Crónica y comunicado de la movilización contra los macroparques eólicos y fotovoltaicos

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El domingo 21 se dieron cita en la Plaza Mayor de Valladolid unas 300 personas, llegadas de diferentes rincones de la Comunidad de Castilla y León, con el objetivo de denunciar coordinadamente la expansión descontrolada de macroparques eólicos y fotovoltaicos por todo el territorio, afectando a la agricultura, industria, paisaje y patrimonio natural y cultural. La convocatoria se hizo desde el Grupo Macrorenovables NO – Castilla y León, con una veintena de plataformas.

Durante la concentración, en la que intervinieron representantes de las diferentes plataformas allí presentes, se señaló la necesidad de impulsar una política energética racional y respetuosa con el medio rural, en contraste y oposición a la sostenida desde las grandes energéticas y fondos de inversión, en plena sintonía y colaboración con las instituciones.

En los próximos años está previsto que se multiplique por seis la producción fotovoltaica en el Estado español, afectando a muchas otras comarcas que hasta ahora se han visto libres de estos macroparques. Es una pista adicional del papel que se le ha reservado a este país en el engranaje del capitalismo internacional, y en concreto, el proyecto que se designa a algunos pueblos.

Reproducimos a continuación el comunicado suscrito por estas plataformas:

Buenas tardes a todos y todas

Hoy nos encontramos aquí varias plataformas ciudadanas de defensa del territorio porque estamos viviendo un momento crítico en la historia de Castilla y León que podría transformar nuestra Comunidad para siempre. De entre todas las amenazas a nuestro patrimonio natural y cultural y nuestra forma de vida – que son muchas – hay una inminente: la implantación de los proyectos industriales de generación de energías renovables, tanto fotovoltaica como eólica.

A pocos kilómetros de aquí ya podemos ver enormes extensiones de paneles solares y sierras colonizadas por descomunales molinos. Por mucho que nos las vistan de “verdes”, solo con acercarnos a alguna de esas instalaciones industriales de placas valladas perimetralmente, rodeadas por torres de metal y cables o a alguno de esos gigantescos molinos anclados con cimientos de hormigón, salta a la vista su incompatibilidad con los recursos naturales, la afección que tienen sobre el paisaje, el patrimonio cultural y la economía de Castilla y León.

Estas macroinstalaciones además suponen un flagrante desequilibrio territorial ya que nuestra Comunidad produce más del 20% de la energía renovable de todo el Estado español, pero consume poco más del 5 % de esta energía (según datos de Red Eléctrica Española de hace tan sólo unos meses). Esto se traduce en que Castilla y León produce energía que se consume en otros territorios de mayor demanda y lo peor es que los planes que las distintas Administraciones han puesto sobre la mesa, solo vienen a agravar este extractivismo y esta injusticia territorial, amenazando con convertir Castilla y León simplemente en una tierra de la que extraer recursos, una tierra de sacrificio. Somos mucho más que eso.

Por eso nos preguntamos: si la energía no se queda en Castilla y León; si no se genera empleo (más que en los pocos meses de construcción de las instalaciones); si actividades como la agricultura, la ganadería o el turismo rural se están viendo afectadas negativamente por estos polígonos industriales de renovables; si las promotoras de estas instalaciones tienen sus sedes y pagan impuestos fuera de nuestra Comunidad; si la luz no nos sale más barata a quienes habitamos esta región… ¿Qué sentido tiene permitir todo este despliegue descontrolado? ¿Qué sentido tiene este sacrificio?

Como sabéis, estamos a punto de celebrar elecciones municipales y autonómicas y, en breve, votaremos en las Generales. Por eso consideramos que es el momento de que las personas de a pie tomemos conciencia de la magnitud del problema y empecemos a exigir a los representantes de los partidos políticos que lleven a cabo una ordenación territorial que ponga límites y sentido común a la avalancha de macroproyectos de generación de energía renovable que estamos sufriendo en Castilla y León.

Pedimos también a las fuerzas políticas que se facilite la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones ya que esta “transición” se está haciendo a las bravas, sin consenso ni participación ciudadana alguna. Exigimos información veraz y detallada de cualquier proyecto desde los primeros pasos y adaptar los tiempos para una adecuada respuesta de la sociedad, más allá de los meros objetivos empresariales.

Queremos además que ponga en marcha un plan que favorezca y facilite mucho más los trámites para el autoconsumo y la creación de comunidades energéticas de dimensiones razonables, frente a los macroproyectos en manos de multinacionales y fondos de inversión que ni siquiera tributan en Castilla y León.

Que las Administraciones garanticen, prevaleciendo el principio de precaución, los derechos a la salud, a un trabajo y vivienda digna y la custodia y disfrute de medio ambiente por encima de los derechos empresariales.

Y que se puedan convertir estas fuentes de energía en una oportunidad para el reequilibrio territorial en lugar de en una industria extractiva que esquilme los recursos de Castilla y León y que acelere la despoblación.

En Castilla y León tenemos paisajes de lo más variados, enclaves de enorme belleza, una diversidad de fauna y flora impresionante, uno de los patrimonios históricos más destacados de Europa y una riqueza cultural envidiable. Defendamos el territorio. Exijamos a nuestros representantes a nivel Municipal, Autonómico, Estatal y Europeo, que se posicionen, que no permitan que nos avasallen los especuladores, que se hagan las cosas con cabeza.

Hay alternativas mucho más sostenibles para la transición energética que ocupar comarcas enteras de tierras de cultivo y zonas de gran valor ecológico, paisajístico y cultural. Llenen de paneles solares y molinos las medianas de autopistas, minas abandonadas, escombreras, cubiertas de polígonos industriales… No el suelo que necesitamos para producir alimentos. No nuestras montañas. No nuestros encinares. No todo lo que rodea nuestros pueblos.

Macrorenovables. Así No.

Grupo Macrorenovables NO – Castilla y León

 

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