Sobre la muerte de Sinwar

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New York Times: Un sorpresivo encuentro en el campo de batalla llevá a la muerte del líder de Hamas. Los israelíes se sorprendieron al descubrir el cuerpo de Sinwar después de que se detuvieran los disparos

The Wall Street Journal: Después de la muerte de Sinwar, Israel tiene que tomar una dura decisión: declarar la victoria o seguir luchando

Haaretz: No hay duda de que líder de Hamas, Yahya Sinwar, merecía morir. Pero su asesinato es una mala noticia para los rehenes, y solo fortalecerá la arrogancia letal de Netanyahu

El País: La muerte de Sinwar presenta a Netanyahu una oportunidad para un alto el fuego en Gaza

La Vanguardia: Netanyahu, tas la muerte de Sinwar: «No es el final de la guerra en Gaza; es el principio del final»

Recogemos al inicio de este artículo los titulares de varios periódicos de significación en el panorama estatal e internacional. Nos llama especialmente la atención el titular de El País: «La muerte de Sinwar abre a Israel una vía para el alto el fuego en Gaza». Se nos escapa cuál puede ser el análisis que lleva a la conclusión que sirve de titular a la información. Hay que reconocer que la reflexión que hace el autor del artículo, Antonio Pita, es de mayor inteligencia y complejidad que la que refleja el titular, por lo que nos imaginamos -dado que es una práctica habitual en este país- que el título se lo ha puesto un redactor de despacho.

El asesinato de Yahya Sinwar por las fuerzas sionistas, bajo nuestro punto de vista, lejos de acercar el conflicto a una solución política, la dificulta. Asesinado Sinwar, ¿quién podría avalar una tregua por parte de Hamás en este momento? Sinwar no era el impedimento para ello, sino que lo era, es y seguirá siendo el Gobierno de Netanyahu.

Sinwar ha muerto en combate, como un auténtico luchador en defensa de los derechos de su pueblo, con una extraordinaria valentía y como un soldado que intentó impedir que sus compañeros compartiesen la misma suerte que él intuyó que iba a correr. Las fuerzas sionistas trataban de “cazar” a un grupo de tres combatientes, de los cuáles Sinwar se separó para asumir en solitario su destino.

Un combativo Sinwar se defendió hasta el último suspiro de su vida del acoso del Ejército sionista. Desde luego no estaba rodeado de ningún “escudo humano” ni de los rehenes israelíes, que parece que continúan en los túneles que controla Hamás. Según las propias informaciones del periódico israelí Haaretz:

Contrariamente a las previsiones de la inteligencia israelí -de las que se hacen eco los medios de comunicación israelíes, que están encantados de servir al establishment de seguridad-, Sinwar, al igual que otros comandantes de Hamás, encontró su muerte sin estar rodeado por «un escudo humano» de rehenes israelíes.

En cuanto a la alegría provocada en el mundo imperialista en general, nos encontramos de nuevo ante un puro ejercicio de idealismo criminal. Las fiestas en los ambientes sionistas en Israel, EEUU y Europa, además de ser moralmente reprobables por lo que significan de disfrute del puro crimen sobre el pueblo palestino, libanés y sus representantes más significativos, no tienen ningún fundamento desde el punto de vista del avance de la realidad-real de la guerra.

El Estado sionista sigue adelante con sus asesinatos, selectivos o colectivos; las masacres de población civil, especialmente niños y mujeres, se les dan francamente bien. Pero en la guerra que libran tanto en Gaza como en el Líbano, cosechan resultados desastrosos. En lo que va de intento de invasión terrestre del Líbano desde el 1 de octubre ya han fallecido más de 50 soldados y oficiales, y más de 500 han sido heridos de diversa gravedad. El avance territorial es insignificante.

Con el asesinato de Sinwar han dado paso a lo que sin duda será su leyenda, todo un estímulo para los actuales y venideros luchadores por la liberación de Palestina. Tal vez en este país sería bueno recordar el mito sobre los efectos que causó entre las tropas cristianas la muerte del Cid -al que por cierto las fuerzas almorávides le demostraron un gran respeto- y que popularizaron aquello de que el Campeador ganaba batallas después de muerto.

Izquierda Castellana, 18 de octubre de 2024

Yahya Sinwar: Sabemos que no queremos guerra o lucha porque tiene un coste en vidas y nuestro pueblo merece la paz. Durante un largo periodo de tiempo hemos intentado la resistencia pacífica. Desafortunadamente, esperábamos que la comunidad internacional, los pueblos libres y las organizaciones internacionales detuvieran los crímenes de la ocupación y la masacre de nuestro pueblo. Desafortunadamente, el mundo se mantuvo al margen y observó cómo la máquina de guerra de la ocupación mataba a nuestros jóvenes

Entrevistadora: Sabemos que unas 230 personas fueron asesinadas, muchos niños fueron asesinados, y que hay también investigaciones sobre potenciales crímenes de guerra cuando Gaza fue bombardeada, pero también sabemos que Hamas lanzó cohetes en áreas civiles de Israel y que también mató gente y niños, no en las mismas dimensiones que Israel, pero eso sucedió. ¿Cómo contestas a esto, a estas acusaciones de haber cometido crímenes de guerra?

Yahya Sinwar: Israel, que posee un arsenal completo de armamento, equipamiento a la última y aviación, bombardea y mata deliberadamente a nuestros niños y mujeres, y lo hacen a propósito. No puedes comparar eso con aquellos que resisten y se defienden con armas que parecen primitivas en comparación. Si tuviésemos la capacidad de lanzar misiles de precisión que apuntasen a los objetivos militares no habríamos usado los cohetes de la forma en que lo hicimos. Estamos obligados a defender a nuestro pueblo con lo que tenemos, y esto es lo que tenemos. ¿Qué se supone que tenemos que hacer? ¿Deberíamos levantar la bandera blanca? Eso no va a pasar. ¿Acaso espera el mundo que seamos víctimas educadas mientras nos están asesinando? ¿Que seamos masacrados sin hacer un solo ruido? Eso es imposible. Hemos decidido defender a nuestro pueblo con las armas que tengamos.

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