Intervención y ofrenda floral del Movimiento Popular Castellano en el Monolito de Villalar

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Intervención y ofrenda floral del Movimiento Popular Castellano en el Monolito de Villalar

Compañeras y compañeros:

Nos volvemos a encontrar en este monolito, un año más, entre campos de amapolas y campos de cultivo, en tierras comuneras. Seguimos conmemorando el V centenario de la Revolución Comunera, esta vez, algo más parecido a lo que recordábamos. La pandemia, aún hoy presente, ha cambiado nuestra vida, nos ha empobrecido y nos ha maltratado aún más. Y qué bien les ha servido de excusa a algunos para justificar destrozos como los producidos hacia la sanidad pública, donde la más perjudicada es la sanidad rural.

Y no solo es la sanidad pública, son muchas las miserias que ponen nuestra vida, la de las clases populares, aún más cuesta arriba. Cuando hablamos de miserias, hablamos de imperialismo, de crisis socioeconómica, de brutalismo ideológico y comunicativo, hablamos por supuesto de guerras y rearmamentos impuestos por un sistema capitalista que está en crisis y cuya única forma de mantenerse es agudizándose más y más. Hablamos del establecimiento de un nuevo paradigma global. Un nuevo mundo donde nos venden que nuestros problemas no son más que nuestros, donde la individualidad impera. Ante esto, nuestra respuesta como pueblo, como sociedad debe ser la de la confrontación en cada plano a través de la organización popular de cada barrio, pueblo y ciudad.

Y es que:

Ya apunta en el horizonte,

ya aparece Villalar.

Un día donde gente de todos los puntos de Castilla nos reunimos, con diferentes reivindicaciones, todas legítimas: una sanidad Pública y de calidad, una educación pública, que nuestros pueblos tengan vida, que no nos obliguen a marcharnos de nuestras casas para buscar un supuesto futuro mejor, donde la precariedad no nos deja vivir, que en nuestros pueblos no contaminen las aguas con macrogranjas, minas o cementerios nucleares. Reivindicamos también que las mujeres, como sujeto político, vivamos en una sociedad igualitaria. La violencia machista existe, las mujeres somos asesinadas, violadas, abusadas sexualmente, en definitiva, violentadas y denigradas por el simple hecho de haber nacido mujeres. Desde aquí, dejamos claro, que las mujeres no somos ni objeto de conquista ni moneda de intercambio.

Se les atribuye a los comuneros lo siguiente:

«Tú, tierra de Castilla muy desgraciada y maldita eres, al sufrir, que un tan noble reino como eres, sea gobernado por quienes no te tienen amor»

Y así es, son cientos de años durante los que nuestra tierra ha sido y es expoliada y vaciada. La “España Vaciada” de la que tanto se habla, no es otra cosa que Castilla despoblada, fragmentada en comunidades ficticias. Y es que Castilla necesita un Estado propio, con instituciones propias, donde podamos construir un futuro digno para nuestra tierra y nuestras gentes. Y es necesario enmarcarla en un estado republicano, feminista y federal, junto al resto de los pueblos oprimidos por el Estado español. Pueblos hermanos y solidarios, al igual que Castilla.

Como militantes tenemos la obligación de no dar un paso atrás, lo hemos demostrado numerosas veces en el pasado, tanto en el histórico como en los tiempos más recientes. Los y las castellanas no nos caracterizamos por rendirnos fácilmente. Y eso es algo de lo que el enemigo, el Régimen del 78 con el “Gobierno más progresista de la historia” en cabeza, es consciente. Hemos vivido la represión en nuestras propias carnes, y esto es así desde hace mucho, todas bien lo sabemos. Somos conscientes también de que en una época como la actual, de total inestabilidad política, social y económica, una de las armas del enemigo es la represión. Como seguro que conocéis, son varios los intentos represivos hacia Izquierda Castellana en los últimos meses: por un lado el Ministerio del Interior a través de la Audiencia Nacional para abrir un procedimiento de extinción/ilegalización, batalla ganada gracias al trabajo militante y los numerosos apoyos recibidos desde el resto de Pueblos del Estado, y también desde Latinoamérica. Éramos conscientes de que no sería el único intento, y así han ido llegando las siguientes: la Fundación Doris Benegas la cual presentamos aquí mismo, en Villalar hace hoy justo un año, sigue sin ser registrada, y además han abierto un procedimiento contra “Comunero/as” a través del Tribunal de Cuentas. Que quede bien claro: lucharemos en cada una de las batallas, sin dar un paso atrás. Lo hemos demostrado y así seguirá: Somos los y las Comuneras del siglo XXI, llevamos en nuestro ADN el gen comunero de la resistencia.

Luis López Álvarez en sus poemas refleja nuestra historia y nuestras convicciones, y es en uno de ellos, en boca de Padilla, que dice así:

«Mañana se va a luchar,

aunque quedemos un puño,

hasta el fin combatirá.

Que nunca nos diga el pueblo

que nos echamos atrás,

si la suerte nos faltara

el valor no ha de faltar»

Ante este valor, fuerza y comunidad que tanto nos representa, querría hacer un pequeño homenaje a todas y a cada una de las personas, de las y los militantes y activistas, que cada año, con su trabajo y esfuerzo, hacen posible Villalar, y no solo cada 23 de abril, sino a todas y todos aquellos que construyen un Movimiento Popular Castellano fuerte, tenaz y vanguardista. Un homenaje a los y las comuneras de hace 500 años, a los de hace no tanto, a los más recientes y a los y las que vendrán en el futuro. Nuestro trabajo como militantes se ve reflejado en cada paso que damos.

Y que así sea. Castellanas, castellanos, compañeras y compañeros: nuestra obligación es continuar la lucha.

¡Hasta la Victoria siempre!

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