
PRIMERAS REFLEXIONES SOBRE LA LUCHA POPULAR EN CÁDIZ
REPRESIÓN, MANIPULACIÓN Y CORRUPCIÓN: EJES ESENCIALES DE LA ACCIÓN DEL PODER.
La movilización de las clases trabajadoras de Cádiz ha puesto de manifiesto que la gente es muy consciente de la precarización de sus condiciones de vida, de su vida misma, condicionada por las políticas del capitalismo español y europeo, así como de las instituciones que gestionan sus intereses. En cuanto se configuran unas circunstancias que favorecen la movilización y aparecen expectativas de que esta pueda tener algunos resultados, la gente no duda en implicarse en ella con todas su energías. Eso es lo que ha ocurrido en Cádiz. Las condiciones objetivas estaban dadas, tal como ocurre en general en el conjunto del Estado, pero también maduraron las condiciones subjetivas y esa conjunción fue la que favoreció el desarrollo de las impresionantes movilizaciones obreras y populares.
La patronal, el Régimen a su servicio y las muchas terminales que este tiene en los movimientos sociales, entre los que se incluyen las direcciones de las centrales sindicales (CCOO y UGT), además de la inmensa mayoría de los medios de comunicación, estaban francamente preocupados por la evolución de la lucha obrera y popular en Cádiz; por ello han conspirado, en colaboración con todo el entramado al servicio del Sistema, por un final de esa lucha mucho menos favorable para los intereses de las clases trabajadoras que las que la potencialidad de la lucha permitía.
Lo que el Gobierno y sus sindicatos ven como una gran victoria -suya, por supuesto-, es en lo fundamental la oferta inicial de la patronal con algunas pequeñas mejoras, conseguidas gracias a la lucha de los/as trabajadores/as.
El acuerdo se ha hecho a espaldas de los/as trabajadores/as y lo excepcional, por la información que se va teniendo, es que haya habido asambleas de debate sobre el acuerdo alcanzado entre CCOO y UGT con la patronal; y que, en donde eso ha ocurrido, en general el acuerdo ha sido rechazado, partiendo de la base de que hay una total opacidad sobre la información de este proceso de «ratificación del acuerdo».
Pero esa forma de actuar es la tradicional en los instrumentos del poder constituido asignados a influir en los movimientos sociales. Su finalidad es contribuir a que no haya victorias o que estas sean lo más limitadas posible; y con ello, generar desánimo entre la gente y estimular la pasividad para, en una siguiente fase, achacar precisamente a esa pasividad inducida la responsabilidad de no convocar nuevas movilizaciones.
La patronal y su entramado de aliados -incluyendo a las Unidades Antidisturbios con sus brutales intervenciones contra la gente, bajo el mando del Ministro del Interior del “Gobierno de Progreso”- han conseguido sabotear la huelga. La huelga supone un tremendo sacrificio para los trabajadores y trabajadoras y sus familias. Mantenerla más allá de una semana supone de por sí una auténtica proeza.
Con esa maniobra de sabotaje contra el movimiento popular en Cádiz no han resuelto ningún problema de fondo, que no se engañen. El proceso de erupción volcánica en la Isla de La Palma nos ha enseñado que antes de la erupción, el terreno se eleva, debido a que el magma que quiere salir a la superficie empuja la corteza terrestre hasta que es capaz de romperla; y que además, los puntos de erupción cuando la lava acumulada es considerable son múltiples. Hay mucha lava (malestar social) acumulada en las clases populares. Cádiz ha sido el primer foco de erupción importante, pero no cabe duda de que aparecerán otros muchos.
También, como es habitual, utilizan la represión como herramienta. El “Gobierno de Progreso” trata de impedir la solidaridad entre las clases trabajadoras, entre el Pueblo. La solidaridad es una herramienta fundamental en la lucha popular y es por ello que quieren impedirla. La prohibición por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid de la concentración prevista para hoy viernes día 26 a las 19:00 en la Puerta del Sol es un auténtico acto de corrupción política y moral. Una Delegación, que ha autorizado todas las manifestaciones fascistas que se han convocado, pretende prohibir ahora una actividad solidaria entre las clases trabajadoras. No tienen la menor legitimidad para ello y, como decíamos, es un planteamiento represivo basado en la más deleznable corrupción.
Como ciudadan@s que aspiramos a construir democracia y a conseguir la justicia social, no podemos aceptar esa perversa e inmoral decisión. Es por ello que seguimos manteniendo nuestro pleno apoyo a la convocatoria solidaria de hoy, viernes 26, a las 19:00 en la Puerta del Sol.
Izquierda Castellana, 26 de noviembre de 2021