El Sionismo da un paso adelante en su política criminal

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En primer lugar, consideramos que los atentados realizados el martes en el Líbano a través de buscapersonas no son una acción dirigida específicamente contra Hezbolá, aunque nos la pretendan vender de esta manera. El aspecto fundamental es que se trata de un atentado indiscriminado contra la población libanesa, como así lo ha entendido el propio Gobierno de ese país.

El atentado ha afectado al menos a 4.000 personas, según coinciden las últimas informaciones. Hay entre ellas 400 en estado grave, y al menos 11 fallecidos.

Los medios de comunicación occidentales están poniendo el acento en la “sofisticación” de la operación; a estas alturas no se sabe con certeza si ha consistido en el calentamiento inducido de las baterías de litio hasta su explosión o si a estos aparatos se les incorporó una pequeña carga explosiva durante el proceso de fabricación. Pero no es en la sofisticación en lo que hay que poner el acento, sino en la brutalidad de la acción. Después del bombardeo de hospitales, escuelas y campamentos, que a algunos analistas también les pareceren sofisticados, asistimos a esta nueva etapa de la acción sionista. ¿Considerarían igualmente sofisticado esos mismos medios de comunicación y organizaciones que en las vacunas contra la polio empleadas recientemente en Gaza se hubiera incorporado alguna sustancia tóxica que produjera la muerte o graves efectos secundarios entre los/as niños/as vacunados/as? ¿Qué se diría si en una nueva “sofisticada operación” envenenasen los depósitos de agua que utiliza la población palestina o las fuerzas que apoyan su heroica resistencia? Por supuesto hay ejemplos de sofisticación maligna; no hay que alejarse mucho en la historia para encontrar ejemplos de ello, como los hornos crematorios y las cámaras de gas puestos en marcha por el Gobierno nazi, dos claras muestras de sofisticación criminal.

La «sofisticación» del nazi-sionismo

Estamos ante una evidente declaración de guerra, no solo a Hezbolá, sino al conjunto del Líbano. Desconocemos el impacto del atentado sobre el conjunto de la opinión pública libanesa, pero la respuesta del Gobierno de ese país expresa que se sienten brutalmente agredidos por este ataque. Si el Estado sionista contaba con generar contradicciones entre Hezbolá y los otros sectores de la sociedad libanesa, probablemente lo que han favorecido es un proceso de cohesión social y política.

La escalada en la guerra sube un peldaño más con este atentado de las fuerzas del Estado hebreo. Es posible que la respuesta de las fuerzas de la resistencia esté a la altura de la agresión. Sorprenderse por ello, como suelen aparentar algunos sectores de la prensa occidental, sería completamente hipócrita.

Desde el movimiento comunero insistimos en el carácter criminal del Estado sionista de Israel, así como en la legitimidad de la resistencia ante sus agresiones. El acuerdo político parece estar cada vez más lejos y desgraciadamente el conflicto, según todos los indicios, se resolverá en el plano militar.

Izquierda Castellana, a 18 de septiembre de 2024

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