviéticos.
La prohibición de las banderas soviéticas en un contexto de homenaje a la victoria sobre el nazismo desvirtúa el reconocimiento histórico del papel crucial de la Unión Soviética en la derrota de la Alemania nazi. En este sentido, se han presentado demandas contra la medida, aunque el tribunal ha mantenido su postura.
Las conmemoraciones del Día de la Victoria en Berlín, que recuerdan la capitulación de la Alemania nazi el 8 de mayo de 1945, son un momento de gran carga simbólica. La decisión del Tribunal Administrativo supone un insulto a la memoria antifascista y el sacrificio del pueblo soviético en su lucha contra el nazismo.