Medio centenar de personas se dieron cita en la Plaza de Fuente Dorada, Valladolid, para solidarizarse con el pueblo trabajador francés, en lucha durante estas semanas contra la reforma de las pensiones aprobada por decreto ley e impuesta por el Gobierno de Macron a instancias del capitalismo francés e internacional, en contra de los intereses y la voluntad de la mayoría social.
Durante la concentración se solicitó la puesta en libertad sin cargos de los cientos de manifestantes (más de 1.500) que han sido detenidos en los últimos días, y se tuvo un recuerdo para la gran cantidad de personas heridas durante las manifestaciones y piquetes durante las brutales cargas policiales. Se informó igualmente de la convocatoria de una nueva jornada de huelga general, la décima en relación con la reforma, para el martes 28 de marzo.
El éxito de las movilizaciones obreras en Francia se debe, entre otras circunstancias, a la capacidad organizativa de los sindicatos, a su independencia respecto al Gobierno y a la capacidad para superar las diferencias en las luchas compartidas. El limitado apoyo que han tenido los diferentes llamamientos y convocatorias en el Estado español en solidaridad con la clase trabajadora francesa son reflejo de la inmadurez y el sectarismo que atraviesan al movimiento sindical, incluyendo el alternativo.