
Desde este verano estamos asistiendo a dos fenómenos ya avisados hace tiempo, que se están manifestando de forma clara: El cambio climático y la crisis energética. Ambos factores sitúan a la sociedad ante un estado nuevo y nos ponen en el brete de asumir que lo que podíamos denominar “el tiempo de la abundancia”, ha acabado. A partir de ahora el sistema ya no va a poder reproducirse a su antojo.
Estos dos factores se manifiestan como realidades que generan limitaciones y una nueva objetividad que ha de ser estudiada y comprendida. Es necesario su análisis para poder realizar acciones que se amolden a ella, pero la realización de la gigantesca tarea de investigación, no es sino una parte de cuánto debe hacerse para enfrentarse con las necesidades del mundo.
Otro trabajo es desde el nuevo estado que nos impone esta nueva situación: Generar diseños de todo que tengan en cuenta esta nueva actualidad. Aprovechar los esfuerzos que en el diseño actual se desperdician y reorientarlos hacia las necesidades actuales a corto y largo plazo.
Dada la urgencia de sobreexplotación a la que hemos llevado a la biosfera, los diseños tienen que ser Biológicos y socialmente constructivos e ir enfocados hacia el bien común. Eliminando la irresponsabilidad social y ecológica que impera hoy en día, para poder hacer frente a las necesidades de una amplia capa de la población mundial, que queda muy expuesta a los desastres que ya se están manifestando.
Es necesario que planteemos la ecología como una ciencia enfocada a resolver los problemas en los que está inmersa toda la sociedad. No podemos caer en la tentación de convertirnos en un gueto apartado de la sociedad que solo genere realimentaciones para sí mismo. Esa actitud, no es más que eco fascismo. La ecología es una ciencia desde la que utilizándola como palanca debemos plantear soluciones a los desafíos sociales y ecológicos a los que nos enfrentamos.
En este artículo vamos a estudiar el primero de los impactos en los que ya estamos en la zona en la que nos ha tocado vivir y analizarlo para poder proponer soluciones.
La influencia del mediterráneo en Europa es la que va a marcar las realimentaciones climáticas que nos van a instalar en una realidad climática y social muy diferente a la actual. Por eso en este artículo analizaremos este proceso. El energético lo dejaremos para más adelante.
Este verano hemos asistido en el mediterráneo a un aumento colosal de temperatura marina. Este aumento se ha producido en todos los océanos, pero el Mediterráneo, debido a su configuración, ha duplicado los valores de los demás. A este aumento de temperatura se le denomina ola de calor marina, la cual tiene múltiples consecuencias en la destrucción de hábitat en su interior y realimenta procesos ecológicos, climáticos y sociales de ecosistemas anexos.
Los océanos representan la mayor masa de la tierra. Es por ello que para comprender las repercusiones del cambio climático, es importante entender cuál es el estado de los océanos y mares, puesto que ellos son en realidad los que marcan la pauta y mantienen el equilibrio o desequilibrio de la Biosfera.
El aumento de la emisión de gases de efecto invernadero está interfiriendo con los flujos naturales de energía. Los océanos están absorbiendo más de un 90% del exceso de energía que queda atrapada en la biosfera en forma de calor. Esto está produciendo un aumento de contenido de calor en los océanos (OHC) y a su vez este calor está produciendo un aumento del nivel del mar. Este se produce a través de la expansión térmica (la expansión térmica debida al calentamiento de los océanos es la principal contribuyente del aumento del nivel del mar) y el derretimiento de hielo principalmente. Pero este calentamiento también tiene consecuencias más graves, este exceso de energía en los océanos sobrealimenta huracanes y tormentas generando grandes inundaciones y daños.
El calentamiento de los océanos provoca una amplificación del ciclo hidrológico global que tiene una fuerte huella en el campo de la salinidad del océano. La evaporación toma agua dulce del océano y lo pone en la atmósfera, aumentando la salinidad del océano. Las precipitaciones devuelven agua dulce al océano, reduciendo la salinidad.
La salinidad del océano muestra un patrón de cambio de “lo fresco se vuelve más fresco y lo salado se vuelve más salado” en la parte superior del océano.
La energía térmica añadida a los océanos proporciona mayor energía a las tormentas lo que aumenta su precipitación, la velocidad del viento y el tamaño físico. Este calentamiento se manifiesta en mayor medida en las capas superiores lo cual provoca el aumento de la estratificación oceánica. A mayor estratificación, el calor penetra con menor calado en las profundidades del Océano, lo que determina un mayor calentamiento en la superficie y reduce la capacidad del océano de almacenar carbono. Este proceso dificulta los intercambios en la cadena trófica de nutrientes y oxígeno, lo que afecta al suministro de alimentos de los ecosistemas marinos.
Debido a esta absorción de calor el Océano amortigua el calentamiento global. Pero esto no es gratis. El Océano está sufriendo transformaciones y estas transformaciones ya están afectando a los procesos que se generan en la Biosfera.
A base de absorber gas y calor, los mares se convierten en más cálidos, más ácidos y con menos vida. Se reducen los recursos que ha utilizado la humanidad durante siglos. La abundancia del mar está en peligro. Ante el deterioro de los ecosistemas marinos, se prevé un abrupto descenso de la biomasa global de especies marinas. Además, el calentamiento global afecta a la seguridad de lo que se come al facilitar la acumulación de tóxicos como el mercurio en los animales y las plantas marinas.
SE FUNDE EL HIELO Y SE DESCONGELA LA TIERRA HELADA
La criosfera se extingue. Las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, se están convirtiendo en líquido: 400.000 millones de toneladas de agua al año. La banquisa de hielo sobre el Ártico es un 13% más pequeña cada verano. La pérdida de glaciares, la descongelación del permafrost y la caída de la capa de hielo van a aumentar por el incremento de la temperatura del aire y del agua.
Al perder hielo se reduce la reflectividad de la Tierra, es decir, los rayos del sol no rebotan y su radiación es tragada por el mar, aumentando así su calentamiento. También se produce un calentamiento en el permafrost el cual libera el carbono y el metano que tiene retenido desde hace siglos. Este proceso es tan preocupante que merecería otro artículo para explicarlo únicamente.
La alteración de la criosfera conlleva “cambios en la estructura y funcionamiento de ecosistemas y una eventual pérdida de biodiversidad única”.
COMPRENDER LAS OLAS MARINAS Y SUS IMPACTOS
El calor del océano ha generado una disminución de nicho y de especies que se pueden amoldar a sus nuevas características. Las cadenas de coral son las más afectadas con toda la biodiversidad que mantienen y las complejas cadenas tróficas que sustentan. Algunas de las especies más afectadas por los episodios de mortalidad masiva en el Mediterráneo son claves para el mantenimiento del funcionamiento y la biodiversidad de los principales hábitats costeros.
Entre ellas figuran las praderas de Posidonia oceánica o las poblaciones de corales, que forman dos de los hábitats más emblemáticos de este mar. Este año, sin ir mar lejos ante un aumento del mediterráneo de 5ºC, ya se ha podido observar el retroceso de estas enormes praderas y de toda la biodiversidad que producen en la escala fotosintética marina.
El Mar Mediterráneo es un punto crítico de los impactos del cambio climático. Los patrones climáticos persistentes, como ENSO, conducen a olas de calor marinas que pueden durar hasta un año con enormes impactos en los ecosistemas marinos.
CALENTAMIENTO GENERAL DE HASTA 5ºC PROYECTADO PARA EL MEDITERRÁNEO
Un nuevo informe preparado por un grupo internacional de científicos y publicado en la revista autorizada “Reviews of Geophysics”, identifica el Mediterráneo como un punto crítico del cambio climático y concluye que la región se está calentando casi dos veces más rápido que el promedio mundial, y que otras partes habitadas del mundo, siendo más fuerte en el verano y asociado con olas de calor sin precedentes.
Además, la región experimentará escasez de lluvias que comprometerá la seguridad hídrica y alimentaria. Se espera que prácticamente todos los sectores socioeconómicos se vean gravemente afectados, con impactos potencialmente devastadores en la salud y los medios de subsistencia.
Estos incluyen el fuerte aumento de la gravedad y la duración de las olas de calor, las sequías y las tormentas de polvo, y las lluvias torrenciales que se espera que desencadenen inundaciones repentinas. Esto implicará una expansión hacia el norte de las zonas climáticas áridas a expensas de las regiones más templadas. Como resultado, las zonas de clima montañoso con nieve disminuirán durante este siglo. La combinación de lluvias reducidas y un fuerte calentamiento contribuirá a sequías severas. Se prevé que el nivel del mar en el mediterráneo aumente a un ritmo similar al de las estimaciones mundiales, aunque muchos países no están preparados para el avance de los mares. Esto implicaría graves desafíos para la infraestructura costera y la agricultura, y puede conducir a la salinización de los acuíferos costeros. Los cambios proyectados afectarán críticamente a prácticamente todos los sectores socioeconómicos.
CAMBIO CLIMATICO Y FENOMENOS METEOROLOGICOS EXTREMOS EN EL MEDITERRÁNEO
Las respuestas que se puedan ante estos impactos no son uniformes. Debido a que cada zona tiene mecanismos climáticos y socioeconómicos específicos.
A nivel general se prevén olas de calor extremo sin precedentes, sequías más prolongadas y severas. Se espera que los pobres sean los que más sufran los impactos del cambio climático, por ejemplo, por los extremos de calor y la escasez de recursos hídricos.
La región Mediterránea se encuentra en una encrucijada atmosférica, directamente influenciada por una variedad de patrones de circulación atmosférica y procesos meteorológicos en diferentes continentes. Por ejemplo, la precipitación invernal, fundamental para reponer los recursos hídricos, está relacionada en gran medida con el movimiento hacia el sur del chorro del frente polar, que genera perturbaciones ciclónicas en toda la región. La orografía escarpada, las costas complejas y los efectos de los grandes cuerpos de agua añaden importantes retroalimentaciones que influyen en las peculiaridades regionales del calentamiento global.
CONTAMINACIÓN REGIONAL POR AEROSOLES Y POLVO
Las emisiones regionales de polvo aumentaron un 15 % por año entre 2001 y 2012. La sequía prolongada sobre la región que aumentó la actividad. Este aumento se asoció con la disminución de las precipitaciones, la humedad del suelo y la humedad relativa, y un aumento de la temperatura durante la última década, lo que indica la sensibilidad de las emisiones de polvo al cambio climático.
TEMPERATURA
Debido al llamado fenómeno de amplificación del desierto, (Solamente el Sahara ha aumentado un 6% en volumen) la temperatura de la superficie del desierto del Sahara aumentó a un ritmo de dos a cuatro veces mayor que la temperatura media tropical durante las últimas tres décadas. Ésto se debió a una variedad de procesos y retroalimentaciones meteorológicas globales, regionales y locales
PRECIPITACIONES
Se han producido cambios en el ciclo hidrológico. Las mega sequías recientes en el Mediterráneo y su magnitud no pueden explicarse únicamente por la variabilidad climática natural. Alrededor del 10 % de las sequías macro regionales más extremas a nivel mundial ocurrieron en la región. Los eventos de precipitación extrema pueden ser el resultado de interacciones tropicales-extra tropicales, asociados con cambios en la circulación del chorro polar. Combinados con un intenso transporte de humedad, pueden contribuir sustancialmente a este tipo de eventos extremos en la región. Tales sistemas son comunes durante los meses de primavera. Las lluvias torrenciales pueden desencadenar inundaciones repentinas con impactos sociales dramáticos.
CLIMA FUTURO
La región continuará calentándose y este aumento seguirá siendo más rápido que las tasas globales. En general, se proyecta que los aumentos de temperatura sean más fuertes en las áreas montañosas debido a la reducción de la capa de nieve y las alteraciones en la retroalimentación climática positiva del albedo de la nieve. Esta respuesta de calentamiento estacional es más evidente en las partes relativamente más húmedas, que también se espera que se vuelvan más secas. Esto se explica en parte por las interacciones tierra-atmósfera y las retroalimentaciones relacionadas con el ciclo hidrológico cuando la precipitación, el contenido de agua del suelo y, por lo tanto, los enfriamientos por evaporación disminuyen, la temperatura del aire cerca de la superficie aumenta.
Una peculiaridad de la zona Mediterránea es que se espera que los días se calienten más que las noches. Acrecentando la diferencia entre las temperaturas mínimas y máximas diarias. Se producirá un aumento de calentamiento durante la estación cálida, provocando incrementos en la frecuencia, magnitud y duración de las olas de calor
Se vaticina que los veranos extremadamente calurosos se vuelvan comunes. Estos eventos sin precedentes hasta ahora podrían convertirse en la norma.
Se prevé que las características de las olas de calor extremo en la región aumenten enormemente entre 6 °C y 7 °C, mientras que la duración de los eventos probablemente será de varias semanas a meses.
Se espera que, el 80 % de las ciudades densamente pobladas del Mediterráneo sufran olas de calor durante al menos el 50 % de la temporada cálida. Además de las condiciones diurnas, es probable que partes de la región enfrenten un aumento de más del 60 % en la cantidad de noches tropicales, lo que aumenta los posibles efectos adversos en las sociedades y los ecosistemas. Se predice que las temperaturas máximas a las que se llegará durante las futuras olas de calor extremas podrían superar los 56 °C, sin considerar en los entornos urbanos el fenómeno isla de calor. Las magnitudes actuales para las islas de calor podrían agregar 4 °C.
PRECIPITACIONES: PROMEDIOS Y EXTREMOS
El calentamiento global está asociado con una expansión de la circulación de la Célula de Hadley y el desplazamiento hacia los polos de los vientos del oeste y las trayectorias de las tormentas asociadas. Alrededor del 85 % de la reducción de las precipitaciones durante la estación húmeda, promediada en todo el Mediterráneo, se atribuye a estas respuestas de la circulación atmosférica. Además, la desecación del Mediterráneo se debe en gran medida al aumento del calentamiento terrestre.
Se prevé una disminución de la precipitación del 10% al 20%. Lo que sugiere que la tasa media de disminución de las precipitaciones terrestres en todo el Mediterráneo es del 4 % por grado de calentamiento global.
Se vaticina un aumento futuro en la severidad, duración e impacto de los eventos de sequía en la región del Mediterráneo.
Se pronostica que el índice de aridez, que considera tanto la precipitación como la evapotranspiración potencial, aumente hasta en un 50 % en la mayor parte del Mediterráneo. Se prevé que los períodos secos duren más, se espera que la cantidad de días secos consecutivos aumente hasta en 20 a 40 días adicionales por año. Esto se puede atribuir en parte a una estación húmeda más corta y una estación seca más larga.
Se anticipa que las sequías aumentarán con más fuerza, mientras que los cambios en la severidad son más pronunciados cuando también se considera el impacto de la temperatura.
Se espera que las precipitaciones extremas se intensifiquen con el calentamiento global a medida que la concentración de vapor de agua atmosférico, que proporciona la humedad para la precipitación, aumente entre un 6 % y un 7 % por grado de aumento de la temperatura.
Aparte de los efectos de la gestión del agua, se espera que casi todos los ríos que desembocan en el Mediterráneo experimenten reducciones significativas en sus descargas naturales durante el siglo XXI debido a la reducción prevista de las precipitaciones.
OTROS PARÁMETROS METEOROLÓGICOS
CIRCULACIÓN ATMOSFÉRICA
Normalmente, los vientos del oeste conducen a la convergencia de la humedad en las latitudes mediterráneas; sin embargo, el desplazamiento hacia el este debilita este fenómeno y contribuye al secado. Una gran parte de la reducción de las precipitaciones en la estación húmeda del Mediterráneo se atribuye a estas respuestas de la circulación atmosférica.
Para ciclones de tipo tropical mediterráneo o Medicanes que podrían desarrollarse o generar impactos en partes del Mediterráneo, las proyecciones climáticas indican una frecuencia decreciente pero una intensidad creciente. Además de los cambios en la circulación atmosférica, pueden ocurrir alteraciones en la duración de las estaciones. La temporada de invierno puede acortarse en 2 meses, mientras que el verano puede alargarse hasta 5 meses.
VIENTOS CERCANOS A LA SUPERFICIE
Los cambios en la velocidad del viento pueden variar en signo y magnitud y tener una respuesta estacional diferente. Se prevé que la velocidad del viento aumente (~10 %), principalmente durante la temporada de verano Este es un aumento significativo. especialmente relevante para los cambios futuros en los brotes de polvo de los desiertos.
COBERTURA TOTAL DE NUBES
La expansión proyectada hacia los polos de la Célula de Hadley probablemente inducirá una reducción (de hasta un 5 %–10 %) en la cobertura nubosa total en la región mediterránea más amplia.
HUMEDAD RELATIVA
La humedad relativa atmosférica es un parámetro climático crítico para los ecosistemas y la comodidad humana. Se prevé una leve disminución (hasta un 5 %) en la temporada de invierno. En verano, se espera una disminución más fuerte y estadísticamente significativa de la humedad relativa (hasta un 10 %). Este aumento aumentará aún más la incomodidad por el calor y el estrés térmico.
CAMBIOS EN LOS REGÍMENES CLIMÁTICOS
Las clasificaciones climáticas ofrecen una forma sistemática de describir las principales características climáticas de una región. El sistema de clasificación de Köppen-Geiger, es uno de los más utilizados. Se basa en el concepto de que los límites de las zonas climáticas también describen la distribución de la vegetación y el ecosistema. Se espera que los efectos de los cambios de temperatura y precipitación, y las alteraciones en su distribución mensual y estacional, provoquen cambios en las principales características climáticas de la región. Debido al calentamiento y las alteraciones en el ciclo hidrológico, se espera que cambien las características climáticas de la región. Las alteraciones más profundas incluyen una expansión hacia el norte (en un 5 %) de las zonas secas frente a los climas más templados. Estas zonas áridas probablemente se expandirán a zonas templadas. Debido al fuerte calentamiento invernal en las regiones de gran altitud, se prevé que los climas de nieve disminuyan en su mayoría a menos del 2 % de la región. Esto tendrá un gran impacto en los recursos hídricos, especialmente en lugares que dependen de la capa de nieve de invierno y primavera.
AUMENTO DEL NIVEL DEL MAR
El mar Mediterráneo es una masa de agua semicerrada situada entre el sur de Europa, Oriente Medio y el norte de África, conectada al océano mundial por el estrecho de Gibraltar. La profundidad media es de unos 1,5 km, pero en algunas zonas supera los 5 km. La entrada de agua del Atlántico a través del estrecho compensa el déficit hídrico generado por el exceso de evaporación sobre la precipitación. No se prevé una subida abrupta se modela una subida de 0,7m Se prevé que tales eventos en el Mediterráneo aumenten.
INTERACCIÓN ENTRE COMPOSICIÓN ATMOSFÉRICA Y CLIMA
El calentamiento global tiene fuertes impactos en las regiones áridas y semiáridas, las cuales tienen una geografía física y condiciones atmosféricas que las hacen particularmente vulnerables al cambio climático. La disminución de la precipitación y los aumentos de la evapotranspiración pueden conducir a una disminución de la vegetación, expandiendo la superficie desnuda, que se vuelve más susceptible a la erosión eólica, provocando un aumento en la actividad del polvo y la frecuencia e intensidad de las tormentas de polvo, el aumento de la temperatura y los cambios en las precipitaciones.
Estos escenarios implican una mayor evapotranspiración, escasez de agua dulce y expansión de áreas desérticas debido a la desecación de cuerpos de agua efímeros. Es probable que esto aumente las emisiones de polvo.
La dispersión y absorción de la radiación solar por los aerosoles pueden modificar el balance de radiación, la estabilidad atmosférica, los flujos de calor y, por lo tanto, afectar la formación de nubes, la microfísica (albedo, distribución del tamaño de las gotas y tiempo de vida).) y la precipitación.
CAMBIOS DEL USO DE LA TIERRA Y CLIMA
URBANIZACIÓN
Se espera que la población de la región crezca a más de mil millones de habitantes para 2100. Esta tendencia demográfica, en una región con escasos recursos hídricos y de tierra cultivable, plantea importantes desafíos socioeconómicos y estrés ambiental.
Uno de los efectos de primer orden de la urbanización en el clima local es el fenómeno por el cual las temperaturas sobre una ciudad son más altas que las del entorno debido a las diferencias en el balance energético urbano/rural, provocado por los cambios de flujo de calor y radiación de la tierra alterada. cobertura y actividades antropogénicas
INCENDIOS FORESTALES
Los incendios forestales son más comunes durante el verano y, a menudo, se intensifican por el efecto combinado de las sequías, las altas temperaturas. Los países del Mediterráneo con climas relativamente templados que favorecen los biomas de bosques y matorrales se encuentran entre los más afectados por los incendios forestales. Los eventos de sequía severa pueden pre condicionar el área, predominantemente durante la parte cálida y seca del año.
Los incendios de verano azotan con frecuencia los paisajes mediterráneos, mientras que su impacto se ve aumentado por temperaturas extraordinariamente altas, así como sequías que regulan la humedad del combustible. Sin embargo, las sequías también controlan la disponibilidad de combustible, lo que hace que las relaciones entre la actividad del fuego y las condiciones climáticas sean más complejas.
Los días de riesgo crítico de incendio, la duración de la temporada de incendios y la extensión de las áreas quemadas han aumentado significativamente en las últimas décadas. Esto se debe al calentamiento y la sequía combinados de la región, asociados con olas de calor y sequías más frecuentes y extremas, es probable que el área quemada aumente proporcionalmente, entre un 40 % y un 100 %.
IMPACTOS EN SECTORES CRITICOS
SALUD HUMANA Y ESTRÉS POR CALOR
El calentamiento, la sequía y los eventos de calor extremo más prolongados y frecuentes ejercerán una presión considerable sobre la salud y el bienestar de las personas. La exposición a temperaturas ambientales elevadas, está relacionada con calambres, síncope, agotamiento y golpe de calor, especialmente entre personas con enfermedades preexistentes, como enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Se han identificado asociaciones entre las altas temperaturas y el exceso de morbilidad y mortalidad.
Los puntos críticos de estrés por calor pueden resultar de la interacción de las masas de aire caliente del desierto con la advección de humedad en tierra de los cuerpos de agua cálida. Se espera que las condiciones climáticas durante el verano (pero también a fines de la primavera y principios del otoño) sean particularmente duras.
El estrés por calor se intensificará considerablemente y, en combinación con una alta humedad, es probable que las condiciones ambientales se acerquen y superen los umbrales críticos para la adaptabilidad humana. Se espera que las poblaciones vulnerables sean las más afectadas. También se espera que las condiciones ambientales extremas aumenten las diferencias y desigualdades entre las poblaciones más ricas y empobrecidas.
El aumento de las temperaturas puede afectar a algunas ciudades de la región más que a otras, con diferentes capacidades de adaptación para hacer frente al clima. El estrés térmico se agravará aún más. Las industrias locales deben adaptarse a los cambios proyectados para evitar impactos mayores en la salud de los trabajadores y, al mismo tiempo, preservar la productividad económica.
El grado en que aumentarán las tasas de morbilidad y mortalidad relacionadas con el calor en las próximas décadas dependerá de la capacidad de adaptación de los grupos de población a través de la aclimatación, la adaptación del entorno urbano para reducir el estrés por calor y los efectos de las islas de calor urbano, la implementación de programas de educación pública y la preparación de los sistemas de salud.
RECURSOS HÍDRICOS Y AGRICULTURA
El predominio de la evaporación sobre la precipitación significa que la mayor parte de la región carece de recursos hídricos superficiales y subterráneos. Muchas regiones experimentan constantemente menos de 100 mm de precipitación por año. Las alteraciones provocadas por el cambio climático en los patrones de precipitación y la estacionalidad, combinadas con temperaturas más cálidas, una mayor evapotranspiración, una cubierta de nieve reducida, así como una mayor demanda de agua, limitarán aún más el acceso a los recursos de agua dulce. Lo que afecta los regímenes hidrológicos debido a estaciones húmedas más cortas y deshielos más tempranos. Particularmente en las partes más secas de la región, el aumento de la temperatura parece ser la razón principal de las respuestas de disponibilidad de agua. Lo cual afecta gravemente a la agricultura y, por lo tanto, a la producción de alimentos. Los cultivos mediterráneos clave (olivos, vides, legumbres, trigo, cebada y maíz entre otros) se verán fuertemente afectados por el efecto combinado de los períodos prolongados de sequía y el aumento del estrés térmico. Esto es principalmente relevante para los cultivos de verano en la región. Se ha demostrado que el aumento de la temperatura del aire tiene consecuencias negativas para el cultivo de pistacho en Irán, como la reducción del rendimiento, el aumento de la infestación de plagas y el aumento de la evapotranspiración y los requisitos de agua. Curiosamente, para algunos cultivos (vides y cereales) en regiones de mayor altitud o mayor latitud, la producción agrícola podría beneficiarse del cambio climático.
La presión climática proyectada excederá los límites de resiliencia; la vegetación se adaptará a las nuevas condiciones o será reemplazada por cultivares más tolerantes al estrés por calor e agua
IMPACTOS DEL AUMENTO DEL NIVEL DEL MAR
Los impactos incluyen la erosión de las playas, la pérdida de humedales y lagunas, el daño a la infraestructura costera y la intrusión de agua salada en los acuíferos costeros. Estos influyen en los ecosistemas y en una variedad de actividades socioeconómicas como la agricultura, el turismo, la gestión del agua y la energía y la planificación urbana. Las regiones de baja elevación, las playas de arena plana y los sedimentos deltaicos, que se encuentran comúnmente en las zonas costeras del Mediterráneo, son menos resistentes que las costas elevadas, duras y acantiladas). Incluso un aumento promedio moderado puede impactar en las regiones costeras, que incluyen grandes lagos, centros turísticos, sitios históricos, tierras agrícolas fértiles y ciudades populosas, las zonas costeras, donde se intensifican las actividades económicas, dependen de las aguas subterráneas, que ocupan el segundo lugar en cuanto a recursos hídricos
En los peores escenarios de un SLR superior a 1 m, casi todas las playas retrocederán en aproximadamente un 50 %, mientras que un gran número de ellas probablemente desaparecerá.
Los principales asentamientos e infraestructuras clave (desalinización de agua y plantas de producción de energía, puertos y refinerías) se encuentran a lo largo de esta costa. Casi todos los asentamientos humanos se concentran a lo largo de las costas. Las áreas urbanas se verán afectadas. Además de la infraestructura y las actividades humanas, los escenarios proyectados para este siglo afectarán profundamente a los frágiles ecosistemas costeros del Mediterráneo, especialmente en el contexto de un estrés por sequía más intenso, un aumento de las actividades humanas y una disminución del suministro de sedimentos por parte de los ríos locales.
SEGURIDAD HUMANA Y CONFLICTOS
El cambio climático puede desafiar la seguridad humana al
(a) socavar los medios de subsistencia, la cultura y los derechos humanos,
(b) aumentar la migración
(c) influir indirectamente en los conflictos armados.
Los cambios climáticos proyectados probablemente aumentarán aún más la demanda regional de energía y pueden conducir a una reducción de los rendimientos de los cultivos. Dichos impactos aumentarán los contrastes sociales existentes entre las poblaciones de la región. Los impulsores económicos, políticos, demográficos y sociales regionales, así como los factores estresantes ambientales relacionados con el clima, podrían contribuir a los flujos migratorios, con el cambio climático actuando como un factor de empuje. La escala y el alcance geográfico de tales desplazamientos de población podrían ser uno de los mayores desafíos de derechos humanos de nuestro tiempo
OPCIONES DE ADAPTACIÓN Y RECOMENDACIONES DE POLÍTICAS
La magnitud de los cambios depende en gran medida de la trayectoria de las emisiones y concentraciones de gases de efecto invernadero.
En la región MEDITERRANEA se deben implementar rápidamente acciones de descarbonización para aliviar los impactos regionales del cambio climático, que de otro modo serían potencialmente devastadores.
Se debe poner especial énfasis en la descarbonización de los sectores de energía y transporte, que dominan las emisiones regionales de CO 2. Se requiere una reducción significativa en el uso de energía y la descarbonización de la producción de energía a través de energías renovables para lograr estos objetivos.
Las medidas del lado de la demanda que apuntan a la conservación de la energía y las mejoras en la eficiencia energética (por ejemplo, en la industria, el transporte y los edificios) son igualmente importantes. Además, las medidas en el sector agrícola podrían apoyar la reducción de las emisiones de CH 4 y N 2 O de diversas fuentes, incluidos el ganado y los fertilizantes.
Se deben desarrollar y aplicar tecnologías de eliminación de dióxido de carbono para alcanzar emisiones netas cero o negativas. Las medidas existentes y potenciales incluyen forestación y reforestación, restauración de tierras y secuestro de carbono en el suelo.
Debido a la larga vida útil de la mayoría de los GEI en la atmósfera, el calentamiento persistirá durante siglos o milenios y seguirá provocando cambios a largo plazo en el sistema climático. Incluso si las emisiones se redujeran a corto plazo, algunas implicaciones del calentamiento global persistirían, al menos durante las próximas décadas y muy probablemente durante el resto del siglo. Los países no tienen más remedio que adaptarse a medida que las duras condiciones ambientales se vuelven más perjudiciales para la sociedad. Sin embargo, realizar cambios transformadores hacia un desarrollo resiliente al clima brindará una ventana de oportunidad más amplia para adaptarse.
Es probable que los limitados recursos hídricos de la región se reduzcan aún más. Se espera que aumente la demanda, impulsada por el crecimiento de la población y la producción de alimentos, el aumento de la temperatura y los cambios en las precipitaciones. Las soluciones de adaptación incluyen el uso de recursos hídricos no convencionales, el tratamiento de aguas residuales, la recolección de agua de lluvia para riego, políticas para reducir la demanda de agua. Los recursos hídricos, en particular, se gestionan con frecuencia a nivel nacional, mientras que las cuencas fluviales transfronterizas. Las soluciones de adaptación para la producción de alimentos incluyen la introducción de cultivares más tolerantes al calor y al estrés hídrico, el cambio de fechas de siembra y la adopción de agricultura e irrigación sostenibles, como la agricultura salina. Estas técnicas agroecológicas podrían aumentar la productividad de las tierras de cultivo y satisfacer la demanda futura de alimentos en la región.
El forzamiento radiactivo inducido por el polvo es un factor climático regulador. La implementación de proyectos de restauración y forestación en áreas adecuadas podría revertir la degradación de la tierra con una posible mejora sinérgica de la calidad del aire. Tales proyectos de restauración incluyen la rehabilitación de terrazas montañosas.
Teniendo en cuenta las fuertes tendencias de urbanización, la planificación espacial sostenible y el diseño de ciudades resilientes son de suma importancia para aliviar los efectos adversos del cambio climático. Los impactos del calentamiento global hacen que tales medidas sean aún más urgentes. Las soluciones de adaptación incluyen ecologización urbana, uso de superficies frías, desarrollo de transporte público sostenible, mejoras en la eficiencia energética y del agua del entorno construido, proyectos de construcción ecológica, medidas de protección contra la erosión costera y más. La silvicultura urbana y la plantación de otra vegetación podrían ayudar a mitigar el cambio climático. Expulsar a los coches de las ciudades y apostar por sistemas públicos electrificados de transporte. Relocalizar las urbes en sectores de no más de 15 minutos de distancia. Son propuestas que readecuan a las urbes para enfrentarse a una realidad que va a ponerlas contra las cuerdas.
Bibliografia
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