
[CSO La Molinera] Balance del juicio del 26 de julio
En la mañana del martes 26 de julio se ha celebrado el último juicio, de momento, contra el proyecto de La Molinera. En esta ocasión, se juzgaban los hechos acontecidos el pasado 21 de marzo, cuando se produjo un intento de desalojo irregular de nuestro Centro Social y dos individuos que se autoidentificaron como “brokers inmobiliarios” accedieron a este con la pretensión de tomar posesión del inmueble. Teniendo en cuenta que no tenían ninguna legitimidad para ello, y en presencia de la Policía Nacional, fueron “invitados” a abandonar el espacio instantes después por vecinos y miembros de la asamblea que gestiona el Centro Social, lo que hicieron sin ofrecer la menor resistencia.
El responsable de llevar adelante el procedimiento y el juicio oral al que hacemos referencia es el magistrado José María Crespo, un viejo conocido en esta ciudad. Este juez fue el responsable de la investigación del afamado Caso PGOU, dándose la circunstancia de que, debido al excesivo tiempo dedicado a la «investigación», la mayoría de los acusados (diez de catorce) vieron como sus delitos quedaban prescritos. Hay que recordar que el Caso PGOU afectó muy directamente al asunto que hoy nos ocupa, porque fue mediante esta reforma ilegal del Plan General de Ordenación Urbana que se posibilitó que la fábrica de harinas La Perla se transformase en el hotel de cinco estrellas El Marqués de la Ensenada. Nos resulta cuanto menos curiosa la prontitud y agilidad con que está llevando adelante este caso el juez José María Crespo y la lentitud con la que gestionó el Caso PGOU, sin duda alguna de mucha mayor importancia.
Hay además algunas cuestiones, en relación con el juicio de la mañana del 26 de julio, que nos parece de gran importancia destacar:
En primer lugar, los individuos que motivaron la acusación no acreditaron fehacientemente su legitimidad para impulsar el procedimiento referido, al no tener relación directa ni con los antiguos propietarios ni con los que son formalmente los nuevos. Tal cosa fue señalada por la defensa de la Molinera durante el juicio y servirá como base en futuros recursos ante una sentencia que creemos que en buena medida ya está dictada, y no precisamente de forma favorable hacia el Centro Social La Molinera.
Otra cuestión relevante es que uno de los compañeros que tenía que sentarse en el banquillo es un persona que padece una enfermedad crónica, de la que con frecuencia sufre crisis, cuestión que le ocurrió nuevamente la noche anterior al juicio, posiblemente a causa del estrés (uno de los condicionantes de esas crisis). El juez José María Crespo no tomó en consideración el informe aportado por el servicio de urgencias del Río Hortega, viéndose vulnerado su derecho a la defensa y demostrando así su exquisita sensibilidad humana. Consideramos que esto también será un motivo adicional para el recurso correspondiente.
Nos parece importante destacar que el ambiente durante el juicio ha sido de una especial dureza por parte de la fiscalía y del juez, con interrupciones e incluso faltas de respeto por parte de este último.
Durante el transcurso del juicio, a pesar de las fechas veraniegas en que nos hallamos, más de medio centenar de personas estuvieron arropando a los dos compañeros que estaban siendo juzgados, simple y llanamente por su participación en las dinámicas y gestión de La Molinera.
La Molinera va a seguir desarrollando con toda normalidad sus actividades, avanzando por el camino de reconstruir una nueva Casa del Pueblo para Valladolid. En ese sentido, estamos inmersos/as en el proceso organizativo de poner en marcha a partir del otoño una despensa solidaria para la recogida y distribución de alimentos entre las clases populares que ya están siendo afectadas por la brutal inflación y la carestía de la vida.
Sabemos que hay sectores en esta ciudad, socialmente minoritarios pero con una notable presencia en las instituciones -incluyendo la administración de Justicia- que no solo no comparten una línea de compromiso y acción social solidaria, sino que hacen todo lo posible para confrontar con ella. Desde un punto de vista judicial, si la sentencia fuera desfavorable, la recurriremos hasta donde haga falta. Seguro que en algún momento daremos con alguien en el ámbito de la judicatura que comparta la legitimidad de nuestros planteamientos.
La Molinera sigue en pie, y lo hace estando en el lado correcto de la historia: apoyando los derechos humanos y confrontando con la avaricia, la especulación y la corrupción.
CSO La Molinera