El 2023 mostró el rechazo a los «modales» geopolíticos de Occidente en el mundo, afirmó este jueves el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa sobre el balance del año pasado.
El canciller denunció que los países occidentales «se basan totalmente en sus propios intereses egoístas y no tienen en cuenta los intereses de los demás».
«Sí, 500 años gobernando el mundo y sin competidores serios durante prácticamente todo ese periodo de tiempo […] probablemente ayuda a acostumbrarse al papel de hegemón», aseveró, agregando que, «no obstante, la vida avanza, surgen y ya se consolidaron nuevos centros de crecimiento económico, poder financiero e influencia política, centros que aventajan notablemente a EE.UU. y otros países occidentales en su desarrollo».
El alto diplomático destacó que el objetivo de Rusia en 2024 es deshacerse de toda dependencia de Occidente en la economía y las cadenas de suministro. «Los objetivos son claros: deshacernos de cualquier necesidad de depender de esas cadenas de suministro, financieras, bancarias, logísticas que de alguna manera están controladas o fuertemente influenciadas por nuestros colegas occidentales», dijo.
Asimismo, el jefe de la diplomacia rusa subrayó que los BRICS simbolizan un mundo multipolar y que ahora más de 30 países está interesados en acercarse al bloque, por lo que dicha asociación tiene un gran futuro.
Paralelamente, Lavrov indicó que los lazos de Rusia con varios países alcanzaron un nuevo nivel. En particular, destacó que «las relaciones con China atraviesan el mejor momento de sus siglos de historia». Además, según el ministro, Rusia está construyendo asociaciones con países de África «a un nivel verdaderamente estratégico».