Orgullos@s de nuestra historia. Confiad@s en nuestro futuro

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Orgullos@s de nuestra historia. Confiad@s en nuestro futuro

En enero del año 2000 se celebró en Madrid la asamblea constituyente de IzCa, que supuso un paso significativo adelante en la construcción política y organizativa del movimiento popular castellano.

Desde su constitución, IzCa se puso al servicio de la lucha popular; eran los tiempos en los que el PP, encabezado por José María Aznar, conseguía mayoría absoluta parlamentaria, mayoría que utilizaron para profundizar en la deriva autoritaria, neoliberal y guerrerista del Estado español, ya iniciada por los gobiernos de Felipe González.

El movimiento antifascista tuvo en aquellos años un brillo especial, e IzCa sufrió una criminalización mediática permanente por impulsar y arropar con total entrega esa lucha. Eran también los años de intensificación del guerrerismo imperialista, del que el Gobierno español de Aznar formaba parte gustosamente, años en los que se programó la invasión y la guerra contra Irak. IzCa fue parte muy activa en la dinamización del amplísimo movimiento social contra esa guerra en particular y la guerra en general (la celebración de la cumbre de la OTAN el próximo 29 y 30 de junio de 2022 tiene que ser la oportunidad para relanzar ese movimiento). Los brutales atentados de Madrid en 2004 y los intentos del Gobierno del PP de utilizarlos de forma claramente torticera en los conflictos internos del Estado español y que fueron respondidos de forma masiva por las clases populares, muy especialmente en Madrid y en el conjunto de Castilla, contaron también con el apoyo y la presencia de IzCa, tal como sucedió con las concentraciones en las sedes del PP cuando su Gobierno inició una maniobra para retrasar las Elecciones Generales de marzo del 2004, maniobra que fue paralizada por la movilización en la calle.

Simultáneamente, la militancia de IzCa colaboró en el impulso de la lucha contra la violencia de género; contra el narcotráfico, la corrupción y la especulación, que conforman en su conjunto el entramado mafioso y criminal, principal sustento del Régimen monárquico; por el mantenimiento de las fiestas populares que el PP pretendía liquidar; la lucha en pueblos y barrios en defensa de su dignidad, así como la de diversos sectores sociales, incluyendo la precarización de la vida de la clase obrera. También fueron ejes de la actividad de IzCa la defensa de Castilla y la solidaridad internacionalista, incluyendo a los pueblos del Estado español, por cierto, cuando esta era una actividad criminalizada y no de moda.

Desde nuestra constitución, tal como era previsible, al ser un proyecto político de lucha, sufrimos una campaña de acoso mediático, de criminalización y represión. Centenares de apaleamientos y detenciones y docenas de juicios así lo atestiguan. Éramos conscientes de que tal cosa iba a suceder y por tanto lo teníamos interiorizado. Esa preparación ideológica/psicológica es la que nos ha permitido ir haciendo el recorrido del único camino que puede conducir a la recuperación social, política y cultural de nuestro pueblo, es decir, la recuperación de la dignidad de Castilla. En ese sentido, la Revolución Comunera, de la que actualmente se celebra su 500 aniversario, es una referencia histórica esencial para nosotr@s.

Finalmente pretenden retirarnos del escenario sociopolítico, impulsando desde el Ministerio del Interior del actual Gobierno de Coalición PSOE-UP nuestra extinción/ilegalización. Que tal cosa se intente en esta coyuntura no es casual. El momento histórico en el que hemos entrado está lleno de conflictos, tensiones e incertidumbres. Al bloque dominante español y, en general, a la gobernanza del capitalismo, le cuesta entender lo que está pasando y su única estrategia es redoblar la explotación y dominación de los pueblos y de las clases trabajadoras, incluyendo la brutal manipulación mediática. En la edición digital de La Vanguardia del 8 de diciembre se publicaba una entrevista en la que el ministro del Interior, Grande-Marlaska, acusaba a la derecha y a la extrema derecha de manipular a las fuerzas policiales; de eso desde luego sabe mucho el actual titular del Ministerio y anteriormente juez en la Audiencia Nacional, que, por cierto, pasaba por alto las denuncias de tortura que le comunicaban l@s detenid@s a los que tomaba declaración. Obviamente, en cuestiones de manipulación policial y judicial es un auténtico experto.

Desde IzCa tenemos una concepción intelectual y política bastante ajustada de lo que está sucediendo y de lo que ocurrirá en los próximos tiempos. Es obvio que tenemos una superioridad no solo ideológica, sino conceptual, frente al enemigo, y eso, en situaciones como la actual, se convierte en una herramienta muy poderosa para impulsar un proyecto de cambio, si este va acompañado de una militancia sólida y combativa. Algunas organizaciones y gentes amigas nos han preguntado por qué consideramos que se impulsa ahora este proceso de ilegalización; y esa es la respuesta. Para impulsar auténticos cambios en momentos de auténticas crisis económicas, sociales y políticas, una organización tiene que ser cualitativamente poderosa, aunque en lo cuantitativo sea modesta.

El próximo martes 14 de diciembre a las 11:00h será la vista en la Audiencia Nacional. En esa vista se dirimirá tal cuestión. Estamos convencid@s de que ganaremos ese juicio y de que el movimiento popular castellano organizado, el movimiento comunero del siglo XXI, no solo seguirá presente como herramienta de defensa de nuestro pueblo, sino que saldrá claramente reforzado de esta batalla.

Izquierda Castellana, 10 de diciembre de 2021.

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