¿Qué sabemos de los aspectos militares de la lucha anticolonial en Palestina?

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¿Qué sabemos de los aspectos militares de la lucha anticolonial en Palestina?

En nuestro anterior editorial, titulado “Sólo con la derrota del Estado sionista se podrá acabar con el genocidio sobre el pueblo palestino”, decíamos que la invasión terrestre sobre Gaza se había iniciado en la noche del viernes 27 de octubre, y que existían dos razones principales para que esto se negara y se impusiera un apagón informativo total sobre lo que sucede en Palestina (tanto en Gaza como en Cisjordania): que no se conocieran, en lo posible, las atrocidades del Ejército sionista y sus aliados, y que no trasciendan en absoluto las bajas del ejército sionista como consecuencia de la invasión. Lo primero lo han conseguido sólo en cierta medida, mientras el segundo objetivo, de momento, casi de forma absoluta.

El imperialismo tiene una doble línea de defensa de su política de apoyo a la profundización de la colonización de Palestina por parte del Estado sionista de Israel.

La primera consiste en defender sin matices esa política y todo lo que se deriva de ello, incluyendo el actual genocidio/infanticidio, tal como se refleja en la decisión del 27 de octubre del Ayuntamiento de Madrid de concederle a Israel la Medalla de Honor de la villa. Conviene recordar que Herodes I fue rey sobre los territorios de la actual Palestina (Judea, Samaria, Galilea) cuando ésta estaba dominada por el Imperio romano, gozando de un margen de autonomía que le permitía tener una actividad política acorde a los intereses de su casta. Esta casta gobernante, articulada a través de diferentes poderes, como la Corte del rey o el Sanedrín (la estructura en la que se articulaba la jerarquía del clero y los jueces judíos), no ejerció la menor oposición al infanticidio ordenado por Herodes. Hoy el Estado de Israel está bajo el paraguas del imperialismo yanqui, y su actual casta gobernante también dispone de una importante autonomía para llevar adelante sus propios proyectos criminales.

La coalición PP-Vox que gobierna el Ayuntamiento de Madrid muestra su apoyo al Estado sionista

La otra línea de apoyo a Israel es más matizada, más ajustada a la realidad social, que sin cuestionar en lo esencial el proceso de colonización, “solicita” que éste se haga con formas más civilizadas, más humanitarias. Ahí se encuentran todos los que antes de condenar las matanzas del sionismo-imperialismo exigen y practican la condena a Hamás como organización terrorista. Esto es equiparable a que una condena de los crímenes del III Reich tuviera que ir precedida de una condena a las acciones de la resistencia antifascista en los países controlados por el Régimen nazi o en otros Regímenes fascistas de la época. Por desgracia, esa filosofía sigue impregnando a las instituciones del Estado español, una de las consecuencias de que aquí no se produjese una ruptura democrática con el franquismo. En este auténtico sinsentido se enmarcan intelectualmente las organizaciones “progres” en el Estado español.

No es tarea fácil conseguir datos concretos y fiables sobre la evolución del conflicto en el plano militar, pero vamos a incorporar a este editorial aquellas informaciones que en principio cumplen los dos requisitos aludidos.

En cuanto al número de bajas en el ejército invasor, parece que se acerca a los 300 soldados; también es importante el número de tanques u otros vehículos blindados y bulldozer que han sido destruidos. El ejército sionista ha adoptado la táctica militar de rodear la ciudad de Gaza, obviamente porque no se atreve a practicar un asalto frontal y directo. Esa situación de asedio puede durar varias semanas, o incluso meses. Según diversas informaciones, Hamás tiene reservas almacenadas para varios meses. Ese asedio irá asociado a una campaña criminal de bombardeos indiscriminados sobre la población civil de la Franja de Gaza, y seguramente Cisjordania, e irá indicando la capacidad de cada uno.

Mapa que refleja las maniobras del ejército sionista para cercar Gaza

También en editoriales anteriores señalábamos cómo la guerra del Estado sionista por la profundización en la colonización de Palestina acabaría convirtiéndose, con mucha probabilidad, en una guerra regional. Parece que estamos asistiendo a dicho proceso. Hezbolá ya está implicado en alguna medida en el conflicto militar; lo mismo podemos decir de los hutíes yemeníes, e incluso del propio ejército de ese país; y parece ser que Irán informará al mundo de su posición el viernes 3 de noviembre a las 12:00. Las cosas avanzan en esa dirección.

En los últimos días se ha incorporado a la campaña mediática imperialista el elemento de que Netanyahu está a punto de caer y que Biden está “en la pomada” de ese proceso. Obviamente Netanyahu está tocado, pero eso no significa su caída inmediata, ni siquiera en los próximos meses. Similar cantinela han empezado a airear respecto a Zelensky, e incluso en este caso tienen un competidor formal para las próximas elecciones. Al imperialismo le va muy mal en Ucrania, y tampoco le va bien en Palestina; les convendría un reemplazo de los liderazgos respectivos, pero esas cuestiones nunca son fáciles de materializar, tampoco para el imperialismo, y especialmente en una coyuntura como ésta. En cualquier caso, los cambios personales tienen una repercusión limitada sobre los procesos.

Hablando de cambios personales, el pasado martes día 31 se produjo la jura de la Constitución del 78 por parte de Leonor de Borbón Ortiz. Los medios de comunicación del Régimen, esto es, prácticamente todos, intentaron elevar a hecho histórico algo totalmente irrelevante, y que se expresó de forma clara en el hecho de que poco más de un millón de personas siguieran la ceremonia por Televisión Española. La presencia en la calle para apoyar el evento fue aún más residual, como se puede apreciar objetivamente en algunas fotografías y en que las tomas de televisión fueron todas frontales, sin ninguna imagen en picado. De todo el sarao da la impresión que lo que más interés generó en la opinión pública fue la posición de Juan Carlos I en este acontecimiento.

Parece que la continuación del Gobierno de Pedro Sánchez está atada con el apoyo de los diputados de Junts, así como la campaña del PP y Vox en contra de la amnistía, que tendrá su punto de inflexión en la reunión y probable declaración en contra del Consejo General del Poder Judicial. En próximos editoriales hablaremos sobre el tema.

Izquierda Castellana, 2 de noviembre de 2023

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