En la mañana del 23 de mayo circuló profusamente por los medios de comunicación un presunto «ataque de dos militantes de extrema izquierda” a la sede del PP en Móstoles, local en el que, según parece, se estaba celebrando una reunión con interventores y apoderados para recibir instrucciones de cara a las elecciones del 28-M.
El tono de la información y las imágenes que las acompañan son francamente extrañas y de difícil credibilidad. Sorprende que no se especifiquen los nombres o al menos las iniciales de las personas detenidas, algo que se hace siempre cuando los detenidos son militantes antifascistas; sorprende también que no se informe de la “organización de extrema izquierda” a la que teóricamente pertenecen, cuestión también habitual en este tipo de circunstancias. En esta línea, resulta muy curioso que la información, después de haber estado en primera plana en diversos medios en la mañana de ayer, ya haya desaparecido casi totalmente de los medios de comunicación.
Este hecho nos recuerda más bien a las operaciones mediático-policiales desarrolladas en el Estado español a lo largo de muchos años, muy particularmente en Madrid.
El próximo viernes 26 de mayo se va a intentar llevar a cabo en Móstoles un desalojo que afectará a 48 personas de familias trabajadoras y vulnerables. Nos tememos que lo que se pretende con esta información es debilitar la potencialidad de la respuesta popular contra esta nueva agresión hacia la clase trabajadora por parte de los especuladores y las instituciones.
Si realmente los hechos sobre los que se ha informado son veraces, las fuerzas policiales lo tienen muy fácil: aportar datos concretos sobre ese hipotético ataque a la sede del PP, incluyendo la organización de extrema izquierda a la que teóricamente pertenecen. La Fiscalía también tiene la obligación de abrir una investigación en este sentido. La acción de la llamada «policía patriótica», de amplias ramificaciones en el Estado, tiene como objetivo fundamental dar término a las actividades del movimiento popular. Y estos hechos tienen toda la apariencia de encuadrarse entre esas operaciones cuyo objetivo no es otro que criminalizar a la izquierda que lucha en la calle, maniobras a las que ya estamos más que acostumbrados/as.
Que pierdan toda esperanza, porque no lo van a conseguir.
Asamblea Comunera de Izquierda Castellana de Móstoles, 24 de mayo de 2023