DE LOS 55 DÍAS DE PEKÍN A LOS 20 DÍAS DE MARIÚPOL

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DE LOS 55 DÍAS DE PEKÍN A LOS 20 DÍAS DE MARIÚPOL

En el año 1963, la factoría Hollywood, encargada de llevar al cine relatos absolutamente manipulados y dirigidos a lo que antes se denominaba la «mass media», es decir, al sector de la sociedad con muy bajos conocimientos generales e históricos -y, por tanto, también muy baja capacidad de crítica- produjo la película llamada «Los 55 días de Pekín». En ella se describe de una forma absolutamente perversa un episodio clave para la reconstrucción social, moral, económica y política de China. En aquel momento histórico Pekín y China habían sido divididas entre las grandes potencias para su mayor beneficio. La película citada está enmarcada en 1900, durante la Revolución de los Bóxers, una etapa de gran importancia en la reconstrucción de la sociedad china y sus recursos de defensa y reconquista de su soberanía. Como en las películas de indios y vaqueros, o las producidas en su momento sobre la guerra de Vietnam, los chinos aparecían como «los malos» y los imperialistas occidentales como «los buenos»; y desgraciadamente mucha gente se lo creía, tal era su ignorancia. Igual que sucedía con las ya referidas películas de indios y vaqueros, donde los nativos aparecían como los malos y los vaqueros o los regimientos genocidas del ejército americano como los buenos, esa película también recibió numerosos premios. En cualquier caso hay que reconocer que era una superproducción con grandes actores y elevados recursos, aunque en los propios EEUU falló estrepitosamente en cuanto a su recaudación. Como curiosidad, «Los 55 días de Pekín» fue rodada en el Estado español, en la localidad de Las Matas (Madrid), y fue precisamente aquí y en otros países europeos en donde obtuvo un éxito significativo de taquilla.

De «Los 55 días de Pekín», pasando por muy diversos episodios cinematográficos,  estamos en «Los 20 días en Mariúpol», un simple documental, parece ser con muy poca calidad cinematográfica, pero que ha recibido el impulso de un Óscar, como corresponde a los productos proyankis, especialmente en momentos críticos como los que estamos viviendo. La Factoría Hollywood no se detiene, y su principal tarea, hoy como ayer, es masticar y cambiar la realidad para hacer de ella un plato que alimente la mentira y las versiones del imperialismo occidental en el mundo.

Hoy a nadie se le ocurriría hacer, aunque todo es posible, una película sobre los 55 días de Pekín, al menos con aquellas hechuras. Seguramente en unos años lo mismo ocurrirá con los 20 días de Mariúpol.

Izquierda Castellana

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