
A la víspera de comienzo del 2023, los médicos de familia franceses inician un paro de una semana para exigir un aumento en la tarifa de consulta.
Los paros se iniciaron el lunes y continuarán hasta el 2 de enero, con el fin de exigir un aumento en la tarifa de consulta de 25 euros (que equivale a 27 dólares) a 50 euros y una mejora en las condiciones laborales. Esta es la segunda protesta de este tipo solo en un mes. A principios de diciembre, también los médicos en Francia se declararon en huelga.
Esta movilización se ha desarrollado por el grupo “Médicos del Mañana” para llamar la atención sobre la escasez de médicos en el país europeo y las difíciles condiciones en las que trabajan.
El movimiento, “será un poco menor, seamos sinceros, pero a pesar de todo sustancial”, dijo la fundadora de Médicos del Mañana, Christelle Audigier, quien ya se prepara para la manifestación nacional prevista para el 5 de enero en París, la capital.
El paro se produce cuando el Gobierno ha pedido a los médicos un esfuerzo ante el recrudecimiento de la triple epidemia de COVID-19, gripe y bronquiolitis, que amenaza con desbordar las urgencias hospitalarias en ausencia de médicos de familia.
El pasado verano (boreal), los trabajadores del sector de la salud se declararon en huelga en toda Francia, para pedir salarios más altos y demostrar su rechazo a las políticas de salud.
La lucha de los médicos por mejores salarios se produce mientras Francia ha estado lidiando con una inflación creciente y empeoramiento diario de las condiciones económicas.