El INE achaca este mayor incremento respecto a junio, cuando el IPC general se situó en el 1,9% y el subyacente en el 5,9%, a la subida de los precios de los carburantes, de los paquetes turísticos y al menor descenso del vestido y calzado
La inflación se situó en julio en el 2,3% interanual, cuatro décimas por encima de la registrada en junio, principalmente por la subida de los precios de los carburantes, que bajaron en julio de 2022, a que el descenso en vestido y calzado ha sido menor que el del año anterior, y a que los paquetes turísticos han subido más que en julio del año pasado, según los datos avanzados publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras, la inflación subyacente -que no incluye alimentos y energía- aumenta hasta el 6,2%, tres décimas más que en junio y casi 4 puntos por encima de la general. Así, la inflación vuelve a retomar su tendencia al alza tras dos meses consecutivos de alivio, después de que en mayo se moderara nueve décimas, hasta el 3,2%, y en junio subiera 1,3 puntos menos que en mayo, hasta el 1,9%, su menor nivel desde marzo de 2021.
En sentido contrario, el INE subraya que en julio bajaron los precios de la electricidad y el gas, frente al repunte que experimentaron en el mismo mes del año pasado. Pese al peor dato de julio respecto a junio, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, ha destacado que el dato adelantado del IPC «apunta a una progresiva estabilización de los precios, con la inflación en el entorno del 2% y la subyacente en el entorno del 6%». Al mismo tiempo, el Ministerio ha destacado que, gracias a las medidas adoptadas por el Gobierno para contener los precios, la inflación se ha reducido en 8,5 puntos desde los máximos que alcanzó en julio de 2022.
Detrás de esta estabilización de los precios en el entorno del 2% de la que habla Calviño se esconde el «efecto escalón». El repunte más moderado de los precios este mes de julio tiene que ver con la subida histórica vivida hace un año, cuando la inflación interanual se situó en julio de 2022 en el 10,8%, la mayor tasa registrada den España desde septiembre de 1984, por lo que comparativa estadística arroja un importante respiro interanual, igual que ocurrió el pasado mes de junio (1,9%) y en marzo (3,3%), ya que en 2022 por esas mismas fechas estalló la guerra en Ucrania, disparando los precios.
Por su parte, la situación del indicador subyacente es especialmente preocupante porque es el que marca la evolución del IPC a largo plazo y frente al enquistamiento de meses previos, en julio ha repuntado. De hecho, mientras que en julio de 2022 con récord de inflación general, la subyacente se situaba en el 6,1%, actualmente está por encima de esos niveles, en el 6,2%. Respecto a su máximo, el 7,6% alcanzado en febrero, el IPC subyacente sólo ha bajado 1,4 puntos, situación que marca un camino lento en la bajada real de los precios en la factura de los hogares.
Por su parte, en el séptimo mes de 2023, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 2,1%, cinco décimas por encima de la registrada en el mes anterior. El INE publicará los datos definitivos del IPC de julio el próximo 11 de agosto.