Cuba, Cataluña, Estado español, UE… Miami.

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Cuba, Cataluña, Estado español, UE… Miami.

Finalmente, la “Jornada por el Cambio en Cuba”, convocada para el 15 de noviembre y anunciada urbi et orbe por los voceros del imperialismo, incluyendo los de la UE (Josep Borrell animó a los embajadores europeos en Cuba a que respaldaran y acompañaran las hipotéticas movilizaciones, en una clara injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano), resultó ser un puro fiasco para sus promotores. La convocatoria fue rebajando sus objetivos hasta reducirlos a que la gente sacara sábanas por las ventanas y se pusieran ese día camisa blanca o hicieran sonar cacerolas. Pues ni eso. Las crónicas de la prensa española no tienen más alternativa que reconocer que fue un día de total normalidad, marcado por el “hecho extraordinario” de la vuelta presencial a las aulas de l@s escolares. Eso sí, achacan el absoluto fracaso a las medidas represivas del Gobierno cubano.
Los convocantes, por su parte, explican que esta vez no han conseguido sus objetivos, pero que ahí siguen, al acecho, para demostrar en cualquier momento que el malestar del Pueblo cubano con su Régimen soberano y socialista es profundo y extenso.

El periódico El País, en un alarde de intento de instrumentalización, cambió la foto de portada de su crónica en la edición digital, sustituyendo una en la que aparecen cinco policías de espaldas, tres mujeres y dos varones, sin ningún tipo de equipamiento de antidisturbios, casco ni chaleco, por una de tres camiones del Ejército aparcados en una calle, sin más elementos que informaran con rigor de fecha, sitio, ni objetivo de tal situación. Posteriormente retiraron la citada foto de los cinco policías de la crónica relegándola a la galería fotográfica con el número 10; es decir, hay que revisar prácticamente toda la galería para encontrar la fotografía que inicialmente consideraron más ilustrativa de la jornada. Esa foto, tan movida de lugar en el periódico del Grupo Prisa, infunde todo menos temor. Ya nos gustaría que durante las convocatorias de movilizaciones en Madrid, en Castilla y en general en el Estado español, la Policía estuviera en esa actitud y con esas vestimentas. A quien sí que puede infundir temor esa fotografía es a los apologetas y cómplices del imperialismo.

Agentes de policía caminan por el paseo del Prado de La Habana; Yamil Lage (AFP)

Nos cuentan en esa crónica -y ya han conseguido imágenes para ilustrar tal cuestión- que retuvieron en su domicilio a algunas personas, incluso que “detuvieron” a alguna durante media hora o más. Lo que aquí son simples retenciones para identificar, en Cuba son detenciones policiales brutales. Mirar la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio. Simplemente cabe recordar el trato que da el Gobierno a través de sus fuerzas policiales o la administración de Justicia a l@s opositores/as en el Estado español; ahí está la represión, que no ha cesado aún, sobre el movimiento soberanista y republicano catalán; la represión ejercida sobre las movilizaciones contra la monarquía y por la República en Madrid; o en general, hacia las movilizaciones antirrepresivas o de solidaridad.

Nos hablan de una guerra híbrida que Rusia y Bielorrusia están impulsando en la frontera oriental de la UE, especialmente en Polonia, instrumentalizando el drama de la inmigración; si tal cosa fuera cierta no estarían sino replicando la línea de acción del imperialismo en Cuba. Pero para ellos el intervencionismo y los intentos de desestabilización del Estado soberano cubano son legítimos y además están orientados a favorecer los derechos humanos. Menuda hipocresía y doble moral.

Hemos entrado en una nueva fase de la historia, diferente a aquella que hasta ahora habíamos vivido, y que será mucho más diferente aún en el futuro inmediato y a medio plazo. Los Estados y fuerzas favorables al imperialismo se están reconfigurando porque han comprendido muy bien que la organización geoestratégica que tenían hasta ahora no tendría apenas posibilidades de éxito y, por tanto, de reproducir su hegemonía a nivel mundial en el actual escenario de conflicto con la China socialista y otros países aliados que exigen un mundo en que la multilateralidad sea el eje esencial de las relaciones internacionales.

La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y el intento de desestabilización en Cuba o el incremento de tensión en la UE a través de Polonia, país especial aliado de los EEUU en Europa, son movimientos que tienen un hilo conductor común: reorganizar sus fuerzas, tensionar al adversario para comprobar cuáles son sus líneas de respuesta y la potencialidad de esta.

Grupos de personas en barcos asisten a un mitin antes de una manifestación de la oposición en Cuba, en Miami, Florida, el 14 de noviembre. Marco Bello (Reuters)

En Cuba, desde luego, les ha salido muy mal. Según la propia crónica de El País: “un buscavidas que se llama Michel hacía una hora después su propio diagnóstico frente a una cola de espanto: “Pensar que esto iba a ser iba a ser otro 11-J es de comemierdas. Aquello les sorprendió, ahora han tenido un mes para preparar la respuesta. Por miedo, o porque bastante tiene ya uno con las colas, o porque —aunque algunos crean que no— todavía hay mucha gente que apoya, aquí no se mueve un alpiste. En este barrio, que es candela, no se ha escuchado una cacerola”.

Este comentario, que es de una persona corriente, es de hecho el análisis político más relevante y real que se ha escrito en los últimos tiempos sobre Cuba en la prensa española. Donde sí que hay que reconocer que la convocatoria de “Jornada por el Cambio en Cuba” tuvo un gran eco es entre el exilio en Miami, especialmente entre los propietarios de yates que allí viven.

Muchas sorpresas se va a llevar el imperialismo. También en el Estado español.

Izquierda Castellana, 16 de noviembre de 2021

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