Crónica de la manifestación antifascista del 19 de noviembre en Fuenlabrada

Fotografía: Laura Kas
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En torno a medio millar de antifascistas acudieron el pasado sábado 19 de noviembre a la convocatoria de manifestación en Fuenlabrada de la Coordinadora Antifascista de Madrid.

Tal y como recordaba el Colectivo Antifascista de Fuenlabrada, en esta ciudad de tradición obrera se ha vivido en los últimos años un aumento de grupos neonazis y fascistas de diferente tipo. Uno de los episodios más conocidos fueron los paseos de nazi-fascistas a raíz del Covid-19, con total impunidad y respondiendo a la llamada de los «cayetanos»; es por esta razón por la que este año se convocó en Fuenlabrada la tradicional manifestación de la Coordinadora Antifascista en torno a la fecha del 20N.

La manifestación de este año sin duda estuvo marcada por la actitud intimidatoria y represiva de la UIP, tratando de dificultar e impedir el acceso a la manifestación. Más de un centenar de antifascistas estuvieron retenidos cerca de dos horas en la estación de Renfe de Méndez Álvaro, donde fueron identificados y cacheados, según los mandos de la UIP, «por su propia seguridad». Posteriormente fueron escoltados en todo momento, incluso dentro de los vagones del tren, previamente desalojados.

Debido a estas maniobras de la Delegación del Gobierno, la manifestación tuvo que dar comienzo una hora más tarde de lo previsto, pero pudo celebrarse. La UIP impidió el despliegue de pancartas de contenido antifascista y antiracista durante el recorrido. A pesar de estas maniobras, las consignas y la presencia antifascista recibió diferentes muestras de apoyo del vecindario en numerosas ocasiones, y se logró recorrer las calles de la localidad desde la Fuente de las Escaleras hasta la Puerta de Europa, donde se leyó un comunicado y se dio por desconvocada.

Hace unos días señalábamos que, a sabiendas de que el movimiento social en contra de la precarización de la vida de la mayoría de la gente va a ir inevitablemente en aumento, el Gobierno y sus apoyos parlamentarios estaban preparando las herramientas jurídicas para confrontarlo. No solo no derogaron la Ley Mordaza, sino que están reformando el Código Penal como complemento con el que cerrar el cerco de criminalización y represión sobre el movimiento popular.

Lo sucedido el pasado 19N en torno a la manifestación de la Coordinadora Antifascista debe ser analizado desde esa misma perspectiva. En Madrid es habitual que, mientras las organizaciones y grupúsculos fascistas cuentan con total impunidad para llevar a cabo sus acciones, el antifascismo tenga que sortear toda clase de situaciones de acoso y represión contra su actividad.

A pesar de ello, los barrios y pueblos de Madrid son antifascistas, y el movimiento se fortalece año tras año.

¡No pasarán!

 

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