Dejad a la gente en paz

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Si no sois capaces de resolver en la menor medida los problemas de la gente, al menos dejadla en paz.

Después de la derrota electoral de la izquierda del Régimen a manos de la derecha del Régimen, en vez de elaborar una reflexión autocrítica, para lo que obviamente están incapacitados, lanzan una ofensiva para culpabilizar a la gente por no “haber votado bien” o haberse abstenido. Se ve que se creían las encuestas del CIS de Tezanos, y el contraste con la realidad-real les resulta insoportable.

Pedro Sánchez ha iniciado ya su campaña electoral, y el martes 30 de mayo, en la Sala Ernest Lluch del Congreso, marcó la línea de esa campaña en un discurso-monólogo ante senadores y diputados.

Algunas de las cuestiones más significativas de su arenga fueron que diversos alcaldes y presidentes de Comunidad Autónoma van a ser desplazados injustamente de sus puestos y a ser sustituidos por una coalición de extrema derecha que arrasará con todas esas conquistas que, según Sánchez, han logrado durante los últimos cuatro años. En su “magnanimidad”, el actual Presidente del Gobierno nos concede la oportunidad de corregir el error cometido en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, convocando a elecciones generales para el 23 de julio. Parece avisar: “tenéis una segunda oportunidad, aprovechadla. Si no lo hacéis, después no protestéis por los recortes del próximo Gobierno”.

El actual “Gobierno de Progreso” niega aún más que hasta ahora el derecho de protesta, la posibilidad de luchar en la calle por nuestros derechos. “Quien no vote, no tiene derecho a protestar”, tal es su filosofía. Pero la abstención, el voto nulo o el voto en blanco son formas totalmente legítimas de pronunciarse en unas elecciones, y al menos en Castilla las más cualificadas políticamente en la actualidad, al ser expresión de la desafección hacia el Régimen del 78. Es la evidencia de que cada vez más gente no se siente identificada con los partidos institucionales. Si analizamos con cierto detalle los resultados en la Comunidad de Madrid, observaremos la importancia política de esta realidad, siendo los datos totalmente elocuentes.

Comparativa de las elecciones autonómicas de Madrid en 2023 y 2021

La Candidatura del PP de Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid no sólo no aumentó en el número de votos, sino que perdió 44.623 con respecto a las anteriores elecciones autonómicas de 2021, pasando de 1.631.608 a 1.586.985 votos. Vox baja nada menos que 88.188 votos, pasando de 333.403 a 245.125. Ciudadanos, de 130.237 a 52.394, es decir, pierde 77.843, en una debacle que es menor que la sufrida por Vox, aunque los medios de comunicación no lo recojan. En total, el bloque de la derecha del Régimen perdió 210.654 electores en Madrid con respecto a los apoyos obtenidos en 2021.

En el bloque de la izquierda del Régimen, la reducción del número de votos fue menos significativa, pues se perdieron 111.988 electores, pero esta pérdida se concentró en Unidas Podemos, que con 105.040 votos menos representa una caída de casi el 40% de sus apoyos y un 90% del apoyo total perdido entre las candidaturas de la izquierda del Régimen en Madrid.

La abstención, por su parte, pasó de 1.135.201 a 1.458.352, es decir, aumentó en 323.191 personas. Si a la abstención le sumamos los votos blancos y nulos, hacen un total de 1.525.584, lo que supone un aumento de 348.867 con respecto a las Autonómicas de 2021.

Unidas Podemos se presentó como la fuerza que iba a imprimir un auténtico sello de izquierdas al “Gobierno de Progreso”, pero lo único que hicieron fue posturear. La gente no es estúpida, y de ahí el tremendo castigo electoral que han tenido. En todo lo relacionado con la guerra, en la cuestión del Sáhara, en la cuestión de la Ley mordaza o la Ley laboral, en relación con la política de vivienda, etc. no fueron más allá de la pose. A ello tenemos que sumar los auténticos engendros que promocionan como especialmente de su responsabilidad, como los casos de la Ley Solo Sí es Sí, la Ley Trans o la Ley del Juego.

Estamos ante un Gobierno que no sólo no ha cumplido con los compromisos adquiridos, sino que nos ha metido de cabeza en una guerra que nos conduce a la III Mundial y que ha abandonado al pueblo saharaui en una auténtica felonía. Aún se sorprenden de haber perdido las elecciones… pues que se vayan mentalizando para el 23 de julio.

Por nuestra parte nos venimos preparando para la situación que se aproxima, que se veía venir desde hace tiempo. En enero de 2020 publicamos un editorial sobre las graves repercusiones que iba a tener la pandemia de Covid-19 en el mundo y en el Estado español. El “Gobierno de Progreso” tardó varios meses -cuando ya era imposible no enterarse- en comprender el alcance del problema de salud que teníamos encima. Actualmente estamos en una situación similar pero en relación con la guerra global que impulsan desde el capitalismo y en la que el “Gobierno de Progreso” nos está metiendo de lleno. Hacemos todo lo que está a nuestro alcance para frenar una guerra que obviamente no deseamos, pero sabiendo que para el imperialismo ésta es una necesidad estructural, pues consideran que no tienen otra alternativa para salir de la crisis cada día más profunda en la que están inmersos. Nos disgusta compartir estas reflexiones, pero consideramos que es nuestra responsabilidad y obligación. Solo haciendo una aproximación a lo que realmente sucede y a lo que previsiblemente ocurrirá en el inmediato futuro podremos prepararnos en las mejores condiciones para enfrentar esa situación.

Como venimos reiterando, la mentira sistemática y la manipulación mediática alcanzan cotas impensables hace no mucho tiempo. Creen que con ello van a conseguir controlar la opinión pública y a la sociedad. Pero cada vez el número de gente que es engañada se reduce más significativamente. El resultado electoral así lo ha puesto de manifiesto, y en julio se comprobará esa realidad todavía más claramente.

No nos cabe ninguna duda de que en caso de formarse un Gobierno de coalición entre el PP y Vox, o del PP en solitario, éste desde luego no será mejor que el actual en lo referido a su programa ni a su práctica. Pero tendrá una virtualidad muy importante para la lucha popular: la potencialidad de desarrollar la movilización en la calle será mucho más amplia, pues todos aquellos que la han venido frenando en los últimos años porque podía perjudicar al “Gobierno de Progreso”, aunque no vayan a desaparecer, tendrán una argumentación mucho más débil para impedirlo. Estamos convencidos/as de que solo con la lucha en la calle el movimiento popular organizado podrá derrotar al Régimen y a sus diferentes alternativas de Gobierno. Eso no quiere decir que en el futuro -no es el caso de las elecciones del 23 de julio- no nos parezca de interés participar en algún proceso electoral, tal como hicimos en el pasado cuando consideramos que tenía algún interés para el pueblo trabajador. En la coyuntura actual los avances sólo se podrán dar a través de la lucha popular.

Pedro Sánchez se cansó durante la arenga en el Congreso de prevenir sobre los tremendos riesgos del ascenso del PP. Curiosamente no han pasado aún 72 horas y ya han llegado a acuerdos con el PNV y el PP para evitar que EH Bildu pueda gobernar la Diputación de Guipúzcoa y los Ayuntamientos de San Sebastián, Pamplona y Vitoria. Después pretenderán tener credibilidad ante la sociedad y ante las próximas elecciones del 23 de julio.

Izquierda Castellana, 2 de junio de 2023

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