
Intervención de Izquierda Castellana en el acto político de Villalar 2022
Acabamos de oír unas palabras de Che Guevara sobre la guerra antifascista en el Estado Español.
Algunos medios de manipulación y bastantes políticos del Régimen del 78 y de su Gobierno actual, pretenden hacer paralelismos entre aquella heroica resistencia con lo que hoy ocurre en el conflicto entre Rusia y Ucrania. No tienen vergüenza alguna.
En primer lugar, queremos dejar muy claro nuestro rechazo a la invasión militar rusa de Ucrania. Este país tiene derecho a su existencia como estado soberano, tal como estableció la Revolución Soviética de la que Putin abjura reiteradamente. Pero no podemos olvidar que Ucrania, desde el Golpe de Estado de 2014, es un régimen títere del imperialismo yanqui; y al igual que Kosovo, está colonizado y puesto al servicio de sus intereses. Ese proceso de colonización imperial dirigido por Washington tiene un intérprete, cual figura de guiñol, que no por casualidad es actor profesional: el Sr. Zelenski.
Repasemos brevemente en lo que se ha convertido Ucrania en los últimos 8 años. Un régimen autocrático que empezó ilegalizando al Partido Comunista de Ucrania, que tenía más del 12% de los votos, a lo que se une la ilegalización hace unas semanas de once partidos, entre los que se encuentra el más importante de la oposición y mayoritario en toda la Ucrania Oriental, incluido el Donbás; un régimen que cierra todos los medios de comunicación que no le son afines; que prohíbe el uso del ruso, que es la segunda lengua más hablada en Ucrania; que viene machacando a la población de la región del Donbás, con el resultado de más de 14.000 muertos reconocidos; que ha incorporado oficialmente dentro de sus fuerzas armadas regulares a las fuerzas paramilitares fascistas, herederas de los grupos que colaboraron con los invasores nazis.
Ucrania es el paraíso del narcotráfico; del tráfico de mujeres y niñas, es decir, del negocio de la prostitución; de los vientres de alquiler. Esos son los “negocios” que impulsa el actual Estado ucraniano mano a mano con el imperialismo. Paralelamente, han abandonado toda iniciativa para proporcionar vida y salud a sus gentes. Más del 20% de la población infantil no ha recibido las vacunas obligatorias contra la polio, sarampión, difteria, tétanos…, lo que condiciona que haya brotes de esas enfermedades perfectamente evitables. Tiene unas altísimas tasas de VIH, transmitido sobre todo por vía parenteral entre los adictos al consumo de drogas inyectables, tal como ocurrió aquí en los años 80 del siglo pasado. La tuberculosis, así como otras enfermedades respiratorias infecciosas, tiene una altísima prevalencia. Solo un tercio de la población ha recibido una única dosis de vacuna contra la Covid-19.
Ucrania está siendo utilizada por el imperialismo como ariete para avanzar hacia la III Guerra Mundial. Es por ello que el capitalismo occidental alimenta de forma histérica la guerra. Les importa un rábano su población. Quieren alargar la guerra para tener tiempo en la preparación de su escenario en otras partes del mundo, especialmente en el Indo-Pacífico. De ahí el envío sistemático de armas y el incremento de los presupuestos de guerra con esa finalidad, tal como es el caso del Estado español. Hoy la única posición política responsable es oponerse a la guerra, a la de Ucrania y a la que están preparando a nivel global. Exigir la paz es una necesidad.
En esta guerra, como en la I Guerra Mundial, no hay bando bueno y bando malo. La guerra es en sí misma una tragedia para la humanidad, que irá a más si se sigue alimentando, tal como hace la OTAN y, de su mano, el Gobierno español.
¡NO A LA GUERRA!
Ha dicho Pedro Sánchez en su viaje relámpago a Ucrania que “la lucha contra la impunidad es una prioridad para España”. No hay más que ver la lucha contra la impunidad de los crímenes del franquismo a lo largo de todos estos años (ahí está el caso de Billy el Niño, torturador que hace unos meses murió de muerte natural sin que sufriera procesamiento alguno, a pesar de todas las evidencias de su actividad criminal continuada); o a Juan Carlos I, que ha quedado libre de “toda culpa” por parte de la Fiscalía General del Estado. Por poner solo dos ejemplos.
Ucrania, su pueblo, lo que necesita realmente es ayuda humanitaria: vacunas, medicamentos… Quien realmente necesita armas -y esa sí que es una guerra justa- es el Pueblo saharaui, pero el trato recibido por parte del Gobierno español ha sido simplemente la traición y el acuerdo con la Monarquía alauita, a la que cada vez se parece más la borbónica.
Un breve comentario sobre la pandemia Covid-19. En Europa y Estados Unidos, con alrededor de 500 y 330 millones de habitantes respectivamente, han fallecido más de un millón de personas; en China, con más de 1.300 millones, han muerto hasta ahora menos de 5.000 personas. Y aún se atreven a ridiculizar la política sanitaria de lucha contra la pandemia en ese país. El capitalismo es irresponsable y criminal, y en la gestión de la pandemia se ha vuelto a poner de manifiesto; en el caso del Estado español, esta ha estado aderezada además por la marca de la casa: la corrupción sistémica.
¡CON MONARQUÍA CORRUPTA Y CORRUPCIÓN SISTÉMICA NO HAY DEMOCRACIA!
Hemos convocado este Villalar 2022 con el lema “Castilla necesita Estado propio”. Ese lema, tal como se dice en la introducción del último editorial, no es un planteamiento esencialista o romántico, sino fruto de la reflexión sobre nuestra experiencia histórica y del conjunto de nuestro pueblo y de la evolución de Castilla en ese contexto. Castilla no podrá reorientar su futuro sin instituciones propias, soberanas, que permitan articular un modelo social, económico y político ajustado a nuestras necesidades. Si en los últimos años esto se ha puesto claramente de manifiesto, hoy es ya una evidencia total.
La conducción del Gobierno anticastellano actual nos lleva hacia una guerra al servicio de los interés del imperialismo, auténtico desastre que solo podremos evitar con la existencia de ese Estado propio. Ellos nos conducen hacia la guerra; ante esa perspectiva solo tenemos una alternativa: construir la revolución. Frente a su guerra, revolución comunera y Estado propio. No hay otra alternativa.
Para finalizar, unas breves consideraciones sobre el Movimiento Popular Castellano. El llamado Gobierno de Progreso, a través del Ministerio del Interior y del Ministerio de Justicia, está intentando eliminar de los espacios de la legalidad al movimiento comunero del siglo XXI. El intento de ilegalización de IZCA en el año 2021, intento finalmente derrotado; la no legalización de la Fundación Doris Benegas, con argumentos absolutamente peregrinos; o la ofensiva que han iniciado a través del Tribunal de Cuentas, ahora con mayoría “progresista” contra Comuner@s, son expresiones de esto que decimos. No lo van a conseguir.
El Movimiento Popular Castellano es cada día más sólido ideológica y políticamente, y en ello juegan un papel especialmente destacado las mujeres comuneras del siglo XXI. Quiero hacer un reconocimiento público no solo a aquellas que ya no están físicamente presentes, aunque sigan «en espíritu», como es el caso de Doris Benegas, sino de aquellas que son pilar fundamental en la actualidad para el presente y el futuro de nuestra lucha, tal como es el caso de Susana; Rocío; Elena; Chelo; Eva; Conchi; Natalia; Alba; Patricia… y de tantas otras que sería muy extenso enumerar. Para todas ellas, para las mujeres comuneras de tres generaciones que luchan en primera línea por este proyecto y juegan en él un papel protagónico, un fuerte aplauso.
Compañeras, compañeros: hemos entrado en tiempos difíciles, pero llenos de oportunidades para el movimiento popular. Es nuestra obligación como organización militante saber aprovechar las oportunidades que la historia nos ofrece. Obviamente nos supondrá esfuerzo y sacrificios, pero no hemos tenido mejor momento histórico que el actual para completar las tareas que inició el movimiento comunero en el siglo XVI.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE
NO A LA GUERRA. VIVA LA LUCHA POPULAR