Hace unos días, un personajillo del mundo del Twitter publicó un mensaje en esa Red en el que, tal como es habitual, pretendía criminalizar a IzCa y al conjunto del movimiento comunero actual.
Desde el canal de Twitter del Ayuntamiento de Valladolid replicaron el mensaje aludido. Posteriormente, y ante alguna crítica pública, se disculparon aludiendo que había sido un error involuntario. Aceptamos la explicación y las disculpas. Pero estas «batallitas en redes» nos parecen bastante inútiles para el avance de la lucha popular, y por eso no solemos estar presentes en ellas.
Desde IzCa, Yesca y Mujeres Castellanas, es decir, las organizaciones que actualmente componen el movimiento comunero, intentamos construir e impulsar aquellas líneas y frentes de lucha que realmente interesan a las clases trabajadoras, a las mujeres y a la juventud del Pueblo, y solemos alejarnos de las batallas partidistas que en general lo único que buscan son sus beneficios particulares.
A lo largo de las últimas décadas en esta ciudad se dieron importantes avances a través de luchas en las que estábamos firmemente implicados/as. Por ejemplo, la vuelta de San Juan a las Moreras y el impulso a unas fiestas populares, la lucha contra la violencia sobre las mujeres, la lucha antifascista, la lucha contra el narcotráfico en la zona este (especialmente en Pajarillos) o la lucha en defensa y mejora del Sistema Sanitario Público, por poner algunos ejemplos.
Los partidos políticos se han convertido de hecho en un grave impedimento para el avance de las clases populares en el conjunto de Castilla, entre otras cosas por el divisionismo social que generan en base a falsas trincheras que solo sirven a sus intereses. Es imprescindible superarlos y pasar por encima de las trampas corporativas que le tienden al movimiento popular.
El movimiento comunero actual se sitúa claramente en esa línea de trabajo, y por ello recibimos ataques por parte de personas vinculadas a los partidos de la derecha y de la izquierda del Régimen, pero también apoyos entre las bases de ambos.
Tenemos cada día más clara la convicción sobre la corrección de nuestra línea de trabajo, y es por ello que ahí vamos a seguir, si cabe con más entusiasmo y ahínco.