
«Estoy aquí para expresar mi apoyo y solidaridad a todos los activistas y ciudadanos que salen para defender sus derechos fundamentales, como la libertad, la justicia y la democracia», dijo la joven en declaraciones a la agencia de noticias local Interpressnews. A su juicio, lo sucedido tras las recientes elecciones parlamentarias ha sido «un acontecimiento escandaloso» y «autoritario», mientras que le merecen un «gran respeto» los georgianos que «una y otra vez llenan las calles y utilizan el derecho a manifestarse para expresar su descontento con la situación actual».
La activista, que había rechazado por motivos de contaminación e impacto climático el transporte aéreo las veces que tuvo que cruzar el océano Atlántico, no detalló de qué manera llegó ahora a Tbilisi.
Las votaciones georgianas tuvieron lugar el 26 de octubre en centros electorales de todo el país y en muchas de sus sedes diplomáticas en el exterior. Según datos difundidos por la Comisión Electoral Central, el gobernante partido Sueño Georgiano ganó con 53,93 % del sufragio. Tres grupos de la oposición proocidental rechazaron los resultados del conteo, al igual que lo hizo la presidenta del país, Salome Zurabishvili.