Crónica y valoraciones de la asistencia de IzCa a la juramentación de Maduro y al Festival Internacional Antifascista en Caracas

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Gran juramentación por parte del pueblo de Venezuela con la revolución bolivariana

La actualidad internacional muestra inequívocamente la agudización de la globalización de la guerra en sus diferentes expresiones. En lo que respecta a Venezuela, EE. UU. y la Unión Europea siguen conformando una macabra y bochornosa alianza. Occidente está obsesionado con el bloqueo, las sanciones y la reproducción de la mentira y el cinismo para acabar con la esperanza que representa el proyecto bolivariano en América Latina y el Caribe.

Desde Izquierda Castellana acudimos como delegación internacional a la juramentación del ya presidente constitucional Nicolás Maduro. La estancia en Caracas nos permitió comprobar nuevamente la realidad de Venezuela, que dista enormemente de la versión facilitada por los grupos de comunicación, ‘progres’ o conservadores, del Estado español.

Estos medios de comunicación, ofuscados en pintar a Venezuela como una dictadura y a las instituciones españolas como democráticas, olvidan que la jefatura del Estado español fue designada por un dictador, y que todas las instituciones españolas, como la judicatura o el ejército, están carcomidas por la cultura franquista. Añadido a que no tiene nada de democrático estar absolutamente sometidos a los dictados atlantistas del imperio angloamericano.

«¡Qué presenten las actas!» Seguro que noche y día cualquier ciudadano/a en Castilla ha escuchado este mantra en algún medio de comunicación. Una campaña, la de las actas, que pretende desprestigiar el proceso electoral y robar el valor de la victoria cosechada por el chavismo. Las actas no se presentan en casi ninguno de los países que las reclaman. Afortunadamente, Venezuela tiene varios instrumentos democráticos recogidos en su Constitución que permiten asegurar la veracidad de las elecciones, entre ellas, las actas. Por el momento, solo ha sido Nicolás Maduro quien a través del Tribunal Supremo de Justicia las ha pedido. La oposición, en cambio, ni las muestra ni las presenta. Con toda seguridad las actas para ellos solo son un capítulo más de su campaña de mentiras. Generar tensión y conflicto es parte del discurso artificial de la guerra mediática extranjera.

Otra cuestión que el imperialismo no perdona a Venezuela es que el chavismo resiste cada vez con mayor firmeza a las arremetidas golpistas e injerencistas, combatiendo y venciendo al fascismo de forma implacable. Ante la amenaza de invasión, el chavismo afirma estar preparado. De lo contrario, hace tiempo que Venezuela ya hubiera sido sometida. Tener capacidad de defenderse no significa que el proyecto bolivariano sea un proyecto guerrerista, ni mucho menos. Cualquier observador mínimamente imparcial acepta que es el chavismo quien abandera la paz, mientras la oposición instiga a la violencia, la intervención militar o el golpismo.

No queda otro camino que el de que los pueblos sean su propio gobierno. Bajo esta premisa, el proyecto bolivariano se ha granjeado el odio de los gobiernos sumisos a la OTAN y al capitalismo corporativista. Estos gobiernos con amplios intereses en la región invirtieron ingentes recursos económicos y mediáticos para tumbar a Venezuela. La mediocridad analítica del imperio, con una inteligencia cada vez más mermada (al creerse sus propias mentiras), concluye otro episodio herido por la fortaleza organizativa del chavismo. Muestra inequívoca de ello es la desesperación de la oposición golpista, que cada vez hace cosas más absurdas y se pone más en evidencia. Algo que indudablemente les ha pasado y les pasará factura es su vocación anti-venezolana. La guerra económica, los sabotajes al sistema eléctrico o el andar constantemente por países extranjeros invitándoles a invadir militarmente su territorio les ha condenado a ser un agente extranjero más. Una actitud imperdonable para la población en general, que se considera patriótica, de ahí la popularidad del chavismo.

La jura formal del presidente electo se desarrolló en la más estricta normalidad constitucional. Con la llamativa asistencia de más de 5.000 jóvenes y otr@s 5.000 comuner@s de diferentes organizaciones que acamparon en vigilia desde el día anterior en las afueras, venid@s desde muchas partes del país para acudir a la juramentación. Miles de vecin@s emprendieron su marcha desde sus barrios a pie, en autobús o en moto. Una marea humana masiva que tiñó de rojo cada esquina. Tras la juramentación formal, Nicolás Maduro fue acompañado por 20.000 motorizados hasta el Palacio de Miraflores, donde le esperaban una decena de avenidas repletas de gente, llenando Urdaneta hasta el puente de las Fuerzas Armadas. A pesar del calor sofocante, la gente se mantuvo firme durante más de tres horas festejando hasta que llegó el Presidente.

El acto de juramentación fue breve y bajo una concepción hermosa. Si el Gobierno es el Pueblo, el Pueblo debe juramentarse. Con la mano en el corazón miles de personas entonaron las palabras del juramento al unísono. Un acto que cristaliza el carácter popular de la revolución bolivariana.

[Crónica] Festival Internacional Antifascista

Venezuela ha acogido el Festival Internacional Antifascista, que se ha celebrado del 9 al 11 de enero en el salón de convenciones de La Carlota (Caracas).

Este evento surge de la necesidad de ofrecer una formación ideológica, trazar líneas de trabajo y dar una respuesta a nivel mundial contra la violencia imperialista que, aunque sufrimos su embate a lo largo y ancho del mundo, se ceba con especial vehemencia con aquellos países que cuentan en Latinoamérica con gobiernos progresistas, como son Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Al acto acudieron más de 2.000 delegados/as internacionales representantes de 125 países.

Izquierda Castellana fue una de las organizaciones invitadas. Nuestra organización quiere destacar el nutrido programa ofrecido y repleto de voces expertas, además de agradecer desde estas líneas el buen trato recibido. Todo ello, evidencia el generoso y constructivo carácter del evento. Además valoramos muy positivamente el trabajo organizativo y logístico llevado a cabo por la militancia del PSUV, anfitriones de las jornadas.

El festival tuvo una ambiciosa agenda política y desarrolló una crítica constante al papel que desempeña EEUU y la Unión Europea contra la humanidad, por su comportamiento colonial e injerencista.

Cabe señalar los avances recogidos y expuestos por la Universidad Internacional de Comunicación. Destaca el proyecto de formación superior para la militancia revolucionaria en los tiempos que vivimos, detectando la necesidad de construir una respuesta a la altura a la sofisticación capitalista que está adquiriendo la violencia cognitiva en las redes sociales y medios de comunicación.

El trabajo de la Internacional Antifascista se centrará en los próximos meses en seguir avanzando en la organización y consolidación en los territorios implicados en esta dinámica.

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