
Los desahucios vallisoletanos ya rozan los registros que había antes del estallido de la crisis del covid, a una media de más de uno diario y en una clara tendencia al alza, que, en todo caso, no llega a las cifras de hace una década, cuando en los juzgados de Primera Instancia se firmaban hasta dos diarios.
De este modo, los lanzamientos (como se les denomina en el argot judicial) continúan en lo que va de 2022 con su progresiva escalada tras el severo parón de la pandemia por la situación sanitaria y por una de las medidas del ‘escudo social’ del Gobierno, la que paraliza los desahucios de todas las familias vulnerables. Un aspecto que, tras sucesivas prórrogas, aún continúa vigente, pero que no impide que la situación se vaya aproximando nuevamente a esa normalidad previa, puesto que esa paralización de los desahucios en el caso de los vulnerables no se ejecuta de oficio sino que tiene que ser solicitada por el perjudicado.
Los 196 casos contabilizados por el CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) en la primera mitad del año –últimos datos hechos públicos– suponen un aumento del 40% con respecto al mismo periodo del año anterior (cuando se anotaron 140) y duplica lo del primer semestre del pandémico 2020 (cuando solo hubo 92 en Valladolid).
En todo caso, son cifras que están lejos de lo que se registraba hace una década, ya que, por ejemplo, en los seis primeros meses de 2013, la provincia llegaba a sumar 374 desahucios. La cifra se mantendría por encima de los tres centenares en los tres años siguientes (328, 301 y 324, respectivamente), para bajar ligeramente después, a razón de 264 (primer semestre de 2017), 287 (2018) y 228 (2019).
«Tanto el registro de procesos arrendaticios como de ejecuciones hipotecarias es cercano a la época precovid, pero es algo que ya está ocurriendo con el resto de procesos civiles, igual que las ejecuciones (los impagos) también van poco a poco en aumento», explican fuentes de los Juzgados de Primera Instancia a este periódico.
Recuerdan que sigue habiendo un real decreto (el 11/2020) que «establece un incidente para poder suspender lanzamientos hasta el día 30 de diciembre para personas en situación de vulnerabilidad y en el caso de las hipotecas también hay una suspensión (ley 1/2013) hasta el mes de mayo de 2024». «En general en todos los desahucios existe esa vulnerabilidad, pero se debe pedir. Así que, el que lo pida, la regla general es la suspensión del lanzamiento», concluyen estas mismas fuentes.
Mas casos de alquiler
Los lanzamientos por saltarse el pago del alquiler siempre han sido más que los vinculados con el impago de la hipoteca y esto es algo que continúa ocurriendo después de los años del coronavirus, si bien en esta salida de la fase pandémica, el desahucio hipotecario está creciendo a una velocidad mucho mayor que el de los alquileres. Así, según los datos del CGPJ recogidos por El Día de Valladolid, los primeros aumentan el doble de rápido que los segundos: un 71 por ciento durante el último año hasta llegar a los 48 casos por impago de la hipoteca, por el 32% registrado en el caso del alquiler, de los que se han contabilizado 143 casos por ahora en este 2022.
Las ejecuciones hipotecarias han pasado de las poco más de cien que se daban a principios de esta década, para ir cayendo después a las 72 de 2017 (datos del primer semestre), las 80 de 2018 y las 43 de 2019. En 2020, pandemia mediante, prácticamente desaparecieron y solo fueron ocho, por las 28 de 2021 y las 48 ya citadas de esta primera mitad de 2022.
En el caso de las de alquiler, hubo un pico en 2013 de 244 casos en solo seis meses, que luego bajó a 208 y se mantuvo después por debajo de los dos centenares hasta que llegó la fase covid y bajó de los 145 de 2019 a los 78 de 2020, que subió a 108 en 2021 y a 143 en 2022.
https://www.eldiadevalladolid.com/Noticia/Z632C4EA8-FC88-4637-3914E8A9D36EFE2E/202210/Los-desahucios-crecen-un-40-y-rozan-ya-las-cifras-precovid