Declaración de IzCa ante la decisión de Pedro Sánchez sobre su continuidad en el Gobierno

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En una declaración sin posibilidad de preguntas, por la ausencia de periodistas previamente decidida, Pedro Sánchez ha afirmado que sigue. En nuestro primer editorial sobre esta cuestión, incluíamos un extracto de la película El Lobo de Wall Street, en el que creemos que se refleja de una forma bastante precisa la decisión de Pedro Sánchez y el ambiente entre aquellos cuyo puesto de trabajo bien remunerado depende de este Gobierno. Pedro Sánchez es un trilero, como ha demostrado en numerosas ocasiones, pero también es, como Zelensky, un actor.

Los tiempos son de avance en la guerra global, tal como se evidencia en los diversos escenarios en donde ésta ya está en marcha, y por tanto, todas las políticas de los gobiernos al servicio del imperialismo, y muy especialmente de la mano del Partido Demócrata americano –es decir, del proyecto globalista-, se adoptan en relación con ese contexto internacional.

El problema obviamente no es la “difamación” de su esposa, Begoña Gómez; esta tendrá posibilidad de demostrar su inocencia ante los tribunales, si es que finalmente las diligencias iniciadas continúan adelante. Por situaciones mucho más extremas y agresivas emocionalmente han pasado miles de personas en el Estado español, incluyendo las detenciones, torturas y asesinatos desde instancias estatales. Aquí es muy habitual tener que demostrar la inocencia ante los tribunales; de ello sabemos bastante entre la militancia comunera, siendo el último caso el juicio contra el compañero Pablo de Yesca en Valladolid, al que se le pedían más de cinco años de cárcel, y que finalmente fue absuelto; absolución con la que el por aquel entonces alcalde y actual ministro de Transportes, Óscar Puente, expresó su desacuerdo. Como es evidente, tales situaciones han afectado a la militancia del conjunto de fuerzas políticas que han combatido al Régimen del 78, muy especialmente a las izquierdas soberanistas cuando mantenían una actitud de confrontación con éste. El Régimen del 78 no es ni una democracia ni un Estado de derecho, tal como se decía en las manifestaciones hace unos años (“lo llaman democracia y no lo es”); por supuesto, la administración de Justicia está escorada en la misma línea del Régimen, pero la última maniobra de Pedro Sánchez no va encaminada a transformarla.

Pedro Sánchez avisa de que su continuidad al frente del Gobierno va a suponer un punto de inflexión, centrado especialmente en impedir lo que denomina “infundios”. Dice muy claramente que no hay que confundir “libertad de expresión” con “libertad de difamación”, y ahí está la clave del asunto. Pedro Sánchez, el Gobierno y algunos de sus aliados -esperamos que otros reflexionen- van a impulsar una campaña contra los derechos y libertades, como ya está ocurriendo en otros espacios hegemonizados por la política imperialista en cualquiera de sus modalidades. En el conjunto de Europa Occidental (Francia, Alemania, Reino Unido, etc.) y en los propios EEUU se han recortado recientemente la libertad de expresión y manifestación. Probablemente comprobaremos que aquello de lo que el actual Presidente del Gobierno y muchos de sus acólitos vienen acusando a la derecha española -de intentar impulsar un golpe de estado bajo cuerda- es lo que realmente pretenden imponer ellos desde las instituciones que controlan. Y ahí, seguramente, se darán la mano con amplios sectores de la derecha española, porque al fin y al cabo comparten objetivos. Pedro Sánchez, aunque tuvo la oportunidad parlamentaria de derogar la Ley Mordaza, pues contaba con mayoría más que suficiente para ello, la ha mantenido sin dar explicación alguna; al mismo tiempo que facilitaba una amnistía para aquellos a quienes necesitaba para conseguir ser nombrado de nuevo Presidente del Gobierno -ya veremos en qué queda- incorporaba una reforma en el Código Penal bajo el título de «desórdenes públicos agravados», delito por el cual se puede encarcelar a una persona hasta cinco años por su activismo.

El gañán de Óscar Puente: «Pedro Sánchez es el puto amo».

En el otro vídeo que incorporamos en el anterior editorial, en el que se recogía una intervención de Pedro Sánchez contra Feijóo durante el debate de la sesión de investidura, se observa claramente que este señor no tiene precisamente entre sus cualidades la de la empatía hacia el diferente. Fue un intento de descuartizamiento sin compasión. Sus arrebatos de hipersensibilidad tienen ahora nula credibilidad.

Las movilizaciones del fin de semana, que teóricamente y según ha dicho Pedro Sánchez le han servido para tomar la decisión, fueron un auténtico bluff. Alrededor de 10.000 personas en Ferraz el sábado y unas 2.000 o 3.000 por el centro de Madrid el domingo constituyen una respuesta irrisoria, pero formaban parte del guión que Sánchez necesitaba para llegar hasta aquí.

Manifestación «Lo llaman democracia y no lo es»
Manifestación de apoyo a Pedro Sánchez el domingo 28 de abril en Madrid
Manifestación «Por amor a la democracia» en apoyo a Pedro Sánchez el domingo 28 de abril en Madrid

Pedro Sánchez, su Gobierno y el Régimen han quedado más desacreditados y deslegitimados de lo que ya estaban, pero lo más importante para ellos y para sus amos es estar en condiciones de preparar las herramientas para garantizar el control de los movimientos sociales y políticos de oposición en el Estado español, especialmente contra la guerra. Además de las iniciativas legislativas, tomarán medidas dirigidas a recortar la libertad de expresión y el papel de las redes sociales, a las que tanto han denostado en los últimos días. Esta hipótesis estaba entre las que habíamos manejado en nuestra organización: no nos parecía coherente que un personaje como Pedro Sánchez se fuera del Gobierno por una cuestión de sentimientos, muy respetables, pero que en su caso son totalmente inverosímiles.

La jugada no les va a salir bien, aunque cuente con el apoyo de sus actuales aliados y con algunos en la derecha del Régimen. Finalmente veremos una reunificación, también formal, de la política de los partidarios de la Monarquía borbónica. A pesar de ello, ni mejorarán su imagen ni sus perspectivas de continuidad. Las guerras que el imperialismo impulsa cada vez le ponen en mayores dificultades. En Ucrania es evidente, aunque en un tiempo reforzarán algún tipo de contraofensiva y no creemos que las cosas se vayan a resolver tan rápidamente como algunos en el bando antiimperialista creen. En el caso de Palestina, con muchas más dificultades y tal como hemos venido diciendo desde siempre, las cosas finalmente parece que avanzan hacia una victoria del pueblo palestino dirigida por el movimiento político-militar Hamás, con el apoyo de diversas fuerzas de resistencia palestina y de la región. En China, a pesar de su paciencia, parece que ya se están cansando de la actitud de los EEUU, como ha quedado de manifiesto en la última visita del Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a Pekín.

En síntesis, estamos ante una nueva maniobra de intento de engaño y manipulación a la opinión pública. Es fundamental aclararse sobre el fondo de ésta y no dejarse llevar por las consideraciones de quienes viven de la continuidad del Gobierno. Ahora más que nunca es fundamental la reflexión, el estudio y, por supuesto, la movilización. Con todo ello, venceremos.

Izquierda Castellana, 29 de abril de 2024

Extracto de la película «El Lobo de Wall Street»

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