El agua había sido considerada segura la semana pasada. Pero las fuertes lluvias en la capital francesa el viernes y el sábado pusieron a prueba el anticuado sistema de alcantarillado de París y provocaron que las aguas residuales fueran directamente al Sena, a pesar de los esfuerzos de 1.5 millones de dólares de la ciudad para hacer que el río sea apto para nadar.

Y con eso, uno de los momentos emblemáticos de los Juegos Olímpicos de París comenzó a desagüarse.

«Las pruebas realizadas hoy en el Sena revelaron niveles de calidad del agua que no ofrecían suficientes garantías para permitir la celebración del evento», dijeron los organizadores.

Ahora, los triatletas masculinos entran en un patrón de espera, sin saber si desafiarán las aguas del Sena más adelante en la semana. Dicho esto, adaptarse a condiciones variables es una parte importante del triatlón. Los atletas están acostumbrados a cambiar sus planes sobre la marcha, según el gerente general de alto rendimiento de USA Triathlon, Scott Schnitzspahn.

Aun así, el envío de nadadores al Sena representó una apuesta mayor de lo habitual. El plan había sido una pieza fundamental de la candidatura parisina para albergar los Juegos Olímpicos. Pero a medida que se acercaban los Juegos, quedó claro que este sería un juego de márgenes finos.

La ciudad dio a conocer la piedra angular de su estrategia de río limpio esta primavera: un enorme depósito subterráneo que almacenaría las aguas residuales durante los períodos de fuertes lluvias para evitar que se viertan en el río. Sin embargo, incluso eso era solo una herramienta para ganar tiempo. Las condiciones podían cambiar de un día a otro y dependían en gran medida del clima.

Cuando la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, cumplió su promesa de darse un chapuzón en el Sena a principios de este mes, los niveles de E. coli y otras bacterias eran perfectamente seguros, dijo la ciudad. Luego, durante el fin de semana, las cosas comenzaron a deteriorarse. La primera señal de que el triatlón podría estar en peligro llegó el domingo, cuando las autoridades cancelaron una sesión de práctica para los atletas en el Sena. Cancelaron otro el lunes. Y para el martes las cosas todavía no habían mejorado lo suficiente.

Otras dos carreras de triatlón están planeadas para más adelante en los Juegos Olímpicos. La carrera femenina está programada para el 31 de julio y el relevo mixto está programado para el 5 de agosto.

El Sena también se utilizará para los eventos de natación de maratón el 8 y 9 de agosto. El plan B para esas carreras es más simple, ya que los atletas no requieren cierres de carreteras para disputar dos tercios de su carrera. Los organizadores han dicho que si las condiciones no son favorables, las carreras de natación de 6,2 millas se trasladarán al estadio náutico de Vaires-sur-Marne, el lugar donde se celebran las competiciones de remo y canoa.