
Al menos seis de las 18 personas que perdieron la vida el miércoles, según el Gobierno de Hamas, en dos bombardeos de la aviación israelí contra la escuela Al Jaouni de Nuseirat, en el centro de la franja de Gaza, eran empleados de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). Por ello, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha publicado este jueves una dura condena al definir la acción como una “violación del Derecho Internacional Humanitario”.
A última hora de ayer la UNRWA lamentaba la muerte de sus trabajadores. “Este es el mayor número de muertes entre nuestro personal en un solo incidente”, lamentó la agencia que hasta entonces había confirmado dos muertos.
Entre los fallecidos se encuentran también el director del refugio de la UNRWA y otros miembros del equipo que prestaban asistencia a unos 12.000 desplazados en la escuela Al Jaouni, sobre todo mujeres y niños.
Guterres calificó el letal ataque de “inaceptable”, además de reiterar la urgencia de “poner fin ahora a estas dramáticas violaciones del Derecho Internacional Humanitario”. En declaraciones a la agencia Reuters, el jefe de la ONU consideró ayer que la falta de responsabilidad por el asesinato de personal de Naciones Unidas y trabajadores de ayuda humanitaria en Gaza era “totalmente inaceptable”.
El ejército israelí confirmó la mañana del miércoles en un comunicado haber atacado un supuesto centro de comando y control de Hamas incrustado en este colegio en Nuseirat. El ejército del Estado hebreo afirma que toma medidas para reducir el riesgo de daños a civiles y que al menos un tercio de las víctimas mortales palestinas en Gaza son militantes. Y acusa a Hamas de utilizar a civiles palestinos como escudos humanos, lo que Hamas niega.
Según datos de la UNRWA, la escuela Al Jaouni ha sido atacada cinco veces desde que comenzó la guerra en Gaza en octubre, causando la muerte a unas 40 personas. El último ataque se produjo el pasado 6 de julio, cuando murieron 16 palestinos y otros 50 resultaron heridos. “Las escuelas y otras infraestructuras civiles deben protegerse en todo momento, no son un objetivo”, urgió la UNRWA. “Hacemos un llamado a todas las partes en el conflicto a que nunca utilicen las escuelas o las áreas circundantes con fines militares o de combate”.