WASHINGTON, 9 de noviembre. /TASS/. El gobierno de Kiev está en el proceso de orquestar una provocación que involucra una bomba sucia o un incidente en una planta de energía nuclear, dijo el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoly Antonov, en un artículo publicado el miércoles.

«Hoy nos enfrentamos a la amenaza de un desastre por radiación. Kiev planea cometer una provocación al explotar una «bomba sucia». La detonación de ese artefacto explosivo radiológico tendrá una magnitud comparable a la explosión de un arma nuclear de bajo rendimiento. La onda expansiva dispersará sustancias radiactivas en un área de hasta varios miles de metros cuadrados. Los territorios contaminados se convertirán en una zona de exclusión durante 30-50 años», dijo el embajador en un artículo, publicado en el canal oficial de Telegram de la embajada.

Según él, la tarea de crear una bomba sucia fue asignada a dos organizaciones ucranianas.

«Su trabajo está en su etapa final. Kiev tiene la base de fabricación necesaria, la capacidad científica y técnica, así como las reservas de uranio-235 y plutonio-239, que son los principales componentes de una carga nuclear», dice el artículo.

«Un escenario aún más peligroso, considerado por Kiev, es una provocación en las centrales nucleares ubicadas en el territorio controlado por Ucrania. Esto podría conducir a un accidente comparable a los desastres de Chernobyl y Fukushima de los que el mundo aún no se ha recuperado», agregó Antonov.

Riesgo de choque entre superpotencias nucleares

El embajador ruso continuó diciendo que Rusia estaba haciendo todo lo posible para advertir a la comunidad internacional sobre la amenaza inminente.

«Sin embargo, Washington rehúye nuestras advertencias, calificándolas de ‘falsas’ e ‘infundadas’. Utiliza la fórmula «mira quién está hablando», como si no supiera cuán alto es lo que está en juego. Muy claro es el objetivo de las autoridades ucranianas de hacer que la provocación parezca el uso de un arma nuclear táctica por parte de Rusia para que Kiev pueda fingir ser una víctima y arrastrar a los Estados Unidos y la OTAN directamente al conflicto. Para enfrentar a las potencias nucleares entre sí», escribió Antonov.

Mientras tanto, «Estados Unidos sigue fingiendo que no ve estas tendencias peligrosas».

«Al justificar el régimen de Kiev, el propio Washington se está convirtiendo en un patrocinador y cómplice del terrorismo nuclear», agregó el diplomático ruso.

En sus palabras, los llamados de Moscú a la administración Washington están cayendo en oídos sordos.

«Cada vez más a menudo escuchamos declaraciones imprudentes y provocativas. Un ejemplo vívido es la reciente declaración de los comandantes de la 101ª División Aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos sobre su disposición a unirse inmediatamente a la lucha en el territorio ucraniano. Aún así, este tipo de arrebatos ya no deberían sorprendernos, ya que la aspiración de infligir una derrota estratégica a nuestro país está consagrada en la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos recientemente actualizada», continuó Antonov.

«No estamos comenzando la guerra. Le estamos poniendo fin. La pregunta es hasta dónde está dispuesto a llegar Estados Unidos. ¿Será capaz de detenerse en una línea peligrosa?», preguntó retóricamente.

El enviado ruso a Washington reiteró que «durante más de ocho años el régimen de Kiev ha estado masacrando constantemente al pueblo de Donbass».

«El neonazismo, la rusofobia y las violaciones masivas de los derechos humanos se han convertido en la columna vertebral de la política de las autoridades ucranianas. Aquellos que piensan y hablan ruso son estigmatizados como «no humanos» y se les insta a «salir». Aquellos que no están de acuerdo con el curso de Kiev simplemente son eliminados. Se está llevando a cabo un genocidio contra la población de habla rusa en todas sus terribles formas. Nunca olvidaremos las atrocidades en la Casa de los Sindicatos en Odessa, cuando los nazis quemaron vivas a personas inocentes», escribió. «Hazte una pregunta: ¿Dejarías que tus hermanas y hermanos fueran destrozados por aquellos cuya ideología es el nazismo? ¿Podrías dormir tranquilo sabiendo que las vidas de los seres queridos podrían verse truncadas en cualquier momento?»

La «asombrosa hegemonía» de Occidente

En opinión del embajador, «el liderazgo ruso tomó la única decisión correcta: lanzar una operación militar especial» el 24 de febrero con el propósito de «desmilitarización y desnazificación de Ucrania» y «liberar a la gente de las represiones del régimen de Kiev».

Sin embargo, Occidente percibió esto «como una infracción de su imaginario ‘orden basado en reglas'».

«Estableció el objetivo de preservar su asombrosa hegemonía a cualquier costo. Washington y sus aliados han convertido a Ucrania en una importante cabeza de puente antirrusa. Al mismo tiempo, no ocultaron su disposición a luchar contra Rusia ‘hasta el último ucraniano'». Antonov escribió.

Desde el comienzo de la operación especial, Estados Unidos ha proporcionado $ 17.9 mil millones en asistencia militar a Kiev, continuó el embajador.

«El apoyo a los sentimientos revanchistas del régimen de Zelensky se puso en la cima de la política de Estados Unidos: inundar Ucrania con armamento pesado, proporcionar inteligencia, desplegar militantes y asesores, instruir directamente sobre cómo y dónde atacar», agregó. La hipocresía occidental culminó en hacer la vista gorda a las declaraciones de Zelensky sobre la intención de restaurar el estatus del país como potencia nuclear. El mundo se estremeció, pero Occidente hizo todo lo posible para que estas declaraciones «se ahogaran» en el flujo de propaganda antirrusa.

Agencia Tass