Palestina vencerá

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No será fácil, costará muchas muertes y sufrimiento en general, pero Palestina finalmente vencerá.

En primer lugar, porque demuestran que tienen una dirección político-militar (especialmente en la Franja de Gaza, vanguardia actual de la lucha palestina) con suficiente capacidad y voluntad de victoria. Eso pese a todas las dificultades, que, por supuesto, son muchas.

Ambas cuestiones -voluntad de vencer y capacidad de dirigir el proceso en esa dirección- son condiciones imprescindibles para la victoria, en Palestina o en cualquier otra lucha librada por cualquier pueblo. Por supuesto, imprescindibles son también la preparación organizativa, política y técnica para avanzar en ese camino, así como una correlación de fuerzas internacional que no dificulte de forma extrema ese proceso.

El Estado de Israel, por boca del Gobierno de Netanyahu, viene amenazando en los últimos días con una invasión terrestre de Gaza, pero de momento este “armagedón” aún no ha empezado. El ambiente social en Israel cada vez se muestra más molesto con su Estado, especialmente con el Gobierno actual.

Es seguro que habrá invasión terrestre. Obviamente no tenemos una respuesta concreta para el cuándo y el cómo de esa invasión -probablemente ni el propio Gobierno sionista la tenga en estos momentos-, pero es evidente que la están ultimando. Quieren venganza y la quieren ya.

Vista satelital de una parte de la Franja de Gaza

Solo una intervención nuclear podría garantizar los objetivos que apuntan desde el Estado israelí: la liquidación física de Hamás, que supone a su vez la destrucción física del pueblo gazatí. Pero aunque a algunos sectores del Estado israelí no les falte voluntad para ello, saben que ahora mismo supondría desencadenar un conflicto regional -y seguramente global- para el que sus aliados internacionales no están preparados, por lo que difícilmente lo tolerarían. Tampoco ignoran los daños que tendría una intervención de esas características sobre la propia población de Israel.

Tendrán que recurrir a las recetas clásicas, elevadas eso sí a la máxima bestialidad: bombardeos aéreos, terrestres y marítimos. Ya tienen al grupo de combate estadounidense en la zona, encabezado por el portaaviones Gerald Ford, mientras está de camino el portaaviones Eisenhower con sus correspondientes naves de apoyo. Es indudable que estos van a tener un papel protagónico en esta guerra de intento de destrucción sobre Gaza. No es difícil de imaginar que Hamás haya pensado sobre una reacción de estas características o similares, y que haya tomado medidas para mantener una significativa capacidad de resistencia.

Mapa de Gaza. Pulsa aquí para visualizarlo al completo

El ultimátum para que se desplacen más de un millón de personas del norte de Gaza hacia el sur en el plazo de 24 horas parece una maniobra para ir preparando mediáticamente esa intervención. Tal éxodo es imposible desde el punto de vista material, y ellos lo saben; simplemente buscan intoxicar a la población y ablandar la resistencia militar y psicológica por todos los medios.

Un aspecto sobre el que conviene reflexionar es el pleno cierre de filas en Europa con el Estado sionista de Israel, hasta el punto de prohibir e impedir actividades informativas y solidarias con Palestina. Las amenazas a X, antiguo Twitter, son un exponente significativo de esto. El poder sionista es incontrolable en Europa, si cabe más que en EEUU. Aquí, a su poder objetivo, se suma el complejo de culpa; afecta, por ejemplo, a Francia, en donde el Gobierno de Vichy, colaboracionista con el III Reich, participó de forma muy activa con la política de genocidio de la población judía durante la II Guerra Mundial. No deja de ser curioso ver cómo en EEUU, a pesar de sus posicionamientos pro-sionistas, existe una capacidad de intervención en los medios y ante la opinión pública bastante más amplia. En el caso del Estado español, las circunstancias, al menos de momento, son relativamente diferentes; no hay que olvidar que el Estado español tuvo históricamente una posición diferente en cuanto al conflicto palestino-israelí.

Tampoco hay que perder de vista que hay una sutil maniobra por parte de las llamadas “fuerzas progresistas”, con diferentes apoyos, que pretenden que ante la inevitable solidaridad con Palestina en el Estado español, ésta les tenga alguna utilidad: que Hamás no se haga con la hegemonía de la solidaridad internacional hacia la lucha del pueblo palestino. Es una maniobra sutil, pero hay que estar atent@s a ella para desenmascararla. La OLP, que en su momento jugó un papel muy positivo en la resistencia al Estado Sionista, es desde hace muchos años un peso muerto en esa lucha, y no hay que intentar reactivarla por ningún medio.

Además de en Madrid, en la mayoría de ciudades castellanas se han desarrollado actos solidarios con el pueblo palestino, y hay previstos otros nuevos para los próximos días. Palestina vencerá, y en ese camino tendrá toda la solidaridad del movimiento comunero del siglo XXI.

Izquierda Castellana, 13 de octubre

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