
El miércoles 4 tuvo lugar en el Ateneo Republicano de Valladolid, ante unas 60 personas, un acto antirrepresivo y solidario con los 21 encausados/as por el Rodea el Congreso de 2012, que se enfrentan a una petición fiscal de 112 años de cárcel en total doce años después.
En el acto participaron Elena Martínez, miembro de la Asamblea de apoyo constituida; Eduardo Gómez, uno de los ocho letrados que llevan la defensa; y Manuel Rubio, encausado. Antes de las intervenciones se proyectó un breve vídeo con imágenes de aquel día.
Elena Martínez contextualizó temporal y políticamente las movilizaciones alrededor del Congreso en una época de gran conflictividad y combatividad, repasando las demandas de aquellas protestas, cuya vigencia se mantiene de plena actualidad pese al tiempo transcurrido. Relató también su procesamiento ante la Audiencia Nacional, junto a Doris Benegas y otras seis personas, por un delito contra los altos organismos del Estado al ser identificada como una de las promotoras de la manifestación del 25 de septiembre, y el posterior archivo de la causa por el Juez Santiago Pedraz, que consideró amparada la misma en base a la libertad de expresión, además de justificarla por la “decadencia de la clase política”.
Eduardo González explicó cómo vivió el Rodea el Congreso siendo uno de los abogados de “Legal Sol”, asistiendo a varias de las personas detenidas aquel día. Durante su intervención se atendió a los aspectos jurídicos del procedimiento, desde las contradictorias declaraciones de los policías hasta el pacto propuesto por la Fiscalía para que los acusados/as se declarasen culpables a cambio de una sanción económica, propuesta que solo han aceptado 5 de los 21 encausados. Expuso lo que supone para estas personas una instrucción de la causa que se ha alargado doce años, más los que quedan por delante si la sentencia es condenatoria y se recurre ante instancias superiores. También explicó cómo las denuncias de malos tratos interpuestas por los detenidos/as, algunos de los cuáles salieron con heridas graves de los calabozos, no fueron tenidas en consideración. Eduardo situó el conjunto del procedimiento en las coordenadas del «derecho penal del enemigo», mediante un juicio ejemplarizante contra el activismo social y político.

Manuel Rubio, uno de los 21 encausados, narró su experiencia durante la detención, su paso por los calabozos de Moratalaz durante dos días, el maltrato que los detenidos/as recibieron y cómo los procesados/as han vivido el reciente juicio sin dejarse amedrentar y demostrando grandes muestras de apoyo mutuo entre sí.
El acto concluyó tras varias intervenciones desde el público señalando la importancia de la unidad frente a la represión contra el movimiento popular y llamando a colaborar económicamente con los gastos de la Asamblea de apoyo, que tiene previstas numerosas charlas y actividades solidarias para las próximas semanas.