Comunicado de IzCa sobre la resolución del TC: mucho ruido y pocas nueces

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Comunicado de IzCa sobre la resolución del TC: mucho ruido y pocas nueces

El culebrón al que venimos asistiendo entre el “Gobierno de Progreso” y la derecha parlamentaria, en el que no se pretende solventar problema significativo alguno que afecte a las clases populares, parece que ha cubierto una etapa con una resolución favorable del Tribunal Constitucional a la solicitud del PP.

El relato que están haciendo desde los partidos que apoyan al actual Gobierno y una buena parte de sus aliados parlamentarios está rigurosamente falseado.

No es verdad que anteriormente no hubiera habido una intervención del Tribunal Constitucional para impedir debates en los órganos legislativos en el Estado español; es bien conocido el caso de Cataluña, dónde se intentaron frenar los debates, y cuando esto no se consiguió, se procesó a los representantes parlamentarios. Una cosa semejante no va a ocurrir en el Parlamento español, porque estamos asistiendo a una auténtica farsa y no a un proceso real, como fue el caso de Cataluña pese a todas sus limitaciones.

En segundo lugar, tampoco es cierto que en el conjunto de Europa no se hayan dado situaciones similares. Puede recordarse que en las últimas semanas el Tribunal Supremo del Reino Unido concluyó que el Parlamento escocés, a pesar de contar con una amplísima mayoría los partidarios de la independencia, no tenía competencias para organizar un nuevo referéndum de autodeterminación.

Pedro Sánchez y sus alianzas tenían la pretensión de conseguir una mayoría favorable a sus tesis en el Tribunal Constitucional y en el Consejo General del Poder Judicial. Tal ambición es teóricamente legítima, pero no parece de recibo que se intente hacer a través de una reforma del Código Penal. Ya sabemos que en el Estado español todo vale y ninguna de las fuerzas parlamentarias tiene el menor respeto hacia las más elementales normas democráticas, y no digamos hacia las normas de ética política. Esto es el Régimen del 78 en estado puro, y esta no será la última de sus reiteradas y numerosas crisis.

Parece que desde algunas voces vinculadas a Podemos se está planteando hacer un llamamiento a la sociedad para que se manifieste en contra de lo ocurrido bajo la consigna política de salir a luchar contra el fascismo y por la defensa de la democracia. Esa fue la táctica que utilizó Pablo Iglesias y su organización durante las últimas elecciones madrileñas, siendo los resultados obtenidos concluyentes sobre el fracaso de dicho planteamiento. La opinión pública tiene un cierto grado de desconcierto, pero cada vez constata con mayor claridad que los partidos políticos del Régimen, a su izquierda y su derecha, no solamente no sirven para dar solución a los problemas de las clases trabajadoras y los pueblos del Estado español, sino que constituyen un impedimento para ello. Si finalmente hacen convocatorias a movilizaciones en la calle por este asunto, cosa que dudamos, auguramos que estas serán un nuevo fracaso.

PSC, C’s y PP se personaron ante el Tribunal Constitucional con una petición conjunta para que este órgano vetara, con carácter previo a su realización, determinados debates democráticos en el Parlamento catalán

En cualquier caso, el Gobierno de Progreso está obteniendo unos claros beneficios del ruido mediático generado con la cuestión aludida. Prácticamente ya ha desaparecido de los medios de comunicación todo lo relacionado con los agresores presos por delitos sexuales que se han visto beneficiados por la Ley del Solo sí es Sí, que en estos momentos alcanzan casi el centenar. También está ayudando esa polémica intrainstitucional a que se olvide la aprobación de un nuevo Código Penal que refuerza significativamente su carácter represivo, introduciendo elementos como el delito de desórdenes públicos agravados, castigado con hasta 5 años de cárcel. Estas son las cosas que realmente nos interesan a los sectores populares.

Oída la declaración del Presidente del Gobierno, realizada por cierto con un importante retraso, nos ratificamos en que estamos ante una auténtica farsa. Es decir, ante un episodio de propaganda puramente electoral. La campaña para las locales, autonómicas y generales ya ha empezado y parece ser que están pensando en utilizar “métodos creativos”, como en las elecciones autonómicas de Madrid. Aún estamos esperando que se produzca la identificación de los autores de las cartas con balas dirigidas a Pablo Iglesias.

La solución a los problemas sociales e institucionales en el Estado español pasa por la convocatoria a unas elecciones constituyentes en donde la sociedad de los diversos pueblos del Estado español pueda optar por aquellas opciones que considere útiles.

Izquierda Castellana, 20 de diciembre de 2022

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