El bombardeo del hospital Al-Ahli en Gaza es uno de los primeros pasos en la invasión terrestre de Gaza

Rueda de prensa en el hospital Al Ahli
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El bombardeo del hospital Al-Ahli en Gaza es uno de los primeros pasos en la invasión terrestre de Gaza

El bombardeo por parte del ejército israelí de un hospital en Gaza, que simultáneamente servía de teórico refugio a centenares o miles de palestinos, se suma a los numerosos bombardeos de las caravanas de personas que huían hacia el sur de Gaza siguiendo las instrucciones del Gobierno sionista, así como de quienes estaban concentradas en el paso de Rafah con Egipto, cerrado de momento. A día 17 de octubre este paso habría sufrido al menos 4 bombardeos.

El saldo de muertos por los diversos bombardeos en Gaza por la aviación y artillería israelí ya se cuenta por millares. Solo en el hospital Al-Ahli se calcula entre 500 y 1.000 personas asesinadas. Los más sinverguenzas y provocadores intentan achacar sin ningún indicio tal matanza a los propios palestinos.

Alguna gente se pregunta el porqué Israel está desarrollando esta campaña criminal, aparentemente indiscriminada, que además repercute de forma muy negativa sobre su imagen internacional, da cohesión al mundo árabe y estimula la solidaridad internacional con el pueblo palestino. Vamos a intentar dar respuesta a esta cuestión.

El Gobierno, y en general el Estado de Israel, no quiere la paz con Palestina, sino la continuidad de la dominación colonial de su territorio. Aunque ello suponga la guerra permanente, o, como parece ser el caso actual, la posible derrota político-militar y el riesgo de supervivencia del propio Estado de Israel, al menos en su actual ubicación.

Este impulso criminal, con elementos suicidas, no es excepcional en la historia. El propio III Reich, una vez derrotados sus ejércitos por la URSS, tuvo un comportamiento de esa naturaleza. El sionismo hegemónico en Israel está cada vez más impregnado del nazi-fascismo y contiene mayores elementos de irracionalidad, algo que afecta en mayor o menor medida a todo el sistema capitalista-imperialista.

El Gobierno sionista de Israel, desde hace más de una semana, viene exigiendo a la población de Gaza que abandone la mitad norte de la Franja y se vaya al Sur. Hamás por su parte ha recomendado a sus compatriotas que hagan caso omiso a ese llamamiento y que se mantengan en sus tierras. Consideran que una vez abandonadas estas, serán expropiadas por los israelíes para organizar nuevas colonias, repitiendo la operación de expulsión y expropiación de palestinos de sus territorios realizada en los años 40.

Según las cifras que se manejan, del más del millón de personas a las que se intenta obligar a desplazarse, solo lo han hecho menos de la mitad; el resto permanecen en sus hogares, o lo que queda de ellos. El hospital Al-Ahli se había convertido en un lugar aparentemente seguro de refugio para una parte de quienes no abandonaron su territorio, atendiendo a las recomendaciones de Hamás y no a las del Gobierno sionista de Israel.

Ubicación del hospital bombardeado

Hay que tener en cuenta que Hamás, además de tener un brazo militar, tiene a la mayoría de su organización dedicada a actividades asistenciales; esto es, de carácter civil. Es muy probable que entre las miles de personas refugiadas en el hospital Al-Ahli hubiera un significativo número de civiles de Hamás colaborando en esas tareas asistenciales. Incluso es posible que entre quienes participaban en el éxodo o estaban en el único paso cerrado con Egipto cuando éste fue bombardeado hubiera gente de Hamás organizando actividades asistenciales de apoyo a la población palestina.

El Gobierno sionista de Israel quiere acabar con Hamás en todas sus variantes. Esto es, quieren acabar con esa fracción cada vez más mayoritaria del pueblo palestino que intenta terminar con la dominación colonial del Estado sionista. Para ello atacan cobarde y cruelmente allí donde creen que puede haber activistas civiles de Hamás, además de pueblo palestino. La venganza no tiene límites para los nazi-sionistas.

Por otro lado, con esas operaciones el Gobierno de Netanyahu liquida las pequeñas expectativas de negociación que se habían generado con la visita del presidente de EEUU a la zona. Como resultado inmediato de este bombardeo se ha suspendido la reunión organizada por el rey Abdalá II de Jordania, en la que estaba previsto que participasen Joe Biden, el Gobierno egipcio y la Autoridad Palestina de Cisjordania; por tanto, se han suspendido las pequeñas posibilidades de encontrar alguna solución humanitaria para la actual situación. Es bueno recordar también que en la reunión del Consejo General de la ONU del 17 de octubre los países occidentales rechazaron una propuesta de Rusia y China para declarar una tregua inmediata en Palestina.

Israel quiere la guerra, aunque pueda albergar algunas dudas sobre su resultado final. Saben que un proceso de negociación política dirigido desde la parte palestina por una organización coherentemente anticolonialista y antiimperialista no presenta esperanza alguna para ellos. Por supuesto, la guerra es una apuesta brutal y arriesgada, pero al fin y al cabo no hay que olvidar que ésta es una continuación de la política por medios militares. Actualmente, por medios políticos, Israel no tiene nada que hacer.

Es fundamental que en esta guerra -que va a continuar, extenderse e intensificarse- sea derrotado el imperialismo sionista. La forma de contribuir a ello desde Madrid y Castilla en general es aportar la mayor solidaridad hacia el pueblo palestino y presionar para que la gente decente que vive en el Estado de Israel exprese su desacuerdo con lo que está ocurriendo.

Como decíamos al inicio del artículo, la invasión terrestre de Palestina ya ha empezado, pero no tal como nos describían los medios occidentales, pues tiene demasiados riesgos para el ejército sionista. Lo están haciendo de la forma más cruel y con menos riesgos militares para su ejército.

Izquierda Castellana, 18 de octubre de 2023

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